Fin a la hegemonía Márquez

Con frecuencia se dice que la Honda es una moto con la que solo Marc Márquez puede ganar y, aunque piloto y equipo hace tiempo que se encargan de negarlo a los cuatro vientos, lo cierto es que los números demuestran lo contrario. No trabajan en hacer un prototipo perfecto solo para un piloto, pero la realidad es que solo el de Cervera es capaz de, con tiempo, hacerla suya y adaptarse al estilo que requiere la máquina. Pasó con su llegada al equipo en 2013, lo hizo en 2021 con su regreso tras la lesión, también lo logró durante la gran revolución de este pasado 2022 (con una moto más larga y grande) y este 2023, el del Repsol Honda se ve obligado a seguir la misma línea. Exprimir al máximo las áreas que le benefician para mitigar sus carencias. Aunque buscar esos límites puede tener consecuencias fatales como las de Portimao.

Un año más, Honda sigue sin dar con la tecla que les devuelva a lo más alto de la tabla general de puntos. La preocupación y la frustración se han acomodado en los boxes de la marca del ‘ala dorada’ pese a todos sus intentos desesperados por salir a flote. Han trabajado, el mismo Marc lo ha reconocido, pero sus esfuerzos no han dado los frutos esperados y, por eso, han tenido que buscar ayuda fuera. Al igual que pasó con el basculante, los japoneses encargaron un nuevo chasis a Kalex, siendo esta la segunda pieza más importante de la moto tras el propulsor. Lo probó Bradl en Jerez con detalles que pueden dar esperanzas para dar un paso al frente. Sin embargo, la marca espera al gran regreso de Márquez (todavía recuperándose de su fractura en el pulgar derecho) para tener una idea más clara de si la pieza encargada a la constructora europea era lo que realmente buscaban. Esperan que así sea, porque las balas se van agotando.

Como ya asumía Livio Suppo, quien fue team manager de la escuadra japonesa, HRC tiene “un reto difícil por delante” en el que los nuevos fichajes se llevan la peor parte, con una adaptación muy complicada por delante. Sin embargo, Rins ha demostrado que es cuestión de trabajo, pero también de sensaciones. El español, que llegaba a Austin confesando que se sentía “desaprovechado” por su nueva marca, se ha proclamado como el nuevo ‘sheriff’ de Texas. Podio en la sprint y victoria en la carrera larga que vuelve a poner a Honda en lo más alto del cajón, un hecho que no sucedía desde el GP de la Emilia Romagna 2021, gracias a Márquez. La mayor sequía en la historia de los del ala dorada en MotoGP: 24 carreras sin ganar, 27 si contamos las sprint. Supera las 21 carreras sin victorias entre Valencia 2019 y Alemania 2021, ambas mérito, de nuevo, de Marc Márquez.

“No tengo ninguna duda sobre el talento tanto de Joan como de Álex. Si no se pierden, ese talento saldrá a relucir”. Y no se equivocaba Suppo al decir estas palabras. El ex de Suzuki recordaba a Honda que “ya no tienen excusas” que valgan para este 2023 porque, con “dos campeones del mundo (Mir y Márquez) y cuatro buenos pilotos” de los cuales “tres son capaces de ganar carreras (junto a Rins)”, si los resultados no llegan “entonces el problema es claramente la moto”. Por el momento, HRC ha dado un paso más y Rins acaba con un maleficio que ya se había extendido durante más de cinco años: ser el primer piloto que gana al manillar de una Honda sin ser Marc. El último fue Cal Cruthclow, en el GP de Argentina 2018, también con el LCR Honda. En caso del oficial, habría que remontarse a Valencia 2017, cuando Dani Pedrosa ganó su última carrera en MotoGP antes de decir adiós justo un año después en el mismo trazado. La maldición se ha alargado durante “mucho tiempo”, pero parece que Rins sí era la gran baza de Honda.