Qué hombres recibieron los Anillos de Poder y quiénes son los Nazgul

La serie ‘Los Anillos de Poder’ de Amazon Prime Video es una precuela de ‘El Señor de los Anillos’ de J.R.R. Tolkien. Basada en el trabajo del profesor, esta producción se ambienta durante la Segunda Edad, es decir, en un período de relativa paz. Y utilizamos la palabra ‘relativa’ a conciencia, puesto que algo se está fraguando en la Tierra Media. No en vano, esta fue la época en la que el señor oscuro Sauron se alzó aprovechándose del poder de los anillos. Los Nazgul, también conocidos como los espectros del anillo, no siempre fueron seres ligados a la oscuridad.

Todo comienza con la forja de los anillos de poder. Celebrimbor, de la casa Fëanor (la misma familia que mantiene una dura disputa con Galadriel), gobernaba Eregion en la Segunda Edad. Este príncipe fue el creador de los tres anillos que recibieron los elfos, los siete a los enanos y los nueve entregados a los hombres, todos ellos monarcas de distintos territorios. Después, con todo dispuesto para dominar el mundo, fabricó el Anillo Único, destinado a dominar todos los demas.

La corrupción de los anillos: de reyes a esclavos

Cegados por la ambición, el dinero y la fama, el lazo del Único fue estrechándose, corrompiendo poco a poco a los nueve. Con el tiempo, los soberanos terminaron convertidos en meros esclavos del señor oscuro, espectros del anillo capaces de detectar a cualquiera que lo portara en sus dedos. Sin darse cuenta, quedaron unidos para siempre a la infuencia de Sauron, así que cuando este desapareció, también lo hicieron los Nueve.

J.R.R. Tolkien no nombró a ninguno de estos reyes ni tampoco a los Nazgul, a excepción del Rey Brujo de Angmar y de Khamûl, este último lugarteniente de Sauron en la Tercera Edad y (muy brevemente) Señor de los Nazgul. Todos ellos desaparecieron sin dejar rastro cuando su señor fue derrotado después de que hombres y elfos se aliaran en batalla. Por desgracia, Isildur, rey de Arnor y de Gondor, fue incapaz de destruir el Anillo Único en el Monte del Destino. Decidió quedárselo para sí mismo, y él también fue corrompido por su retorcido poder.

Sauron y los Nazgul lograron sobrevivir, pues sus destinos estaban ligados irremediablemente al del Anillo Único, aunque perdieran sus formas espectrales. Sin embargo, cuando la endemonidada joya pasó de las manos de Gollum a las de Bilbo, su regreso ya estaba más que garantizado. El resto lo vemos en El Señor de los Anillos, cuando el hobbit Frodo Bolsón se une a la compañía y logra triunfar donde Isildur fracasó. Destruido el Anillo Único, los espíritus de los Nazgul se evaporaron con el de su amo.