Una medalla europea menos
Me reincorporo a este blog después de unos días de vacaciones fuera de Madrid y pasados entre virus gripales que me han dejado como si hubieran cabalgado sobre mi espalda los participantes de todas y cada una de las San Silvestres españolas. Siento no haber introducido nuevos posts, pero vamos a ello.
Entre las cosas que han sucedido estos días está la sanción de dos años a José Luis Blanco por utilizar EPO. Él dice que es inocente, lo mismo que dijo en su momento Alberto García, cazado en Lausana con la misma sustancia, y anuncia acciones legales que está en su derecho a ejercitar. Alberto renunció a hacerlo, aconsejado por José María Odriozola, para el que su positivo era de libro.Tras la primera información publicada sobre su dopaje, Blanco desmintió rotundamente que tal cosa existiese y amenazó al periodista que lo publicó, en este caso Carlos Galindo, del diario Sport. Luego ha reconocido que algo había y ahora dice que sí, que algo había, pero que existen defectos de forma. Es una cantinela repetida hasta la saciedad por casi todos los que han sido encontrados culpables, en atletismo y en otros deportes.
La Federación Española ni confirma ni desmiente que esté sancionado, acogiéndose a la Ley de Protección de datos, pero lo cierto es que su biografía ha desaparecido de la página de internet de la RFEA (excelente, por otra parte) y que en la ficha del ránking 2010 han desaparecido, también, todas las actuaciones posteriores a los Campeonatos de España de Avilés (estos incluidos) que es en los que dio positivo. Vamos, que está sancionado, aunque aún no figure en las listas de castigados que la IAAF sí tiene al alcance de todos y aunque su medalla de bronce en los obstáculos de los Europeos de Barcelona se mantenga por la Española en los historiales de esta competición.
Blanco clama por su inocencia y hace bien, pero a estas alturas de la película es difícil creer a quien se declara inocente de toda inocencia cuando todo le acusa. Siempre recuerdo a Paquillo, que incluso cogido in fraganti por la Guardia Civil con sustancias prohibidas en su domicilio aseguró que aquello no era lo que parecía, hasta que, aconsejado por su abogado (el mismo de Marta Domínguez, por cierto) reconoció que sí, que tenía ese material, aunque no lo había utilizado. Paquillo mintió y en toda esta historia truculante hay gente implicada que miente sistemáticamente.
Por cierto, que El País, el único diario español que tiene acceso a la investigación policial, publica hoy otra información estremecedora, en la que se asegura que Alberto García habría delatado a su amiga Marta ante la Guardia Civil, acusándola presuntamente de haberle intentado suministrar anabolizantes, cosa que ella niega. Y el periódico da pelos y señales de las idas y venidas de unos y otros con todo tipo de cosas prohibidas. Todo muy desmoralizador.
En definitiva, con José Luis Blanco hemos perdido un bronce en los Europeos de Barcelona. Y mucho me temo que la reducción de medallas españolas en Monjuïc no se va a quedar ahí.