Bikepacking BTT alrededor del Mundo
Entrevista con los embajadores de Suunto Sònia Colomo y Eloi Miquel: ““Apareció el colosal volcán Chimborazo de 6300m delante de nuestros ojos y acompañado de vicuñas salvajes cruzándose por delante de nuestras ruedas.”
Si algó bueno ha tenido haber sufrido arresto domiciliario durante la pandemia, es que ha muchos les ha dado la oportunidad de replantearse su ritmo de vida y meditar sí quizá valdría la pena tomar una resolución aunque esta fuese disruptiva. Este fue el caso de Sònia, fisioterapeuta pediátrica, y Eloi, ingeniero mecánico, que decidieron dejarlo todo atrás, pertrechar sus bicicletas con la equipación imprescindible y emprender una aventura que engloba a los cinco continentes, empezando por América del Sur, por las montañas Andinas, recorriendo Ecuador después de haber cruzado México y Guatemala. Se pueden seguir sus expediciones en WheelPrintStories.
¿Cual es la parte más difícil de preparar un viaje largo en bicicleta?
Como en todo viaje en bicicleta tienes que tener en cuenta los países, los climas y los terrenos por los cuales vas a pedalear. Escoger el material y la cantidad de elementos a cargar para adaptarse mejor al itinerario sería la parte más difícil de la planificación. Muchas veces queremos cargar más material del necesario y se tiene que escoger bien ya que en el bikepacking no existen los “por si acaso”.
¿Se necesita mucha preparación física y/o técnica?
La preparación física dependerá del tipo de itinerario y de lo largos o cortos que quieres que sean tus días encima de la bicicleta. Si la intención es hacer rutas solo por carreteras asfaltadas y pedaleando pocos kilómetros al día, la preparación física no sería mucha. Si por el contrario, como es nuestro caso, te planteas solo pedalear por rutas de alta montaña que generalmente incluyen algún que otro sendero técnico, la preparación física y la técnica ya cobra bastante más importancia. En cualquier caso, creemos que es importante tener claras las capacidades de uno mismo o de la pareja en conjunto, para no morir en el intento la primera semana del viaje.
¿Cuántos km se hacen de media en una jornada?
Nuestras medias suelen ir de 50 a 90 kilómetros diarios y en general entre 5 y 8 horas de pedaleo. Este kilometraje, pero, depende de los metros positivos ascendidos totales, del tipo de terreno de la jornada y del clima. En Guatemala, por ejemplo, nuestros días casi no llegaban a los 40km debido a que las pistas de tierra eran muy irregulares, con pendientes de más del 12% y con lluvia que nos acompañaba durante todo el día.
¿Tenéis previstos los sitios donde dormir o echáis el saco al suelo cuando os pilla la noche?
Depende de las características de la ruta. Cuando viajas, parece que lo más divertido y atrevido es dormir cuando se hace de noche sin tener ningún plan. Y la verdad es que muchas veces es así, y nos encanta, pero a veces hay que planificar. Por un lado, cuando la ruta recorre zonas más complicadas, en altitud y con pocos servicios, planificamos hasta dónde queremos llegar según kilometraje y altimetría, teniendo en cuenta también la previsión meteorológica ya que no es lo mismo una tormenta a 2000 m que a 4200m. Por otro lado, a veces tienes que cruzar zonas muy extensas en las que no hay absolutamente nada y tienes que planificar bien el tema de comida y agua, y calcular los días que vas a necesitar para hacerlo. Es muy importante en estas situaciones anticiparse y abastecerse de víveres para afrontar los días que sean. Pero no os engañaremos que a veces la planificación falla y terminas durmiendo en cualquier sitio. En todo caso, más o menos sabemos dónde queremos llegar y cuántos kilómetros queremos hacer, pero casi nunca sabemos donde vamos a dormir.
¿Algún problema mecánico con la bici que no teníais en mente?
Llevamos ya unos 8000 km de ruta desde que empezamos este proyecto y todavía no hemos pinchado ni hemos tenido ninguna avería mecánica. Crucemos los dedos para que esto continúe así.
¿Cuál es el paisaje que más os ha impactado en vuestros viajes en bicicleta?
Hay muchos, pero creo que nos quedamos con el Valle de los Cirios en Baja California y el volcán Chimborazo en Ecuador.
Llegamos al Valle de los Cirios de noche después de pedalear todo el día por un terreno durísimo y las siluetas de los primeros cirios se intuían cuando empezó a caer la noche. Acampamos en medio del desierto, a oscuras, sin saber muy bien que nos encontraríamos cuando nos despertáramos el día siguiente ya que no habíamos visto nunca los famosos cirios. Y despertarse en medio de cirios gigantes y cactus que brillaban con los primeros rayos de sol fue algo increíble.
En el Chimborazo, veníamos de pedalear el día anterior bajo la lluvia en un día muy gris, con frío y sin nada de visibilidad y nuestras esperanzas de ver el volcán eran prácticamente nulas. De todas formas nos preparamos para la mañana siguiente afrontar la subida que nos dejaba a 4850 m, el último punto accesible con bicicleta del Parque Nacional del Chimborazo. Amanecimos con la neblina típica de Ecuador, con pequeñas muestras de lluvia y la verdad es que estuvimos muy cerca de darnos la vuelta. Pero después de ascender unos 200m, el viento de golpe se puso de nuestra parte, esfumó toda la neblina y las nubes presentes y nos dejó una postal difícil de olvidar. El colosal volcán Chimborazo de 6300m delante de nuestros ojos y acompañado de vicuñas salvajes cruzándose por delante de nuestras ruedas. La sensación cuesta de describir.
¿Cual es la equipación mínima con la que comenzáis una expedición?
Para empezar, una bicicleta y ropa que se adapte a las necesidades del viaje sería lo básico, juntamente con algunos recambios para no quedarte tirado a la primera de cambio y un pequeño botiquín con los medicamentos básicos por si pasa cualquier cosa en el camino. Seguidamente, el material de cocina y pernocta necesario para ser autosuficiente, que esto incluye un hornillo y combustible, saco de dormir, esterilla y una tienda de campaña. Y por supuesto, un dispositivo gps ya que en estas rutas de montaña es importante saber dónde estás para poder guiarte sin problemas hasta tu siguiente objetivo, además de poder ir guardando la progresión de la aventura. En este caso contamos con un Suunto 9 Baro, el nuevo Suunto 9 Peak y el Hammerhead Karoo2, que nos permiten tener cargados distintos tracks con el detalle de toda la altimetría y el kilometraje. Además, nuestro viaje de bikepacking a menudo incluye alguna aventura de alpinismo; gracias a ambos Suunto, no nos tenemos que preocupar por si queremos pedalear o escalar, ya que podemos cargar y grabar cualquier tipo de actividad.
¿Cuál es el encuentro con la vida salvaje más memorable?
La verdad es que hay unos cuantos. El primero sería pedalear en Baja California y ver ballenas saltar en medio del mar. El segundo que nos impactó muchísimo fue en Oaxaca cuando llegamos a una pequeña comunidad y nos adelantó una moto que llevaba un jaguar cargado detrás (lo habían cazado porqué se estaba comiendo el ganado). El tercero cuando cruzamos la zona del Chimborazo-Carihuairazo rodeados de vicuñas. Y el cuarto, y para nosotros el más importante, los perros diarios que nos atacan, nos ladran y nos persiguen con la bicicleta. No sabemos si este último es el más memorable, pero de bien seguro el más peligroso de todos.
¿Y el pueblo o ciudad del que guardáis mejor recuerdo?
Nos es un poco difícil escoger un pueblo ya que realmente hemos encontrado personas que nos han marcado y que estarán siempre en nuestro corazón en varias comunidades.
El pueblo de la Chinantla en Uxpanapa (México) es uno de estos. Llegamos a las siete de la tarde, ya casi de noche, y el pueblo al vernos nos convirtió literalmente en héroes. Fotos con niños, con familias y múltiples solicitudes de Facebook en segundos. Lo más curioso fue que las familias se tuvieron que poner de acuerdo para ver quien se nos llevaba a su casa ese día. Terminamos pasando dos días increíbles comiendo, compartiendo “chelas” y bañándonos en cenotes prácticamente desconocidos. Fue una muy buena experiencia.
¿Qué recomendaríais a un lector que esté tentado de realizar un viaje de bikepacking?
Primero de todo le diríamos que no se deje llevar por lo que se vende en las redes sociales, no hace falta tener todo el material más caro y bueno del momento para hacer un viaje en bicicleta. Con una mochila, una bicicleta y ganas de aventura es suficiente. Es evidente que un viaje largo, en el que dejas todo lo que tienes y te lo vendes todo, requiere más planificación que una salida de 2-3 días, pero por algo se empieza.
En segundo lugar, que hagan rutas que sean acordes a sus capacidades físicas y mentales. No hace falta hacer nada extremo, solo algo que les haga sentir bien y que les motive.
Por último, y muy importante, un viaje de bikepacking es una experiencia brutal pero no está exenta de dificultades y momentos extremadamente duros. No todo va a salir como a uno le gustaría y esto se tiene que tener en cuenta ya que forma parte de la experiencia.