Jon Rahm ya es historia viva del deporte. Este fin de semana, el golfista vasco, de apenas 28 años, ha conseguido su primer Masters Augusta tras imponerse este domingo con 276 golpes.

El Masters es el cuarto triunfo de Jon Rahm en los primeros cuatro meses del que ya es el año de su confirmación como gran estrella de este deporte.

Historia de amor universitaria

El año en el que Rahm se graduaba, en 2016, en la Universidad de Arizona State (ASU) conoció en un baile universitario a la que sería su mujer, Kelley Cahill, una bióloga y exlanzadora de jabalina. “Tengo muchos recuerdos de este año, pero el más importante fue empezar mi relación con Kelley”, escribió entonces en sus redes sociales.

La pareja pasó por el altar a finales de 2019 en la iglesia de Nuestra Señora de Begoña en Bilbao. Fue una boda de película, el día 13 de diciembre, desafiando así a la mala suerte que para algunas personas tiene ese número.

Juntos viven en Arizona, lo que provoca que el golfista sienta gran apego por lo suyo en lugar de haber perdido las raíces. Su esposa le ayuda a no desarraigarse, porque le encantan los pinchos y los vinos españoles.

La joven no cuenta con muchos seguidores en Instagram. Su cuenta es privada y trata en todo caso de pasar desapercibida. Si bien, en la cuenta del golfista podemos ver tiernas postales en la que ambos comparten un pedacito de su vida familiar.

Kelley Cahill es deportista y de importantes y marcadas curvas que trabaja a base de mucho deporte: atletismo, boxeo y cualquier actividad que se le ponga por delante.

En abril de 2021 nació el primogénito de la pareja, Kepa, y en agosto de 2022 llegó el segundo, Eneko. La familia reside en Scottsdale, en la periferia de Phoenix, donde arrancó su historia y hogar del Phoenix Open, uno de los eventos del circuito más especiales para Jon, que alguna vez ha jugado el mítico hoyo 16 enfundado en una camiseta de Arizona State.

Hincha del Athletic y fan de Ballesteros

El cantante favorito de Jon es Michael Jackson, su película ‘300′, y su deporte, más allá del golf, el fútbol. Desde pequeño es hincha del Athletic de Bilbao. Su padre y su hermano van todos los domingos a San Mamés y Jon lo hace siempre que vuelve a España.

Tal es su fanatismo que llevaba bordado el escudo del equipo rojiblanco en su bolsa de palos, hasta que su patrocinador Adidas le pidió que lo retirara. En alguna ocasión ha llegado a decir que cambiaría varios de sus títulos por ver al equipo de sus amores ganar un torneo europeo.

Su mayor sueño de niño, parecerse algún día a su héroe Ballesteros, ya se ha hecho realidad. El vasco, cuarto español en conquistar el prestigioso etorneo, ganó el día en que nació el recordado Severiano.