Cincinnati Bengals

En un ecosistema tan evolutivo como el de la NFL, puede llevarnos a error aferrarnos a ciertas creencias preestablecidas del pasado.

En los campos de entrenamiento veraniegos, la principal competición de cada jugador es contra sí mismo, tanto en el aspecto físico como en el mental

Mientras unos culpan a Andy Dalton, y otros a Marvin Lewis, el magnífico proyecto de los Bengals se estrella en wild card sin que nadie consiga desencasquillarlo.

Aunque las lesiones tienen mucho que ver, la línea defensiva no ha estado al nivel la temporada pasada, la primera de Guenther como coordinador.

Hue Jakson está tratando de recomponer el juego de carrera y de quitar presión de los hombros de Dalton con la apuesta en el draft por jugadores de la OL.

Jeremy Hill es tan bueno que, aún actuando en un comité, logró terminar entre los diez mejores de la temporada. Un futuro fenómeno.

Marvin Lewis ha conseguido la heroicidad de transformar a un equipo lleno de macarras en una máquina engrasada de jugar un football muy sobrio.

Los grandes equipos no sólo se hacen en el campo, también en las oficinas. Tan importante como entrenadores y jugadores son los managers generales que confeccionan las plantillas.

Para el aficionado sediento de NFL, los OTAs suponen un oasis en la travesía del desierto, y es tal nuestra necesidad, que olvidamos que son un espejismo.

No es tarea sencilla levantar un equipo miserable, pero en la AFC Norte se ha conseguido más de una vez. Los Browns podrían ser los siguientes en hacerlo.

A los tradicionales buenos drafts de Steelers, Ravens y últimamente también de Bengals, se han sumado los Browns, lo que hará esta división todavía más competida en 2015.

Tratar de adivinar lo que va a seleccionar cada equipo con sus elecciones en las primeras rondas puede convertirse en un ejercicio tan inútil como divertido.

Presentarse al draft teniendo que cubrir una imperiosa necesidad por no haber hecho los deberes en la agencia libre, puede resultar una trampa de costosas consecuencias