Nuevo ciclocomputadora Edge 1040 de Garmin
Garmin presentó su nueva serie de ciclocomputadoras con un modelo de carga solar.
Garmin presentó el pasado 8 de junio, en la fábrica TACX de la ciudad de la Haya, Holanda, su nueva serie de ciclocomputadoras Edge 1040, que incorporan mejoras en el Hardware y nuevas prestaciones con respecto a los modelos de la anterior serie 1030.
Conexión interior
Tanto los smartwatch como las ciclocomputadoras incorporan IA y algoritmos que recogen los datos y variables del deportista para devolver una información que tiene como objetivo mejorar la técnica, la actuación y la forma física del ciclista. La cuestión no es almacenar datos fríos de una jornada, sino sacar conclusiones efectivas que ayuden al ciclista a mejorar como ciclista. Para estos objetivos la nueva serie incorpora las siguientes funciones
Stamina. Cálculo del nivel de resistencia a lo largo de la carrera. Según Garmin se valora el historial de entrenamiento, el VO2 Máx, el umbral de lactato y el estado de recuperación. Para informar de cuánta energía le queda al deportista mostrando los valores de resistencia total, real (cuánta queda si se continúa en el esfuerzo actual), la distancia y tiempo de resistencia (cuánto tiempo se espera poder continuar con el nivel de esfuerzo actual) y cuánta se está recargando (en verde) y descargando (naranja) dentro de los periodos de esfuerzo y recuperación. Una función que ayuda al ciclista a decidir si aflojar o apretar en la ruta.
Habilidades. Función que clasifica los puntos fuertes del ciclista y los contrasta con las exigencias de un recorrido específico con el fin de que pueda centrarse en el entrenamiento y mejorar en áreas concretas.
Power Guide. Guía de potencia con dos objetivos, administrar el esfuerzo a lo largo de la carrera, y aportar información sobre la resistencia en tiempo real, llevando el control y el seguimiento de los niveles de esfuerzo durante la ruta.
Entrenamientos personalizados. El Edge 1040 puede recomendar entrenamientos elaborados a partir de la VO2 máx del ciclista y la carga de entrenamiento actual. Recogerá los datos para saber cómo reacciona el ciclista en función del calor y la altitud y emitirá notificaciones para rehidratarse y reponer fuerzas.
Autóctono en cualquier parte
Otro de los objetivos de los ciclocomputadores, es convertir al ciclista en un “rider” local sin importar la ruta o el destino, ni el número de veces que se ha recorrido la zona. Para tal fín el Edge 1040 incorpora las siguientes funciones:
Mapas. De serie viene con los mapas Garmin Cycle Map de Europa, África del Norte y Norteamérica, y se pueden descargar otros mapas de forma gratuita.
Tredline, las mejores rutas. Con esta aplicación, el ciclista tiene acceso a las rutas, BTT o carretera, subidas por los usuarios de Garmin Connect. Pero si es usuario de Strava o Komoot pueden crear recorridos y sincronizarlos perfectamente con su dispositivo.
ClimbPro, la función que te dice cuánto te queda por sufrir, proporciona el ascenso y la pendiente restante en cada subida.
Grit mide la dificultad de una ruta y Flow la fluidez con la que un ciclista MTB ha recorrido dicha ruta.
Conectados al medio, a los compañeros y a los familiares
Y la tercera misión importante de las ciclocomputadoras es aumentar la seguridad del ciclista, mediante la conexión . El Edge 1040 dispone de diversas funciones que mantienen al ciclista conectado a sus contactos y al medio
Con Live Track familiares y amigos pueden conocer en tiempo real dónde se encuentra el ciclista durante la ruta.
Grouptrack despliega conexión entre los distintos miembros de un pelotón para que todos sean conscientes de la situación del resto de compañeros.
Además Edge 1040 puede emparejarse con dispositivos de comunicación bidireccional inReach , para activar alertas SOS y enviar mensajes vía satélite Iridium, en caso de que ocurra algún accidente.
Y se conecta a los dispositivos de la familia Varia, tanto radares de velocidad, que alertan de los vehículos que se acercan por la espalda, o luces inteligentes, que ayudan a los ciclistas a ver su entorno y ser detectados por los vehículos que se encuentren en carretera.
Una herramienta que asiste a la percepción del ciclista, pero no la sustituye
Todas estas funciones basadas en algoritmos que combinan múltiples variables dan una respuesta que debe tomarse con cierta precaución, ya que son estimaciones y no una fotografía fidedigna al 100% del estado actual del ciclista. Es lo que tiene la inteligencia artificial, es una gran herramienta para mejorar en un deporte, pero no puede superar al conocimiento que tiene el deportista de su propio cuerpo. Por ejemplo, un estudio reciente del International Journal of Sports Physiology and Performance, sugiere que la Carga de Entrenamiento calculada por los algoritmos puede ser errónea y dar, en consecuencia, tiempos de recuperación excesivos.
Akí Pulkkinen Director de gestión de la empresa Firstbeat Analytics Oy, empresa que desarrolla los algoritmos de los dispositivos Garmin, comenta que es difícil definir muy finamente el estado actual de un ciclista así como su potencial para desarrollar un entrenamiento 100% efectivo para la mejora. Pero que se pueden conseguir herramientas útiles de entrenamiento si se va recopilando información del ritmo cardíaco, del VO2 máx y del esfuerzo ejercido durante un tiempo determinado. Pulkkinen añade que el algoritmo está diseñado con la idea de que ningún ciclista pueda sobreentrenar o esforzarse más allá de los límites de seguridad. En cualquier caso, las ciclocomputadoras son una herramienta de ayuda que no pueden sustituir a la percepción física del propio ciclista. Pero como herramientas son fantásticas, utilizadas por los preparadores físicos de equipos de la NFL o la NBL. Algo tendrá el agua cuando la bendicen.
En estos dispositivos también existe una sobrestimación de la distancia dada por el navegador GPS. La razón es que el navegador utiliza un algoritmo que implementa una serie de correcciones sobre la situación del deportista y el tiempo en que se mueve, para estimar la ruta efectuada. Estos “errores” son inapreciables para los deportistas que realizan navegación, pura y dura, pero para los que quieran mejorar en una contrarreloj quizá si encuentren los resultados un poco sorprendentes. Esto no quiere decir que los navegadores satelitales sean malos, tanto de la serie Edge 1040 como cualquier otro, es una cuestión de compromiso de peso, tamaño y precio. Los GPS que pueden calcular distancias al centímetro son los que utilizan los investigadores geofísicos en fallas geográficas o en la deriva de los continentes. Pueden costar entre 4000 a 7.500 €, llegar a pesar casi 2 Kg y ocupar lo que un iPad. Evidentemente, nadie quiere un GPS de esta guisa en su reloj o su ciclocomputador.