Cómo hacer que la fuerza mental te acompañe, pequeño padawan
El creador de Star Wars lo sabía: la verdadera fuerza reside en tu mente y no en tus músculos.
Todo el mundo ha oído hablar del factor humano. De hecho, hay muchas investigaciones e informes con conclusiones y cifras relevantes sobre el factor humano en infinidad de ámbitos y coyunturas. El factor humano en los resultados de una empresa, en la conducción, en la educación, en el desarrollo organizacional de una empresa. Hablamos de factor humano, pero, a menudo, olvidamos que hay otro factor que condiciona o supedita directamente al factor humano: el factor mental.
Efectivamente, hablamos de factor como ‘fuerza’. Y hay un universo en el que, precisamente, ambos conceptos tienen la importancia que merecen y están directamente unidos: fuerza y mente. El mundo al que me refiero es imaginario. O, mejor dicho, es ficción, pero la buena noticia es que podemos aprender tanto o más de todo lo que sucede en Star Wars, donde la fuerza no está en el músculo, sino en un sitio mucho más insondable y poderoso: la mente. Ahí fluye otro tipo de ‘fuerza’, la mental. En Star Wars, como en nuestro día a día, es algo etéreo pero determinante. Una energía que se puede gestionar desde dos lugares: el oscuro y el que nos ayuda a conseguir nuestros objetivos. ¿De qué lado estás tú?
La presencia de la fuerza en cada una de las entregas, sagas y derivadas ideadas por George Lucas es común y casi parece el elemento sagrado. A saber, cuando Obi-Wan Kenobi dice: “Usa la Fuerza, Luke”, no le está diciendo: “sacúdelo bien fuerte”. Le está hablando de otra fuerza. Lo curioso es que, como nos a pasa a todos, al bueno de Luke le pasa algo parecido. No sabe a qué se refiere y no sabe cómo emplear esa fuerza, si es que la tiene (algo que llega a cuestionar repetidamente y desesperarlo).
“Tus ojos pueden engañarte, no confíes en ellos” es otra frase del maestro interpretado por Ewan McGregor, y no es la única. Personalmente, una de las que más me gusta es de Yoda: “Debes desaprender lo que has aprendido”. Y tiene razón. Porque crecemos pensando que lo que nos hace fuertes es ese factor ‘humano’, más físico, que nos hace correr más, saltar más, nadar más rápido, tener mejor puntería o sacar mejores notas. Cuando en realidad, son otros atributos intangibles los que marcan la diferencia: foco, concentración, resistencia, flexibilidad, capacidad para gestionar el error y aprender del fallo. No hay músculo que se pueda entrenar para hacer todo eso o… ¿sí? La mente.
¿Qué pasa cuando no cuidamos esa fuerza mental?
Pues a las sabias palabras de Yoda me remito: “Recuerda, la fuerza de un Jedi fluye de la Fuerza. Pero cuidado con la ira, el miedo y la agresión. El lado oscuro son ellos. Una vez que comienzas por el lado oscuro, siempre dominará tu destino”. Para que esas fuerzas no sean las que condicionen y limiten tu crecimiento como deportista, debes entrenar (y cuanto antes) la fortaleza mental.
¿Qué es la fortaleza mental en el deporte?
La fortaleza mental en el deporte es la capacidad de observar y gestionar tus pensamientos, emociones y acciones, para entregar lo mejor de ti y hacer tu mejor juego, en cualquier situación, independientemente del resultado. O lo que es lo mismo, la fortaleza no te ayuda a llegar más rápido -que también-, sino a superar mayores obstáculos, retos y dificultades. Como elevar una nave sumergida en un lago. ¿Recuerdas la escena?
Luke: Maestro, mover rocas es una cosa. ¡Esto es totalmente diferente!
Yoda: No, diferente no. Tan solo en tu mente lo es... Debes desaprender lo que has aprendido.
Luke: Está bien, lo intentaré.
Yoda: ¡No! No intentes. ¡Hazlo! O déjalo... No hay intentos.
Luke: Es grande... No puedo...
Yoda: No importa el tamaño. ¡Mírame! ¿Por mi pequeña estatura me juzgas? Pues hacerlo no deberías.
Expresada, por lo general, cuando los individuos separaban sus caminos, o uno de ellos se disponía a enfrentarse a un desafío inminente, “que la fuerza te acompañe” es una frase para desear ‘suerte’, entendida no como algo azaroso sino como esa fuerza mental que debemos trabajar: esa buena energía.
¿Quieres entrenar tu fuerza mental? Pues hazlo, no lo intentes, como diría Yoda. Porque solo si entrenas tu fuerza mental te podrá acompañar. Aquí te recupero estos consejos:
10 tips para que la fuerza mental te acompañe:
1. No pienses en marcas y céntrate en objetivos
2. Cambia el sufrimiento por la motivación
3. Convierte el miedo en coraje y valentía
4. Dale a los errores el valor que merecen: aprender de ellos es clave para mejorar
5. Concéntrate en tu resiliencia para recuperarte rápidamente y centrarte en el presente
6. Visualiza cada paso en tu cabeza como si pudieras vivir el proceso
7. Encuentra la manera de aislarte del ruido y la presión extra deportiva
8. Mantén un diálogo interno en positivo huye del fustigamiento y la flagelación
9. Valora todo lo que has conseguido
10. Mantente cerca de los tuyos No solo de fortaleza mental se nutre el deportista.
Si te has quedado con ganas de más, aquí puedes disponer de una dosis extra sobre fortaleza mental. Un podcast perfecto para acompañarte en cualquier momento.