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DAKAR | JOAN BARREDA

“El Dakar es una lección de vida”

Barreda es uno de los pilotos a los que más ha castigado un rally, que ha terminado liberándole: “Después de vivir cosas así, te da menos miedo el futuro”.

Riad (Arabia Saudí)
“El Dakar es una lección de vida”

“Me siento más que contento, sea cual sea el resultado de este Dakar”. Estas palabras pueden sonar a despedida, pero realmente son las de un piloto que ha superado situaciones límite intentando grabar su nombre en la historia del Dakar. Joan Barreda (Castellón, 39 años) ha protagonizado historias imposibles para acabar sin una recompensa que no es una obsesión. Su ídolo, Damon Brazo, en motocross nunca llegó a ganar, y aunque en esta edición él está buscando su corona, simplemente está aquí porque vive por y para la moto... a su manera. “Cada uno es como es” y en el caso del castellonense, su figura ha acabado siendo un ejemplo que justifica todo el sufrimiento que ha vivido en la competición: “Ver que alguien se identifica conmigo, simplemente es increíble”

―¿Le ha sorprendido la exigencia de este Dakar?

―Si que ha sido duro para mí. He visto que ha subido el listón. No me lo esperaba tanto, la verdad, porque al final siempre comentan que va a ser más duro, pero siempre por una cosa u otra acaba rebajándose. Ha sido durísimo, sobre todo por el tema del frío. Es una cosa que no nos damos cuenta, pero el sufrimiento que llevamos en los enlaces hace que no descanses, que no recuperes. Eso te va machacando día a día y cuando llevábamos el cuarto o quinto día se notaba fatiga.

―¿Cómo cree que será la segunda semana?

―Va a ser exigente físicamente también, pero no hay que olvidarse que llevamos casi 6000 kilómetros. Todo eso se va acumulando y tendrá un papel importante la mecánica y la durabilidad. Hay que estar en todo, no puede fallar nada, tiene que ir todo perfecto para poder llegar al último día con opciones de ganar.

―Habla de la mecánica y la fiabilidad, pero también será importante ser fuerte mentalmente ¿no?

―Tienes que estar mentalmente preparado, es duro. Los enlaces esos con tanto frío... tienes que mantenerte motivado y después en las etapas tan largas lo mismo. Hay que estar concentrado, ‘focus’ ahí, tienes que estar como intentando mantenerte siempre en la buena posición encima de la moto, que vaya todo perfecto y atacando al máximo. Ese es el ritmo que hay ahora en el Dakar, una manga de motocross de cinco horas pero encima sin poder fallar. Antes siempre había fallitos, pero ahora muy pocos.

―Dice que es duro, pero ¿cuál ha sido su experiencia más dura en el Dakar?

―Sin duda cuando me rompí la mano en Argentina en el test. Mi carrera de rally tuvo ahí un punto de inflexión. Tuve que operarme cuatro veces, estuve dos años operándome y corriendo con varios huesos rotos... Psicológicamente ahí llegué antes de la última operación ya retirado. Me saturé, no daba más. Lo había probado todo, iba a entrenar y no podía entrenar, iba a las carreras y no estaba bien físicamente... Era una inercia que no podía salir de ahí. Recuerda mucho a Márquez que también ha estado dos años ahí... Las cosas a veces son pequeñas cosas que se van juntando, pero gracias a Dios la última operación salió bien. Ahí cambié el chip y volvieron las ganas de estar encima de la moto.

―Cuando se ve aquí, ¿todo eso merece la pena?

―Sí, sí. El Dakar, ostras, es una lección de vida. Después de vivir cosas así, de pasar baches así, te da menos miedo el futuro. Dices, ‘claro que me van a venir problemas, pero los voy a solventar igual que muchos otros’. No hay que tener miedo.

―Le ha pasado de todo, pero además últimamente muestra sus lesiones en redes sociales. ¿Es una consecuencia de que se dudase el año pasado de eso? Porque no habría que dudar de las lesiones...

―Tienes toda la razón, pero sí que es verdad que el año pasado me vi en una situación que no me gustó nada. Incluso después de haber dicho que me lo había roto tuve que decir que no, que podía continuar, y que estaba bien. Así que este año dije, lo voy a poner y que cada uno juzgue por sí solo, como aquí son todos médicos, pues ya está (risas).

―¿Se siente infravalorado?

―Para mí no. Por los números de la clasificación sí, está claro porque viendo la clasificación y el historial de todo lo que he hecho en el mundo del rally, pues no se ha premiado con el Dakar aunque haya ganado casi todos los rallys de la copa del mundo. Pero mi sensación no es para nada esa. Al revés. Al ir a los sitios ves que estás súper bien reconocido por la industria del rally, por la gente... Está claro que no se ha ganado, pero sí que la gente ha entendido un poco mi forma de hacer. A mi estilo, a mi manera. Ahora es más normal, todo el mundo es como yo, pero en su momento no era tan así con tantos pilotos dando gas y corriendo así de esa manera. Al final, solo con que una persona te diga algo como muchos me mandan mensajes de inspiración, eso es lo que al final es más importante y te llena. Te diré una cosa, desde pequeño mi ídolo (Damon Brazo) en motocross nunca llegó a ganar. Era el ídolo por su manera de ser, por su talento, por su estilo encima de la moto. Nunca llegó a ganar, pero para mí era el mejor y ha sido mi ídolo de toda la vida. Luego en MotoGP estaba Kevin Schwantz o gente así, que tiene ese estilo de gas y de pilotaje. Yo ahí me he sentido identificado y eso al final, sin darte cuenta, te hace tirar para ahí. Todos te dicen para allá, pero tu vas para ahí. Pero es como tiene que ser, cada uno es como es.

―¿Cree que tiene un punto de locura?

―Yo tiro siempre para adelante. En el rally tienes que tener la cabeza bien, es increíble la de cosas que tienes que controlar. Tienes que estar súper centrado y no hay ni un solo piloto que esté loco. Es verdad que me gusta subirme a la moto, tener sensaciones y disfruto. Pero esas sensaciones son las que me hacen ser como soy, lo que realmente siento como piloto. Que corto gas, vale, pero ya no me lo paso tan bien. Por eso después de tantos años sigo aquí, por lo que siento encima de la moto.

―Se habla mucho de un último Dakar.

―La moto me encanta, pero también sé que el Dakar a este nivel tienes que estar muy perfecto. Un poco por naturaleza sería así, pero después del Dakar tendré todo el tiempo para decidir. Pero sería lo normal. Me siento más que contento, sea cual sea el resultado de este Dakar, por toda la carrera y todo lo que he hecho.

―Cómo le gustaría que recordasen a Joan Barreda.

―A mi lo que realmente me llena es la gente que encuentra una inspiración en lo que yo he hecho. Igual que yo lo encontré viendo a mis ídolos. Ver que alguien se identifica conmigo eso es increíble, simplemente increíble poder conseguir eso.