‘Ubik’, una de las grandes obras de Philip K. Dick

Argumento: En un futuro cercano (1992), donde las megacorporaciones luchan por esconder sus secretos de los telépatas de las compañías rivales, el protagonista sufre un atentado en un viaje a la Luna. A partir de aquí, el mundo al que regresa poco tiene que ver con el que conocía y la presencia de un producto, Ubik, cuya naturaleza es cambiante se convierte en un elemento recurrente. Descubrir qué está pasando es en una misión que presenta múltiples amenazas.

Philip K. Dick es uno de los escritores más prolíficos e influyentes de la ciencia ficción del siglo XX, sus relatos han sido llevados con gran éxito al cine (Blade Runner, Desafío Total, Asesinos Cibernéticos, Monority Report, Paycheck, Destino Oculto, El hombre en el castillo…) y eso, mas que la enorme calidad y profundidad de sus obras, le han convertido en uno de los grandes iconos del género.

En Ubik encontramos muchas de las características que le han hecho grande: su capacidad de predicción de cómo será el futuro, la crítica política y social, su denuncia contra el capitalismo exacerbado, sus reflexiones filosóficas, morales y hasta religiosas y, sobre todo, una capacidad innata para hacer creíbles las distopías más extrañas.

En el futuro de Ubik, como en el de ¿Por qué sueñan los androides con ovejas eléctircas?, las megacorporaciones son el origen del mal que han llevado a la humanidad a una servidumbre económica. Aquí hay que pagar (monedas) hasta por abrir la puerta de tu casa. Si el futuro de aquel relato era de neón, aquí está hecho de sueños. El mundo onírico y el real se fusionan hasta dar forma a una realidad que pone en duda el conocimiento y las creencias del protagonista.

Dick toca temas como la telepatía, la precognición o la persistencia de la conciencia más allá de la muerte y las incorpora al relato de una forma orgánica. El libro está lleno de sorpresas y podría haberse construido como un relato de terror o un thriller, pero prefirió adoptar una perspectiva más liviana para hacer más llevadera la carga. El final hará las delicias de aquellos que gusten de un giro inesperado de guion, o no tanto, ya que como Nolan, Shyamalan o Agatha Cristhie ha ido dejando muchas pistas en sus páginas que cobran sentido solo cuando se finaliza su lectura.

Por qué leerlo: