Los Bears tienen un equipo mejor de lo que parece, un entrenador de vuelta de todo y una reconstrucción pendiente de la irrupción de su quarterback franquicia, Mitch Trubisky.
Un buen draft puede solucionar los agujeros con estrellas jóvenes, pero no está claro que este año adquieran suficiente madurez para dejar de depender tanto de San Aaron Rodgers.
Si la línea ofensiva reconstruida responde mínimamente, los Vikings pueden aspirar a todo con Bradford más protegido y el novato Dalvin Cook resucitando la carrera.
La irrupción de Dak Prescott y Ezekiel Elliott como quarterback y corredor titulares en su año de rookie, dio una nueva dimensión a un equipo que debería seguir por esa misma senda.
Los Redskins han hecho una gran inversión en defensa aunque, aparentemente, su ataque podría volver a sumar muchísimas yardas, pero menos puntos de los debidos.
Los Chargers han hecho un draft magnífico y recuperarán a muchos jóvenes lesionados para aspirar a convertirse en uno de los equipos trampa de la temporada 2017.
El año pasado irrumpieron como uno de los grandes de la conferencia americana, pero la lesión de Derek Carr, su quarterback, dejó al desnudo las costuras del proyecto.
La plantilla de Jacksonville vuelve a ser monstruosa, ahora está Coughlin como mandamás para poner orden y Marrone ya ha demostrado antes que sabe gestionar buenos equipos.
En cuatro primeras elecciones magníficas, los Bengals pueden haber resuelto gran parte de sus problemas tanto en ataque como en defensa, aunque siguen las dudas con su OL.