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DAKAR | LUCAS CRUZ

“Igual nos interesa poner alguna vela”

Lucas Cruz, guía de la tripulación que marcha dentro del Audi pilotado por Sainz, se ve luchando por la victoria en una edición donde tendrán “algo más de potencia para compensar”.

Lucas Cruz, Carlos Sainz
Audi Communications Motorsport

Desde que el ambicioso proyecto de Audi llegó al Dakar en 2022 con una mecánica híbrida que aumentaba considerablemente el peso del vehículo, la marca de los cuatro aros reclamó lo que era suyo: una equiparación de peso y potencia entre el RS Q e-tron y los coches del resto de fabricantes. Hasta dos ediciones tuvieron que pasar para que la FIA le diese la razón al equipo alemán y ahora, ante la que previsiblemente será su última visita al desierto de Arabia Saudí, por fin podrán competir algo más igualados al resto. “Es poca la diferencia que hemos ganado”, recuerda Lucas Cruz a AS, pero deja claro que “eso no quiere decir que el ajuste no se note”.

El guía de la tripulación que marcha a bordo del RS Q e-tron pilotado por Sainz, sigue remarcado pérdidas “en la frenada y el paso por curva” derivadas de un exceso de peso en el prototipo de la marca de los cuatro aros. Fueron ambiciosos en Audi proponiéndole a la FIA “el igualar todos los coches al peso” del alemán, “pero claro que no aceptaron subir a nuestro peso. Al final es un inconveniente y no interesa”. Desde la fábrica Neuburg ya hicieron hace tan solo un año todo lo que pudieron rebajando el peso de su unidad en unos 80 kg (la balanza del Audi se fija en los 2.100 kg por los 2.010 kg del resto), pero ahora para repetir la hazaña “o le quitas un motor o no puedes” estar a la altura del resto.

A su favor dispondrán de “algo más de potencia (286 kW) para compensar” y hacer frente a los rivales en una 46ª edición del Dakar para la que “las ganas de volver y la motivación están”. Las pruebas “han sido productivas” y aunque Lucas tiene claro que lucharán “por la victoria”, en el desierto siempre es imposible predecir qué va a pasar: “Es una carrera tan incierta que a lo mejor nos interesa más poner alguna vela que saber el futuro”. Por delante tendrán casi 5.000 kilómetros de lucha contra el crono hasta llegar a la línea de meta en Yanbu y aunque todo “queda un poco el aire” y la estrategia la marcarán las etapas, el copiloto español sí tiene claro cuáles son las fortalezas de una pareja que ya sabe lo que es conquistar el Touareg.

“El respeto dentro del coche es importante”

“Me da tranquilidad el no tenerme que preocuparme de la parte de conducción. Yo me encargo de la parte de valores del coche y de la navegación y sobre todo, lo que es importante es el respeto dentro del coche y la calma, el poder transmitir tranquilidad. Pero tranquilidad de seguridad, no tranquilidad de pasotismo”, explica Lucas, sobre cómo funcionan las cosas dentro de un habitáculo en el que “a veces es complicado convencer al piloto”: “Hay veces que Carlos tiene un ‘input’ muy claro, una pista muy marcada y eso hace que hayan inconvenientes, porque igual tú has de ir por la pista que es menos visible”.

De esas situaciones podrán encontrarse a menudo en una etapa 48 horas donde podrán tener “way points diferentes” entre un coche y otro. A pesar de las dudas que le surgen a Lucas sobre “cómo van a encontrar la solución para proporcionar un equilibrio en esto”, el copiloto español sabe que simplemente debe basarse en la información que tenga en cada momento para sobrevivir a dos etapas que, en parte, preocupan menos que la penúltima especial. Conocida como “la de las piedras”, en Audi saben muy bien cómo es un recorrido que los pinchazos hicieron inolvidable en 2023. Y seguirá siendo así porque la marca de los cuatro aros estuvo “haciendo test allí y ya podías poner ruedas de madera que pinchabas igual”. Así que sólo vale apelar a la suerte.

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