Hondarribia acoge la primera edición de la Vila Bira
La prueba, que presta homenaje al ex corredor Patxi Vila, dispone un recorrido de 107 kilómetros con Jaizkibel como plato fuerte
En este otoño atípico, sobre todo en lo que a temperaturas se refiere, el calendario cicloturista todavía sigue su curso combinando ya ruedas de asfalto con pruebas sobre carril y veredas de tierra. Una de ellas nos lleva directamente hasta la localidad guipuzcoana de Hondarribia, donde se celebrará desde mañana la Vila Bira.
Una prueba que rinde homenaje al ex ciclista y actualmente preparador físico del Movistar Team, Patxi Vila, y que celebra este fin de semana su primera edición. Y realmente merece la pena. Un recorrido bonito, con cierta exigencia pero sin salvajadas, y que permite pasar una buena mañana de ciclismo por un territorio con tradición y alma para la bicicleta.
El trazado contempla 107 kilómetros con salida y llegada en Hondarribia, un desnivel acumulado superior a los 2.200 metros y cuarto puertos de montaña. El último de ellos, todo un clásico como Jaizkibel, juez durante mucho tiempo de la Clásica de San Sebastián, cuyo descenso dará prácticamente a la línea de meta. Por la vertiente que llega desde Lezo son algo más de ocho kilómetros con una media del 5,5%. Antes de eso, los participantes afrontarán el atractivo encadenado de Agiña -punto de mayor altitud de la prueba- y Aritxulegi, así como la subida al Castillo del Inglés.
Lo dicho: un trazado precioso entre la zona nororiental de Euskadi y el extremo norte de Navarra que merece la pena ser visitado. La marcha de desarrolla con tráfico abierto controlado, por lo que los ciclistas deben cumplir las normas de circulación. Los participantes van a poder disfrutar de una bolsa de corredor, maillot distintivo de la cita realizado por Euskalduna Zaiklin -que será obligatorio, además, para poder identificar a los participantes-, avituallamientos sólido y líquido, atención médica y un aperitivo una vez acabe la cita.
En definitiva, una cita novedosa sobre un trazado muy clásico que por recorrido, servicios y por las miras que lleva la organización está llamada a consolidarse en el ya extenso calendario cicloturista vasco.