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DAKAR

Audi tiene que decidir su futuro

El prototipo híbrido sufre en un Dakar donde aspiraban al podio. Su continuidad depende de cómo vaya el desarrollo y la entrada a la F1, no afectará el plan.

Shaybah (Arabia Saudí)
Audi's hybrid Spanish driver Carlos Sainz reacts by his car after a crash during Stage 9 of the Dakar 2023 rally between Riyadh and Haradh in Saudi Arabia on January 10, 2023. (Photo by FRANCK FIFE / AFP) (Photo by FRANCK FIFE/AFP via Getty Images)
FRANCK FIFEGetty

Desde que el proyecto de Audi para el Dakar se hizo realidad, Carlos Sainz supo recordar de manera incesante la valentía que suponía intentar conquistar el desierto con un prototipo eléctrico, el cual, se convertía en el mayor desafío del madrileño y el resto del equipo hasta el momento. La marca alemana se atrevió con algo inédito que resultaba tan atractivo como intrigante. Sobre todo porque su primera generación llegó limitada de kilómetros y hubo que descubrir todos los peros sobre los que trabajaron a lo largo de 2022 en la fábrica de Neuburg. Hicieron un coche para ganar, “las cosas principales” se hicieron de cara a este Dakar, pero nada más pisar Yanbu, Rolf Michl, máximo responsable de Audi Motorsport, sabía que “en el desierto siempre hay que tener suerte”.

El alemán esperaba salvar los infortunios con algún podio de la segunda generación del RS Q e-tron, se sentían “muy bien preparados”, como comentó Michl con AS, pero en su primera toma de contacto con el Dakar vivió en primera persona lo que es el rally más duro del mundo y por qué. De manera simultánea Audi perdió a sus dos grandes bazas con un accidente doble inédito en la carrera. Peterhansel abandonaba en la Etapa 6 y Sainz continuaba reenganchado, para correr la misma suerte que su compañero nada más regresar del descanso. Se rompieron los esquemas por completo y entre las convicciones del equipo, comenzaron a surgir dudas en algunos aspectos que parecían tener controlados como la amortiguación.

Las precipitaciones sacaron a relucir un punto débil que se convirtió durante gran parte de la carrera en su talón de Aquiles. De hecho el día que abandonó Carlos, Ekstrom probó “otro set up de amortiguadores que parece que funcionó mejor” como informó el madrileño durante su despedida, pero ahora la duda que surge es qué pasará con un proyecto que nació con tres años de vida y después de dos, todavía no ha cosechado grandes éxitos. Sainz espera que su etapa junto a Audi termine viviendo el mismo final que junto a Volkswagen (con quien ganó su primer Touareg en 2010). Pero Michl dejó la continuación del proyecto en el aire cuando este medio le preguntó por lo que pasaría a partir de 2024 (cuando cumplirían su tercer año): “Veremos cómo va el desarrollo. Hemos dado un gran paso delante de la primera a la segunda generación y creo que el rendimiento y la reducción del coeficiente con la de peso ha sido bastante impresionante. No excluiría ninguna opción (sobre si continuarán o no), pero miraremos principalmente al rendimiento y luego decidiremos”.

Este Dakar abre un “periodo de reflexión” para la marca alemana como lo calificó Sainz, en el que además de hacer valoraciones internas, también habrá que “analizar muchos datos, pero no solo por parte de Audi, sino por otras partes en ese Balance of Performance”. Lo harán en el mes de enero cuando se reúnan con la FIA para tratar de igualar sus limitaciones con las del resto de participantes de la categoría que siguen compitiendo propulsados por un motor convencional. Con el podio que buscaban en esta 45ª edición pretendían demostrar que Audi “no solo participaba”, pero tanto eso, como el Dakar perfecto para Audi que hubiese terminado “con todo el equipo sano en la meta de Dammam”, tendrán que esperar.

La llegada de la F1

En paralelo la fábrica de Neuburg seguirá acogiendo diferentes proyectos en la competición, más allá de el ambicioso reto del Dakar. La gran novedad será su participación en la F1 a partir de 2026 y pese a que “por supuesto, será el mayor proyecto de motorsport en Audi, el resto de los proyectos están dentro del plan de ciclo de los deportes de motor”. ¿Qué quiere decir eso? Que “el proyecto del Dakar está claramente planificado hasta 2024″ y las necesidades que exija el desembarco de la marca alemana en el Gran Circo, no deberían influir en absoluto en el rumbo que decidan tomar en el Dakar. “Lo único que no sabemos es si algunos de los especialistas cambiarán al proyecto de la F1″, reconoce Michl, y junto a una planificación que de momento tiene fecha de caducidad, están en el mítico raid “para lograr un podio”. Lo que pasará después, todavía está en el aire.