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24 HORAS DE LE MANS

El Porsche número dos se lleva la victoria en un caótico Le Mans

Solo terminaron dos coches en la máxima categoría con dos LMP2 en el podio final tras multiples averías. Antonio García perdió la victoria por poco en el tramo final.

El Porsche número dos se lleva la victoria en un caótico Le Mans
JEAN-FRANCOIS MONIERAFP

Derretía hierro, fibra de carbono y goma de neumático, pero sobre todo dejaba en nada ilusiones, sueños y esas cosas que se imaginan, ya saben cuando pensamos en lo mejor y después la vida nos dejaba con el alma helando en la mano. Hacia calor, rondaba los 35 grados el termométro oficial del circuito de Le Mans, el lugar mágico de la carrera de 24 horas en la que todo puede cambiar en un instante.

 Hay veces que la existencia se empeña en hacer realidad los tópicos, en dar la razón a los que inventan frases para todas las épocas. No sabemos quien fue, quizá la máxima nació con la primera carrera de coches de la historia. “Todo puede pasar hasta que la bandera de cuadros…”. Y así fue. O casi. Porque esta edición de las 24 Horas de Le Mans ha sido una sucesión de incidentes, de destinos y suertes que finalmente ha dado la victoria al Porsche número 2, y en lo más alto del podio ya brillan las sonrisas eternas de Timo Bernhard, Earl Bamber y Brendon Hartley, pilotos semidesconocidos para el gran público, pero que son auténticas figuras en el universo de las carreras de Resistencia.

Pero para que finalmente el coche alemán lograse la victoria tuvieron que pasar cosas. Muchas cosas. Recordemos que el Toyota número siete venía de lograr la pole y desde el principio se mostró como el coche más veloz, lideró la prueba durante algo más de diez horas con una ventaja de casi un minuto sobre el Porsche número 1. Pero la noche pudo con los japoneses. No power. Esa frase amiga de Fernando Alonso, quiso apoderarse de las ilusiones de Kamui Kobayashi que se quedó sin potencia en plena recta principal y tras varios intentos a la 1:10 de la madrugada no pudo continuar. Embrague, cuentan.

Entonces el liderato que daba en manos de otro ex piloto de F1, Sebastien Buemi con el Toyota número ocho, le cambiaron parte del motor y continuó, pero lejos. Acabaría segundo, a diez vueltas del ganador. Pero fue el otro coche de LMP1 que terminó la carrera. El Porsche ganador y ellos. Nada más.

El otro Porsche llevaba entonces gran ventaja sobre el resto, pero ya al llegar la mañana tuvo un problema en la presión del aceite y Lotterer, que en ese momento llevaba el coche, tuvo que parar. Comenzaba entonces, a pocas horas del final una nueva carrera en la que el Porsche número 2 intentaba dar caza al sorprendente líder, el Oreca del equipo de Jackie Chan, sí el actor de Hollywood, el de las películas de peleas locas y aventuras varias. La diferencia de rendimiento era evidente, pero el coche alemán también había tenido problemas y estaba por detrás.

Pero a poco menos de una hora del final y después de tres horas de liderato para los Ho Pin Tung, Thomas Laurent y Oliver Jarvis que ya se veían haciendo historia, fueron adelantados por el coche oficial de Porsche. Pero fueron segundos, y terceros otro Oreca de LMP2, el de Pique Jr., Hansson Heinemeier y Beche. En la categoría reina la emoción resultó a golpe de avería. Pero en LM GTE Pro la protagonista fue la velocidad, hasta el final. Y a falta de pocas vueltas para el final la lucha entre el Corvette de Antonio García, Jan Magnussen y Jordan Taylor contra el Aston Martin de Turner, Adam y Serra era de menos de un segundo. Al final se le fue la victoria, por poco, al coche del español. Un toque cuando lo llevaba Taylor con el Aston Martin de Adam le dejó sin su cuarto triunfo. Tercero final. Quinto fue Molina con el Ferrari.

El charro Antonio, que sueña con ganar Le Mans en la general haciendo equipo con su amigo Fernando Alonso, es uno de los más grandes, el más completo, dicen… ¿les suena? Pero incluso eso, como en la F1, a veces no vale en Le Mans donde el sol derrite hierros e ilusiones y al final ganan los alemanes. Como siempre.

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