Los correos de Alonso y De la Rosa, decisivos

Fórmula 1 | El escándalo del espionaje

Los correos de Alonso y De la Rosa, decisivos

Los correos de Alonso y De la Rosa, decisivos

La FIA publicó ayer la resolución completa del caso, confirmando la trascendencia de la información de los pilotos: "Sus datos fueron altamente relevantes para la investigación. Hamilton dijo no tener nada"
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Hace ahora una semana, AS adelantó que Fernando Alonso y Pedro de la Rosa habían proporcionado a la FIA la nueva evidencia que motivó la convocatoria del Consejo Mundial contra McLaren. Siete días después, la Federación lo confirma en su sentencia, bajo el epígrafe 'La Nueva Prueba': "Les solicitamos a los tres pilotos de McLaren si tenían alguna información relevante. Hamilton dijo no tener nada. Alonso y De la Rosa enviaron correos que el Consejo Mundial consideró altamente relevantes. Los correos mostraban inequívocamente que la información de los mismos era confidencial y que sabían que la información la recibió Coughlan de Stepney".

Hay que aclarar, en cualquier caso, que se trataban de conversaciones de marzo respecto a lo que suministraba el jefe de diseño de la escudería y nada que no sea habitual en los equipos, que siempre se intercambian datos de los rivales. Y que dieron los e-mails después de ser amenazados con perder la superlicencia. Lewis Hamilton a punto ha estado de tener que dejar las carreras después de que sancionaran a su equipo.

Además, la sentencia habla de otras pruebas, pero no especifica la de los verdaderos espías, Stepney y Coughlan, porque están en los tribunales y bajo la jurisdicción civil. A McLaren la han condenado sin pruebas de que haya piezas en su coche copiadas de los Ferrari. La sentencia afirma: "Han obtenido cierta ventaja deportiva de la información de sus rivales y han tenido la clara intención de probarla. Las pruebas demuestran que se manejaba esa información confidencial dentro de la escudería".

Las comunicaciones de Pedro y Fernando se dividen en varios apartados. Los pilotos están enfadados con el hecho de que se hagan públicas, ya que los colocan como culpables de una situación en la que sólo son testigos. El primero de ellos se refiere a la distribución de pesos. El catalán le escribe a Coughlan sobre el reparto de los Ferrari: "Hola, Mike, ¿sabes la distribución de pesos del coche rojo? Serían importante para nosotros saberlo para probarlo en el simulador. Gracias, Pedro. P.D.: Yo estaré en el simulador mañana". Pedro confirmó al Consejo que recibió los datos precisos de su jefe de diseño.

El 25 de marzo le pasa a Alonso el reparto que tuvieron sus rivales en Australia. Y contesta: "Su reparto de pesos me sorprende. No sé si es al 100% fiable, pero al menos requiere atención". A lo que el catalán replica: "Toda la información de Ferrari es cierta. Procede de Nigel Stepney, su antiguo jefe de mecánicos. No sé el puesto que tiene ahora. Es la misma persona que me dijo en Australia que Kimi pararía en la vuelta 18. Es muy amigo de Coughlan, nuestro jefe de diseño, y quien se lo dijo".

Posteriormente, ante el Consejo, De la Rosa aclaró que la distribución de pesos era tan distinta a la del F2007 que decidieron no probarla. Según afirma la sentencia: "Paddy Lowe nos aclaró también que es un grupo de ingenieros quien decide lo que debe probarse en el simulador".

En ese mismo correo del 25 de marzo, Pedro identificaba el gas con el que los coches rojos hinchaban sus ruedas y evitaban el blistering en los neumáticos posteriores: "Debemos intentarlo, es fácil". A lo que Fernando replicó: "Es muy importante probarlo. Tienen algo diferente al resto. Hay algo más y puede ser la clave. Esperemos poder probarlo durante el próximo test, y debe ser prioritario". De la Rosa le dijo: "Estoy de acuerdo, debemos probarlo".

De la Rosa dijo al Consejo Mundial que los técnicos de Bridgestone le contaron que no era útil y también decidieron no emplearlo en el monoplaza. También se describió el sistema de frenada de Ferrari y que estaban trabajando en algo similar. Y el probador proporcionó un e-mail suyo a Coughlan en el que le preguntaba cómo era el sistema de frenada de Ferrari. En fin, aunque parezca increíble, en la sentencia parece que fue el reserva de McLaren quien tomó en París las riendas de la defensa de su equipo.

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