Marta y la sangre en una bolsa

Está meridianamente claro que la Operación Galgo es algo así como una continuación de la Operación Puerto, aquella de 2006 que en principio se adjudicó exclusivamente a ciclistas, pero que todos sospechábamos que llevaba incluidos a no pocos atletas. ¿Para que, si no, estaban rotuladas las fechas del Europeo de Gotemburgo de ese año? Ya hemos publicado en AS que una de esas fechas era el 7 de agosto, el día en que Marta Domínguez corrió los 10.000 metros y fue séptima, aunque batiendo el récord español, que sigue vigente. Cinco días después, Marta se proclamó campeona continental de 5.000 metros, en una prueba que en principio no iba a disputar.

Mi opinión es que, si se demuestra que Marta ya se dopaba por aquel entonces, y tiene todo el aspecto de que se va a demostrar, debería ser sancionada desde aquel instante, por más que el historial español de medallas adelgaze. Yo prefieron un cuarto puesto español limpio a un campeón contaminado. Del cuarto, me siento orgulloso, pero de una medalla de oro manchada de sangre (en sentido figurado, claro) no puedo más que sentir repudio.

Un atleta de élite amigo desde los tiempos en que yo corría 400 metros fue tercero en una competición internacional por países y compartió habitación con otro que había ganado, y del que se sabía que estaba dopado. Y mi amigo le dijo: "Yo sé que yo he sido tercero; tú sólo sabes que con dopaje has sido primero, pero ese primer puesto no es tuyo, sino de lo que te han puesto". Me apunto a esa filosofía.

Y de lo que me siento cada vez más orgulloso es de cómo crece la lista de los que han firmado a favor de la iniciativa de Ángel David Rodríguez, plusmarquista español de 100 metros, y de Pablo Villalobos, quinto en el maratón del último Europeo. Ya lo han hecho algunos clubes y algunos entrenadores, como el padre de Alberto Gavalda, también ex velocista. Alguno de vosostros ha intervenido en este blog para comentar que tal vez alguno de los firmantes no está muy limpio. Es posible. Pero quien haya firmado a favor de un atletismo limpio y luego se demuestre que no predica con los hechos, será prisionero de sus palabras y responsable ante el resto de sus compañeros. Debe quedar claro que el hecho de no firmar no acarrea la inmediata sospecha, ni mucho menos, como razonan Ángel David y Pablo en sus declaraciones a AS.

Pero es que sobre Marta Domínguez ya no hay rumores, que antes habíamos escuchado muchos. Ahora son hechos, bolsas con sangre... Sí, estoy de acuerdo con Ángel David y Pablo cuando dicen que tras la Operación Galgo el atletismo será más limpio. Pero el daño que aquellos que sean condenados le han causado será irreparable.