Spiderman Noir. Un Peter Parker oscuro, violento y activista

Algunas de las mejores historias de los superhéroes de Marvel han surgido de la combinación del cómic tradicional con otros géneros: mitología, espionaje, bélico, terror… para dar lugar a un producto nuevo en el que los personajes conocidos eran abordados desde perspectivas inusuales.

En esta categoría entraría de lleno ‘Spiderman Noir’ un excelente trabajo que coloca a Peter Parker en una época poco explorada por el mundo del cómic: la Gran Depresión. La idea de este nuevo universo surge de Fabrice Spolsky, una de las figuras más relevantes del cómic francés, y que trasladó a su amigo David Hine la posibilidad de una historia diferente, con un Spiderman mucho más oscuro al que Marvel nos tiene acostumbrados.

Tras un no rotundo que duró apenas unas horas, David y Fabrice se pusieron mano a mano para crear un relato en el que estaban presentes todas las fichas conocidas: la tía May, el Duende, Ben Urich, la Gata Negra, el tío Ben, Buitre, Kraven… pero todos ellos con unos roles bien diferentes. Hine cuenta de nuevo el nacimiento del vigilante, que aquí tiene más de Batman que de Spiderman, de una manera original que nada tiene que ver con lo contado por Stan Lee. La araña radioactiva se convierte en una maldición que entroncaba directamente con la sufrida en esa época por Howard Carter tras descubrir la tumba de Tutankamón.

Retrato social de los perdedores

Una de las principales virtudes del dúo de guionistas es retratar la miseria en la que se instaló la sociedad norteamericana tras el crac del 29. Para ello se sirve de la tía May, convertida aquí en activista comunista cuyo marido fue asesinado por la mafia. Pero esta no es más que la mano ejecutora de una corrupción que se extiende por la política, la policía y el tejido empresarial.

La historia está cocinada con todos los buenos ingredientes de la novela negra: submundo criminal, mujeres fatales, investigadores, mafia, asesinatos, juegos de poder… todo ello se integra en el cómic de manera orgánica. La Nueva York de Noir es oscura y sucia, muy parecida a Gotham City.

Spiderman el gran cambio

Todos los cambios en el escenario hubieran quedado en nada si no fuera porque nos encontramos con un Peter Parker que muy poco tiene que ver con el que se conoce. Al igual que su tía May, lucha por acabar con los criminales que mataron a su tío, pero sus motivaciones no son tan justas, simplemente busca venganza y para ello no duda en usar un revólver si la situación lo justifica, un Raylan Graves un año antes de la serie. Aquí vuelve a producirse una identificación con Batman, que en su origen también se libraba de los criminales a base de plomo.

Enemigos conocidos

Hine y Sapolsky rescatan gran parte de los viejos enemigos de Spiderman para construir una banda de mafiosos a la orden del Duende, entre todos ellos destaca la reinterpretación que se hace de el Buitre que, inspirado en el Nosferatu de Murnau, se convierte en una figura inquietante. El gran villano, el Duende, queda un tanto deslucido porque quizá sus autores no han querido convertirle en el gran enemigo de Spiderman, el verdadero adversario es el sistema corrupto que oprime a la sociedad y que elimina a todos aquellos que alzan su voz contra él.

Gran trabajo visual

Carmine Di Giandomenico es un dibujante italiano que tras triunfar en su país desembarcó en Marvel en 2005 en la serie ‘What if…’, de ahí pasó a Daredevil y en 2009 consigue su primer gran reconocimiento en USA con Spiderman Noir. Su estilo, al igual que pasaría tres años después con la también excelente ‘Magneto. Testamento’, se adapta perfectamente a un relato oscuro, donde se reflejan las miserias de una sociedad enferma. Emplea estructuras de página sencillas, con dibujo a sangre y rellenando el espacio entre viñetas con negro para oscurecer aún más un cuadro donde las sombras y los tonos oscuros lo copan todo.

Conclusión

‘Spiderman Noir’ es una apuesta valiente que consigue con los mismos ingredientes un plato delicioso y radicalmente distinto. Una historia que mezcla lo mejor de la novela negra, la crítica social y el cómic.

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