Gaming Club
Regístrate
españaESPAÑAméxicoMÉXICOusaUSA

Magic

El tesoro de los dragones de Fizban, o cómo ser, crear y entrenar a tu dragón

Es una de las guías más interesantes de D&D de los últimos años con montones de ideas para ambientar tus partidas con estas bestias aladas.

Daniel Martín
Actualizado a
El tesoro de los dragones de Fizban, o cómo ser, crear y entrenar a tu dragón

Los amantes de las mascotas estamos de enhorabuena, y es que tenemos entre manos una rica guía con montones de ideas para ambientar tus partidas con estas bestias aladas, dando así mucho más uso a las criaturas más míticas del universo de D&D.

Tocar el tema de los dragones en un juego que se llama… bueno… eso mismo y mazmorras no es moco de pavo. Probablemente es la criatura más icónica pero, por contra, su presencia en las mesas de juego es bastante escasa. Dungeons vas a disfrutar, probablemente hasta hartarte, desde que arrancas tu aventura con tu pobre personaje a nivel 1. Pero estos monstruos del demonio son todo un quebradero de cabeza, tanto para jugadores que quieran tener un encuentro con ellos y no salir de él con el flequillo peinado a fuego, como para masters que ven muy difícil introducir una criatura así en su aventura sin mandar la partida a un pozo de caos y frustración.

Pues estás de suerte viajero, ya que gracias a esta guía vamos a perder el miedo a dirigir o jugar a estos bicharracos tanto en oneshots como en campañas. De hecho diría que puede ser una de las guías más interesantes de D&D de los últimos años. ¿No me crees? Pues te voy a dar unas cuantas razones por las que este libro no puede faltar en tu estantería rolera.

Ampliar

Si eres jugador: ¿Yo? ¿Un dragón? ¿Dónde tengo que firmar?

En cuanto a las opciones como jugadores, el Manual del Jugador ya nos permitía elegir Dracónido como raza interpretable. Eso sí, de forma un poco genérica para lo que el tipo de personaje podía dar. En este manual se exploran 3 tipos de razas dentro de la dracónida (Cromáticos, Gema y Metálicos), para dar un poco más de profundidad a los personajes que la elijan. Pero lo verdaderamente interesante son las subclases.

¡Atento! Antes de empezar vamos a hacer una cosa. Ve por el rollo de papel absorbente más cercano a tu ubicación. ¿Ya lo tienes? Cubre el teclado o la mitad del móvil (lo que estés usando para leer esto) con un trozo. ¿Ya lo tienes? Luego me das las gracias. Sigamos…

Por un lado, una de las cosas más chulas que trae este suplemento es la subclase de explorador: Dracoguardian. Te lo describo en cuatro palabras clave: TENER. TU. PROPIO. DRAGÓN. (Vale, acabas de salivar encima del papel sin manchar el teclado o el teléfono ¿verdad? De nada. Siempre a su servicio, viajero). Y es que esta subclase permite tener de mascota tu propio dragón que irá creciendo en tamaño y poder según subas de nivel (sí, le puedes llamar Desdentao, Pikachu, Smaug o como te dé la gana). ¡Incluso podrás usarlo de montura en niveles altos! Y si esto no es suficiente, la subclase para Monje: Camino del Dragón ascendente. Con habilidades como “Aliento de dragón” para lanzar energía dracónica o “Alas desplegadas”, que te permitirá volar con unas alas de dragón espectrales. Esta subclase es de lo mejorcito (o lo mejor) para Monje y la hará una clase top tier en tu mesa de juego. Además, si tu personaje es usuario de cualquier otra clase tienes unas nuevas “Dotes Dracónicas” para hacerte todo un usuario de los poderes draconianos. Vamos que “Shut up and take my money”, ¿no?.

Ahora imagina que eres un mago, un druida o un hechicero en una misión de infiltración en una guarida de una banda draconiana cuando tu compañero el bardo, el cual es insoportablemente torpe, alerta a unos “Soldados de infantería draconianos” (si quieres saber lo que son, lo encontrarás en este mismo manual). Resignado decides encargarte tú del entuerto, das un paso al frente y canalizas desde un medallón con cabeza de dragón un conjuro que te aporta rasgos de dragón, alas y un aliento de fuego.

“¡¡Meteos con alguien de vuestro tamaño!!”, ruges mientras cargas contra los soldados.

Y es que, otra cosa super interesante es el apartado mágico, en el cual disponemos de una lista de “Magia de los dragones” con hechizos de todo tipo de niveles desde 2 a 7 que harán las delicias de cualquier lanzador de conjuros. También contamos con una sección de objetos mágicos cargados de poder como, una “Bufanda de platino” con escamas, que al arrancarlas permite crear instantáneamente objetos mágicos como martillos o escudos de platino o ¡la mítica Dragonlance! .

En este apartado también se añade un concepto que puede dar mucho juego: “Dones Dracónicos”. Son poderes adquiridos por los objetos al estar en los tesoros custodiados por un dragón. Dependiendo del nivel de poder de este, imbuye un don más raro o más común y su poder se irá disipando si alejamos el objeto de la criatura.

Ampliar

Si eres Dungeon Master: ¿Qué hago con está cosa tan enorme?

Si te estaba gustando esta proposición dracónicamente indecente prepárate porque ahora viene lo bueno y es que, para nuestro gusto, esta guía destaca sobre todo en el material para DMs. Empezando por la creación de un dragón PNJ, muy, muy completo, gracias a montones de tablas para aleatorizar desde rasgos físicos como defectos, secretos o costumbres que harán que nuestro amigo (o enemigo) alado sea único en su especie. Pero no se para ahí. Podremos elegir todas las fases del mismo: desde reproducción, huevos, fase joven y adulta, hasta su muerte o encarnaciones.

A nivel de juego, tendrás infinidad de opciones e ideas para tu partida, desde one shots y aventuras de un par de sesiones, hasta campañas largas y una creación detallada.

Pero lo más interesante sin duda son las “Guaridas de dragón”. Es alucinante el currazo que se han pegado, ya no solo para poder dar mucha información detallando cualquier guarida de cada tipo de dragón con su tesoro correspondiente, siempre usando tablas para poder generarlo todo en un momento y de forma aleatoria, si no que encima, añaden 15 mapas de guaridas de dragones distintos, perfectamente precisas, en las cuales se podría dirigir una sesión o añadirlas a cualquier partida o campaña en curso. ¡Al uso son 15 posibles aventuras, generadas en 8 o 10 tiradas de dado, para sentarse y dirigir!. Teniendo en cuenta que este tipo de manuales suelen traer un par de aventuras o campañas cortas de 3 o 4 sesiones y poco implementables en tus partidas, el cambio es simplemente perfecto. Solo por esto ya merece la pena gastar tus monedas de oro, sin lugar a dudas.

Y por si fuera poco, la guinda de este pastel de fuego y escamas la pone el bestiario. Más de 50 criaturas con valor de desafío desde 1 ⁄ 8 hasta 30. Si, has oído bien, aspectos de Tiamat o Bahamut serán incorporables a tus partidas si quieres que tus jugadores sufran una muerte espantosa y no quieran volver a jugar en tu mesa. Pero si eres más permisivo, también encontrarás monstruos muy utilizables en partidas de todos los niveles, como “Soldados o Magos dragón”, para poder usar como pertenecientes a una banda draconiana, “Dragones jóvenes” de distintos tipos o criaturas adaptadas a las mazmorras de un dragón, como los “Mimeto del tesoro”, versiones de los Mimetos cofre clásicos pero infinitamente más grandes con los que pegar tremendos sustos a los aventureros desprevenidos.

En resumen, un suplemento absolutamente disfrutable a modo de lectura, una tremenda navaja suiza para directores de juego y un buen power up para que los jugadores disfruten más de sus personajes. Por todo esto y mucho más que encontrarás en ella, no podemos dejar de recomendar esta guía que no puede faltar en las estanterías de todo aquel que ame a los dragones (y a las mazmorras), o de los que simplemente quieran ir adentrándose en el mundillo.

Aquí nos despedimos, pero antes de irnos de vacaciones nos gustaría comentar unas cosas que los dragones no hacen:

-Un dragón no conduce con prudencia.

-Un dragón no se pone crema para el sol.

-Un dragón no hace la digestión antes de bañarse.

-Un dragón no salta desde un balcón a la piscina (bueno, esta a lo mejor sí la puede hacer).

En estos casos, no seas un dragón,... ¡¡¡que queremos veros a la vuelta!!!

¡¡¡Hasta la próxima!!!