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MENTALIDAD IMPARABLE

Si no lo veo no lo creo: ¿por qué visualizar la competición es tan importante?

Visualizar la competición es clave para el éxito de muchos deportistas: ¿cómo lo hacen?

Si no lo veo no lo creo: ¿por qué visualizar la competición es tan importante?
Harry HowGetty Images

Quedaron algo más lejos de la medalla de lo que todos deseábamos, pero nuestras chicas de natación sincronizada (ahora natación ‘artística’) siempre nos enseñan algo. Una de estas cosas es que visualizar es más importante de lo que nos pensamos. Ellas son la viva imagen de cómo proyectar una imagen y vivirla como si estuviera sucediendo puede ser determinante en competición.

Uno de los videos virales de los JJOO de Tokio 2020 ya lo dejaba entrever en los días previos: el equipo español de sincronizada, liderado por Ona Carbonell, entrenaba en la ciudad olímpica moviéndose ‘casi como pez en el agua’, solo que sin agua. Vamos, sobre asfalto. Esto sucede porque la capacidad de visualizar es para ellas una herramienta clave.

¿Qué es visualizar? Hablamos de moverse, proyectar y repetir de forma exacta todo aquello que tiene suceder en unas circunstancias imaginables, pero no definidas. Una manera precisa y rigurosa de entrenar nuestra mente para aquello que queremos que suceda. Porque, al fin y al cabo, de eso hablamos. De decirle a nuestro cuerpo aquello que tiene que vivir para vivirlo de la manera más ‘fidedigna’ posible.

La visualización es una herramienta clave en el rendimiento de muchos deportistas de elite, fuera y dentro del agua. Michael Phelps es un ejemplo: ¿sabías que el mejor nadador de todos los tiempos visualizaba su estilo ideal de natación todas las noches antes de irse a la cama? Pero es que además lo hacía ‘a ciegas’.

Se trataba de un ejercicio mental en el que se imaginaba deslizándose en el agua de la forma más rigurosa posible, brazada a brazada, a tiempo real, y todo eso sin ver nada de nada: en una oscuridad autoimpuesta con la que entrenaba gracias a unas gafas que le impedían ver más allá que lo que proyectaba su mente. Es decir, nadaba a ciegas, pero con la imagen nítida de lo que en competición sucedería.

Cuando hablamos de visualizar no hablamos de adivinar o de acertar. No es ninguna ciencia oculta al alcance de unos pocos. Al contrario. Se trata de una técnica que prepara al deportista para cualquier circunstancia ajena a su rendimiento. Phelps lo trabajaba desde que en Pekín sus medallas se vieron comprometidas (finalmente las consiguió) al llenársele de agua sus gafas.

“Si no me hubiera preparado para cualquier imprevisto, probablemente me habría quedado flipado cuando se me empezaron a llenar las gafas de agua. Por eso nado a oscuras”, explicaba a los medios el nadador. Por eso, tal y como apunto en el título, el ejercicio de visualizar la competición, detalle a detalle, segundo a segundo, es clave para que el deportista aprenda a ‘creerse la victoria’. A trabajar en ella.

No es algo automático: al contrario, es un trabajo más (y duro) y forma parte del entrenamiento, pero sirve, como a nuestras chicas de sincronizada, para trabajar bajo cualquier circunstancia, realizando el ejercicio de la manera más fidedigna posible.

¿Qué es visualizar en el deporte? Entrenar tu mente para el gran momento, recorriendo de forma exacta cada detalle de lo que puede y no puede suceder, focalizando en lo estrictamente deportivo y técnico. Visualizar es también aprender a sacar la basura mental, descartando todo lo que no forma parte de la batalla ‘deportiva’. Visualizar te ayudará a centrarte en lo verdaderamente importante y tomar acción desde ese lugar olvidándote de todo lo demás.

Como dijo Aristóteles: “Somos lo que hacemos repetidamente cada día, de modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito”. Y de eso va la visualización: de trabajar ese hábito y hacerlo excelente, pase lo que pase. Para aprender más sobre esta capacidad de hacer ‘tangible’ la competición te recomiendo este artículo en el que comparto 8 consejos cultivar tu presencia y aumentar tu rendimiento. ¡Solo te llevará tres minutos ponerlo en práctica!