Álvaro Bautista (Talavera de la Reina, 21 de noviembre de 1984) es el nuevo flamante campeón del mundo de Superbike, campeonato organizado por Dorna, empresa que gestiona MotoGP. Lo ha logrado con 38 años, desbancando del número 1 a Toprak Razgatlioglu, uno de los pilotos más prometedores de la categoría, quien a su vez destronó a Jonathan Rea, el mejor de la historia de la especialidad, con seis títulos consecutivos entre 2015 y 2020. Tres campeones en los últimos tres años, ‘los tres tenores’ como se les llama por el paddock, que han brindado batallas emocionantes a lo largo y ancho del planeta. De hecho, son los únicos pilotos que han conseguido ganar carreras esta temporada, nadie más ha tenido el privilegio de descorchar el champán.

No ha sido fácil el camino de Bautista hasta el título mundial de Superbike. Aterrizó en las motos de serie en 2019 de la mano de Ducati procedente de MotoGP, donde nunca tuvo una moto oficial, una ‘pata negra’. Se la ofreció Borgo Panigale para luchar por un título que no lograban desde 2011 con Carlos Checa. Y la respuesta del 19 fue descomunal: 11 victorias seguidas que puso contra las cuerdas a Rea. Sólo la falta de experiencia en la categoría, alguna caída y las lesiones le apartaron de lograr el campeonato a la primera. Cambió la Panigale por Honda, dos años en los que no estuvo cómodo sore a CBR y tras los que regresó a la casa italiana. Ahora sí, para acabar el trabajó que empezó tres años antes, ser campeón del mundo. A sus 38 años recién cumplidos Bautista vive una segunda juventud y puede decir alto claro que es historia viva del motociclismo por ser campeón del mundo en los dos campeonatos más importantes sobre dos ruedas: Mundial de motociclismo y Mundial de SBK. Porque el talaverano, con 22 años, ganó el título de 125 cc. John Kocinski (campeón de dos y medio en 1990 con Yamaha y dominador de las derivadas de la serie en 1997 con la Honda RVF750R) y Max Biaggi (cuatro títulos en el cuarto de litro y dos en las Superbike, todos con Aprilia), eran hasta ahora los únicos capaces de ser campeones en ambos certámenes.

Pero la ambición de Bautista, con el brillo en los ojos propio de un joven con zapatos nuevos, no acaba aquí. No entra en polémicas sobre altura y peso de los pilotos, o sobre el rendimiento de una Panigale que vuela. Al fin y al cabo quien ha hecho campeona a esa moto ha sido él. Ni Chaz Davies, ni Scott Redding, ni Michael Ruben Rinaldi. Sólo un piloto de Talavera con un talento excepcional y que vive su segunda juventud encima de una moto. En el 2023 que está a punto de llegar defenderá su título. No sabe aún si lo hará con el número 1 en la cúpula de su Ducati o lo hará con su inseparable 19. Eso lo van a decidir sus dos hijas pequeñas, que elegirán cuál les gusta más. Sea con el que sea, Bautista volverá a disfrutar, y hacernos disfrutar, de un campeonato increíblemente apasionante.