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MOTOGP

Stoner se enfrenta de nuevo a la fatiga crónica: "Si piloto, me paso una semana en el sofá"

El australiano confiesa que vuelve a padecer el síndrome por el que se perdió tres carreras del Mundial en 2009: "No tengo energía para hacer cosas".

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Stoner en el garaje de Ducati durante la pretemporada de 2017 en Sepang.
MOHD RASFAN

Fue uno de los grandes talentos de MotoGP y sin embargo, a sus 27 años, se vio obligado a colgar el casco mucho antes de lo esperado debido al síndrome de la fatiga crónica. Casey Stoner, que se despidió del Mundial como piloto en 2012, no pudo continuar ampliando su leyenda y previamente a su adiós, ya se perdió tres carreras de la temporada 2009 a causa de una enfermedad que le impide mantenerse "en forma y saludable" como ha confesado en Rusty's Garage.

Tras haberse visto obligado a abandonar también otras actividades con las que disfrutaba como el tiro con arco, el australiano ha hablado abiertamente sobre su condición física: "Tengo un problema que hace que mis costillas se salgan con frecuencia y estén conectadas a las vértebras. Se salen de lugar y eso me destroza la espalda". ¿Las consecuencias? "Tengo fugas en los discos, lo cual ejerce presión sobre el vertebral y sale un poco de líquido que ejerce presión sobre el nervio y me provoca espasmos".

La última vez que el expiloto de MotoGP se subió a una montura fue en un test de pretemporada junto a Ducati en enero de 2018. Entonces cumplió con su misión como probador, pero ahora no tiene "la energía para pilotar". "Si lo hiciese tendría que quedarme una semana entera en el sofá. Es un poco frustrante porque no puedo hacer cosas con las que disfruto mucho", continúa, para narrar su última aventura en moto: "Fue hace sólo un par de semanas, en Estados Unidos, durante mi cumpleaños. No apretamos ni nada, pero me afectó lo suficiente".

Pese a que el bicampeón asegura que ha experimentado mejoras durante los últimos meses, volver a pilotar todavía queda lejos: "He ido progresando con medicamentos nuevos que estoy tomando, pero no estoy cerca de volver a entrenar y salir a hacer cosas. Al contrario, me deja en el sofá durante una semana más o menos, o al menos cuatro o cinco días, y eso hace que la situación sea también complicada para mi mujer".