Probamos dos ‘routers’ WiFi portátiles para tener internet al viajar
Analizamos y comparamos dos ‘modems’ de TP-Link y Huawei para elegir el mejor
*Nuestros periodistas prueban, analizan y comparan los productos de forma independiente.
Al salir de viaje de vacaciones o a una segunda residencia de descanso, suele ser complicado tener acceso a internet para nuestros diferentes equipos electrónicos. Por suerte, la solución es tan sencilla como llevar consigo un router WiFi portátil, que utiliza una tarjeta SIM —la misma que usan los móviles— para conectarse a los datos de la compañía que tengamos contratada y transmitirlo como una señal WiFi a más dispositivos. Así es que se trata de un gadget ideal para compartir la conexión con la familia o los amigos.
Para ayudarte a elegir uno de estos aparatos de WiFi portátil, en Showroom hemos podido probar y comparar dos de los modelos mejor valorados en Amazon. Se trata del TP-Link M7350 y del Huawei Mobile WiFi 2, que comparten diseños, características y precios muy similares, con prestaciones más que suficientes para un uso doméstico.
¿Cómo hemos probado estos aparatos de WiFi portátil?
Para probar estos router WiFi portátiles hemos acudido a una biblioteca pública por dos razones: evaluarlos en un entorno complejo —bajo techo y rodeado de muchas otras señales WiFi— y poder tener a la mano varios dispositivos para conectarlos a la red de manera simultánea. En este caso, se trataba de dos smartphones Android y un portátil con Windows.
En los dos modelos es necesario utilizar tarjetas SIM 4G, para lo cual hemos empleado una de la compañía Simyo, que ofrecía una cobertura suficiente y estable. Desde luego, hay que tener en cuenta que los resultados pueden variar notablemente de acuerdo con la empresa de datos móviles que se utilice.
Durante las pruebas, probamos la navegación por la web, así como el consumo de contenidos de plataformas como Spotify, YouTube, Instagram o Twitter. Asimismo, realizamos diferentes pruebas de velocidad mediante el sitio web testdevelocidad. A partir de todo lo anterior, te contamos cómo fue nuestra experiencia con los dos modelos analizados y cuál es, a nuestro parecer, el mejor.
El ganador: Router WiFi portátil TP-Link M7350
Lo más importante en un router WiFi portátil es la velocidad con la que permite navegar en los dispositivos conectados a su red —permite la conexión de hasta 10 equipos—. En este caso, no cabe ninguna duda de que la mejor opción es el modelo de TP-Link. Si bien es cierto que el fabricante afirma que se pueden alcanzar velocidades de descarga de hasta 150 MB/s —el estándar de la red 4G que utiliza—, en nuestras pruebas solamente recibimos una velocidad de poco más de 20 MB/s, cuando había un solo dispositivo conectado a la red, y de menos de 10 MB/s si dos o más equipos utilizaban la conexión.
A pesar de ello, en todos los dispositivos sincronizados a la red, la navegación era fluida y con tiempos de carga rápidos. De hecho, pudimos utilizar simultáneamente redes sociales, YouTube y Spotify sin cortes en la reproducción de contenidos multimedia. Hay que considerar que, durante la mayor parte de la prueba, el router solamente recibía tres de las cuatro barras de la red 4G; lo que claramente puede influir en la velocidad de navegación.
Una de las características más atractivas del modelo de TP-Link es que permite ajustar el alcance de la señal en tres niveles (corto, medio y largo), con el consiguiente ahorro de batería que esto representa. Sin embargo, en nuestras pruebas se notaba muy poca diferencia entre utilizarlo en rango medio o largo, ya que más allá de 15 metros, cuesta mantener la señal estable. Lo que sí hemos comprobado es que, con tres dispositivos conectados, la batería tenía un desgaste promedio del 20% cada 1,5 horas, por lo que las ocho horas de autonomía que promete la marca son realistas.
También fue muy positiva la experiencia de la configuración inicial, ya que basta con descargar la aplicación oficial tpMiFi para realizar la puesta en marcha del dispositivo con unos pocos toques y sin necesidad de tener experiencia en redes. Pero quizás lo más útil es que incluye dos adaptadores para tarjetas micro y nano SIM, ya que únicamente cuenta con ranura de tamaño SIM regular. Esto permite utilizar la tarjeta del móvil fácilmente. El único problema es que, al querer retirar la tarjeta SIM del router, la ranura es muy ajustada y cuesta mucho extraerla.
En la propia app para teléfonos Android e iOS, se pueden configurar todas las opciones del módem, como el nombre y la contraseña de la red, establecer un límite de consumo de datos o consultar los dispositivos conectados. Asimismo, estas opciones se pueden cambiar en el propio aparato, gracias a su pantalla frontal a color, cuyo menú con iconos es muy intuitivo. Finalmente, destaca la posibilidad de insertar una tarjeta de memoria SD, que permite almacenar y compartir archivos de manera segura con el resto de equipos conectados a la red.
Módem WiFi portátil Huawei Mobile WiFi 2
El principal problema que hemos encontrado con el router portátil de Huawei es que, al conectar dos o más dispositivos de manera simultánea a la red —soporta hasta 16 equipos al mismo tiempo—, la velocidad de navegación se ve drásticamente reducida, a tal grado de que las páginas de internet y los contenidos multimedia tardan un tiempo considerable en cargar. Esto no ocurre cuando solamente hay un equipo conectado, pero de esta manera pierde sentido utilizar un aparato de este tipo. Lo extraño fue que las pruebas de velocidad entregaban resultados similares a los del modelo de TP-Link, pero la experiencia de navegación no reflejaba estos números.
Otro punto negativo es que la configuración inicial ha presentado varios inconvenientes, por dos razones principales. La primera es que la aplicación AI Life, de Huawei, es indispensable para ello; pero, debido a que la empresa china sigue vetada por Google, es necesario descargar primero la tienda de Huawei (AppGallery), directamente en la web de la marca, para después instalar desde ahí la app antes mencionada.
Luego, hace falta desbloquear el router con su contraseña preestablecida —que ni la aplicación ni el instructivo explican dónde localizarla, debajo de la batería del equipo—, por lo que hace falta investigar su ubicación por uno mismo. Por último, es un gran inconveniente que, a diferencia del módem de TP-Link, este no incluye un adaptador para tarjetas micro y nano SIM. Afortunadamente, pudimos usar el de la competencia; pero en caso contrario, haría falta conseguir uno si se pretende utilizar la tarjeta que ya tenemos en un móvil, puesto que su ranura también está limitada a tarjetas SIM de tamaño regular.
Quizás las dos funciones que le distinguen del otro modelo analizado es que permite establecer una red para invitados —de manera que otros dispositivos no tengan acceso a la configuración del router o a información de los otros equipos de la red— y que cuenta con una opción para encontrar la mejor ubicación para colocar el módem. Aun así, también se quedan por detrás de la competencia su pantalla monocromática, su menú poco intuitivo, su menor batería —de seis horas máximo— y su cable de carga extremadamente corto. Además, la señal de WiFi empieza a ser inestable más allá de 10 metros de distancia.
*Todos los precios incluidos en este artículo están actualizados a fecha 26-07-2023.
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