Yoko Taro pierde la máscara de Emil y su sustituta es terriblemente inquietante

Yoko Taro ha perdido la cabeza. No, no os preocupéis, no es que se haya vuelto loco, sino que el director de juegos como ‘Drakengard’ o ‘Nier: Automata’ ha perdido la máscara de Emil, personaje de Nier, que suele ocultar su rostro durante entrevistas y convenciones. Peor todavía, el recambio que el director de videojuegos japonés ha encontrado es cuanto menos inquietante y según el mismo director podría estar “maldita”.

Una noche movidita para Yoko Taro

La reconstrucción de los hechos que ofrece Yoko Taro lo deja bastante claro, hay que tener cuidado cuando salimos a beber por la noche, sobre todo si te acompaña una máscara gigante que oculta tu cara, pues podrías perderla. Y esto parece ser justamente lo que ha pasado. Taro, que se encontraba en Los Ángeles para participar en un panel enmarcado en la Anime Expo 2023  sobre su nuevo anime, “Kami Erebi God.app”, olvidó su máscara en un bar tras acudir a tomarse unas copas con un productor de Fuji TV, una de las cadenas y productoras cinematográficas más grandes de Japón, y sobre quien ha caído la culpa de los hechos.

No termina aquí la aventura, pues una vez se dieron cuenta del extravío, Taro y el productor se pusieron en marcha para encontrar un sustituto a la tan icónica máscara. ¿La solución? Una máscara de leprechaum (una especie de duende irlandés) que encontraron en una tienda de disfraces en LA.

“Por supuesto que en LA, ¿sabes? Solo en Los Ángeles puedes encontrar una tienda especializada en máscaras. Así que nos metimos en la tienda y ahí estaba la máscara, literalmente la más grande que tenían, puesta en lo alto de los mostradores, y había estado ahí durante 30 años” contaba Yoko Taro.

La nueva máscara maldita

La máscara, que según él director costó 120 dólares y le pareció barata teniendo en cuenta lo precipitado del asunto, podría venir con un problema añadido. La teoría de Taro es que la máscara estaría poseída por el espíritu de la abuela del propietario de la tienda, o un primo que pudo morir en 1945. “Tiene que estar poseída o algo así… tiene que estar maldita o poseída. Algo pasa con ella”. Por ahora, el equipo de Yoko Taro le está dando vueltas a la posibilidad de devolver la máscara a donde pertenece. No sabemos si por miedo infundado o por estar verdaderamente maldita.