‘Bailarina’, una película entre el tributo y la copia descarada a ‘John Wick’

Durante el pasado mes de octubre, ‘Bailarina’ fue de las películas de Netflix más vistas, por lo que atrajo a muchos espectadores y fans de ‘John Wick’ de todo el mundo, quienes querían ver la cinta del surcoreano Lee Chung-hyeon, una historia de acción y venganza (algo repetido en el cine de este género) en el que una exguardaespaldas llamada Ok-Ju (Jeon Jong-seo) se hace amiga de una bailarina llamada Min-Hee (Park Yu-rim) y que tras un tiempo de conocerse, la encuentra muerta en su bañera, lugar en el que aparece una nota pidiendo que tome represalia, entregando una pista, el nombre Choi Pro (Kim Ji-hoon), un supuesto chef.

Tras ello, la protagonista comienza a investigar por todos los caminos posibles hasta encontrar al culpable que provocó el suicidio de su amiga. Con mucha determinación y sed de venganza, Ok-Ju recurre a lo que mejor sabe hacer, tomar un arma y ejecutar a todo aquel que esté relacionado con aquel fallecimiento. Con variadas secuencias de acción, sangre, balas y flashbacks en los que uno conoce más a la personaje principal (sin desarrollo o crecimiento de su papel) siguiendo su camino hasta el final boss.

La delgada línea del tributo a la copia

Este tipo de cintas como ‘Bailarina’, ‘John Wick’, ‘Taken’, entre otras (incluso más antiguas como ‘El justiciero de la ciudad’ de Charles Bronson), son entretenidas para el público, porque la acción, rapidez y un guion directo es lo que necesita para su éxito (ya sea en cines, plataformas de streaming o formato doméstico), pero qué les diferencia una de la otra.

En el caso de ‘Taken’ protagonizada por Liam Nesson, la obsesión de un padre por encontrar a su hija, donde no le importa nada, transforma a Bryan Mills, exagente de la CIA en un hombre demasiado peligroso. Acá, nunca se mira hacia atrás, sólo se busca seguir los niveles hasta el jefe final en ese barco que pasea por las calles de París, Francia.

Mientras que ‘John Wick’ pasó todo a un siguiente nivel, en el que el protagonista tiene sentimientos, piensa en lo que fue y lo que es gracias a una persona en particular (su esposa). Al momento de querer vengar la muerte de su perro por parte de Iosef Tarasov y su escuadrón, el asesino conocido en aquel universo como Baba Yaga es aún más letal, porque nadie es capaz de sobrevivir a sus emboscadas.

Y pasando a ‘Bailarina’, tiene mucho, quizás demasiado de ‘John Wick’, lo que se puede tomar casi como una copia al film dirigido por Chad Stahelski, porque la personaje Ok-Ju recuerda mucho a su amiga fallecida (todo a través de flashbacks), conociendo además a una adolescente que también la convierte en lo que es, sobre todo para gran parte del desarrollo y clímax de la cinta, una vengativa mujer, a la que tampoco le importan las consecuencias. Quizás no hay “armas infinitas” o tomas a lo Hotline Miami como en la saga protagonizada por Keanu Reeves, pero un camino que toma un rumbo demasiado similar.

¿Eso es malo? No, de hecho ‘Bailarina’ es una película entretenida, aunque tiene un punto débil, que es la poca identidad propia, ya que no se sabe si parte del film es un muy buen tributo o una copia a ‘John Wick’.

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Los puntos a favor de la dirección

La paleta de colores puesta en pantalla, la cual es de una visual totalmente clara y tintes un poco más oscuros cuando se le necesita. Por ejemplo: cuando Ok-Ju está ad portas a una escena de acción, todo cambia para el espectador, lo que se nota de inmediato. Sin entrar en detalles del film, a pesar que el trasfondo es el mismo, los tintes son distintos para la escena del motel, la apertura de la película y la secuencia final de la historia. ¿Qué influye? La intensidad de la personaje principal y su estado actual antes que comiencen los golpes o el uso de armas, según lo que corresponda para ella.

Además, a pesar de una paleta de colores, también se mezcla con mucha sombra para los momentos importantes, como cuando Ok-Ju se entera de la muerte de su amiga o cuando comienza a investigar para conocer al culpable e incluso en el momento que ella conoce a la joven mencionada anteriormente, todos son aspectos que el director no deja pasar y que visualmente son visibles para el espectador, lo que se nota de inmediato.

Este film también destaca la brutalidad e intensidad de Ok-Ju e incluso del villano Choi Pro, porque como buena cinta asiática, lo explícito es un gran punto a favor. No sólo con intensidad en las escenas de acción se conquista al espectador, sino que también con escenas gráficas y personajes bárbaros que pueden llegar a ser descomunales y sin escrúpulos, aunque con un lado totalmente amable, como lo es el caso de la protagonista.

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Ver ‘Bailarina’ o no

Los fanáticos de la acción y de lo explícito, tienen asegurada una cita con Ok-Ju y su venganza. Los adeptos al cine coreano o asiático, tampoco se pierdan este film de acción que les puede recordar a ‘El hombre sin pasado’ de 2010 y a múltiples historias de revanchas que hay en diversos géneros del cine, aunque para los más casuales en este tipo de películas, ‘Bailarina’ quizás no sea la gran cinta de cabecera de este género, aunque se puede ver tranquilamente un día domingo en casa colocando Netflix en la TV.

Con varias coreografías que plasman los pocos diálogos que tiene la película, el punto de ancla es la acción y la intensidad de Ok-Ju, la que se lleva todo el peso en pantalla, ya que sin ira, este film pasaría sin pena ni gloria, pero con la obsesión de venganza para acabar con todos, en especial con un villano que es cruel, pero tonto a la vez (Como Iosef Tarasov), hace que que ‘Bailarina’ sea una buena película, aunque más de alguno la puede tomar como una copia de ‘John Wick’.

‘Bailarina’ es una cinta exclusiva de Netflix.