El Fenómeno Endrick es imparable: Luis Guilherme, Kevin, Ruan, Estevao...

La Copinha terminó, Palmeiras se proclamó campeón por segundo año consecutivo y Kevin fue nombrado mejor jugador del torneo. Una edición marcada por las ausencias, como siempre que coindice con el Sudamericano Sub-20, y mermada en cuanto a talento. El más grande, el que más se notó que no estuviera, fue Endrick.

El madridista ya cumplió con creces en la edición de 2022 y su año desde entonces ha sido de vértigo. Ascendió al primer equipo de Palmeiras, fue traspasado al Real Madrid e incluso tiene ya los galones suficientes como para que la CBF lo sacase del Sudamericano Sub-20 con el objetivo de que siga formándose en el primer equipo del Verdao.

Sin él, las miradas estaban puestas en Luis Guilherme (2006). También zurdo, también goleador, arrancó la Copinha como un tiro, pero fue un paso efímero. La CBF lo llamó para el Sudamericano para cubrir una baja y ahí se acabó el torneo para él. Tiene tanto talento en su base Palmeiras, sin embargo, que dejó lugar para que surgieran otros que acabaron siendo estrellas.

Especialmente Ruan Ribeiro (2003), el gran goleador, y Kevin (2003), a la postre mejor futbolista, un tipo descarado y con algún golazo inolvidable durante el torneo. Se vio menos, aunque por edad, a otro gran producto de la base de Palmeiras, Estevao (2007), del que se hablará mucho seguro en los próximos años.

El resto de grandes clubes brasileños no estuvo a la altura del torneo. América Mineiro lo aprovechó para colarse en la final en detrimento de Santos, que dejó a Ivonei (2002) como uno de sus jugadores más destacados. Los demás cayeron pronto, incluido Flamengo.

El zurdo Lorran (2006) impresionó por momentos, pero el club decidió sacarlo de la Copinha para enrolarlo en el primer equipo. Algo cada vez más habitual. Jugadores jovencísimos que se saltan plazos y etapas. El efecto Endrick. Un proceso cada vez más habitual.