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ME GUSTA EL FÚTBOL

Homenaje al 'gol del cojo'

Los lesionados, como Godín el sábado en el Wanda Metropolitano, resistían por vergüenza torera y se les ponía arriba para hacer bulto.

Isacio Calleja marca en plancha al Sabadell en 1969.

Ha sido marcar Godín y empezar a sonar mi teléfono...

El que habla es Isacio Calleja. ¿Por qué tanta llamada? Porque Godín había resucitado el gol del cojo y el más célebre en la memoria de los atléticos era el de Calleja al Sabadell. Lo vio toda España.

El Atlético llegó a la jornada 28 con 9-9-9 en victorias, empates y derrotas. El Sabadell aspiraba a la Copa de Ferias, justamente a costa del Atlético. "Venimos a empatar", dijeron. Era el 6 de abril de 1969. Última temporada sin cambios. Para la 69-70, se estrenarían en España. México 70 fue el primer Mundial con ellos.

El partido se televisó. Entre eso, la floja marcha del equipo y que había operación retorno sólo hubo 4.000 espectadores. El Sabadell se adelantó por medio de Ortuño. Tras el descanso, Calleja, lateral izquierdo y capitán, que lucía muslera en la pierna derecha se puso de delantero centro. Hacía una estampa rara ahí, fuera de su banda, por la que le habíamos visto correr tantas veces, en el Atlético y en la Selección.

Era lo que se hacía en aquellos tiempos con los lesionados que resistían, por compañerismo y vergüenza torera, en pie. Se les ponía arriba, a ver si en un descuido...

En esas llega otro gol de Ortuño: 0-2.

El Atlético apretaba y ahí veíamos a Calleja, cojitranco, con sus afanes para llegar a balones que se le escapaban. Inspiraba simpatía su esfuerzo. En el 81' marca Irureta el 1-2. El partido se agita más, el Sabadell se cierra y vuelan balones a la olla. Uno, otro, otro... Al fin, en el último instante, un centro del lateral Paquito lo cabecea Calleja de forma espectacular, en plancha, proyectado por su pierna buena. Es el 2-2. Los 4.000 espectadores del Manzanares se ponen de pie; toda la España futbolística aplaude en su corazón el esfuerzo de ese veterano, que quizá, pensamos, está marcando el último gol del cojo de la historia.

(Ya vemos que no fue así).

El día siguiente se habló mucho de Juncosa, un extremo catalán del Atlético a caballo entre los cuarenta y los cincuenta. Se discutía: ¿lo suyo eran goles del cojo o goles del vivo. Arrastró un tiempo un pellizco de menisco, que a veces le impedía correr y a ratos se le iba, hasta que se operó. Cuando se le encasquillaba se quedaba de palomero, rondando el área. Metió varios goles así, y dejó sospechas de estar simulando la lesión.

Pero el gol del cojo sólo era de verdad apreciado cuando lo marcaba un defensa, quizá porque entonces se les veía tan lejos del área y tan incapaces de hacer goles... Cortizo fue un lateral del gran Zaragoza de Los Magníficos que sufrió la sanción más dura de la historia del fútbol español: 24 partidos por una entrada de la que Collar salió con la tibia rota. Muchos años después hablé con él. El gran orgullo de su carrera era haber marcado en mejores días un gol del cojo, que alcancé a ver, en el Bernabéu, metiendo la puntera a un tiro picudo de Marcelino. Tenía fresca la fecha: 9 de diciembre de 1962.

Pero nadie como Quirant, lateral izquierdo del Elche, que hizo dos el mismo día. Fue ante el Sevilla, un año y dos semanas después del de Cortizo. Fue una tarde muy lluviosa en Altabix. El Sevilla se adelantó. Quirant tuvo un tirón a poco del descanso. Le atendieron fuera. Ya en la caseta, le vendaron fuerte y Heriberto Herrera le preguntó si se atrevía a salir. Él que era el capitán y un casta, contestó que por supuesto.

—Me dijo: ponte de delantero centro a hacer bulto, estorba lo que puedas.

Pero hizo más. En el 60', una falta sacada por Chencho la baja Eulogio Martínez de cabeza y Quirant ¡en chilena! marca. Gran ovación cuando vuelve renqueante a su campo. En el 75', un tirazo de Romero lo rechaza Mut como puede, le llega a Quirant y su zurdazo entra. Pañuelos en Altabix.

—Aún me para gente mayor por la calle y me dice: "¿Tú eres el de los dos goles al Sevilla?".