Si te gustó lo que viste de Divinity, uno de los mejores juegos de su saga puede ser tuyo por apenas 4€

Hay rebajas que funcionan como una excusa y otras que son, directamente, una invitación que no puedes rechazar. Divinity: Original Sin - Enhanced Edition pertenece al segundo grupo: en las rebajas de invierno de Steam cae un 90%, de 39,99€ a 3,99€, hasta el 5 de enero. Es el tipo de precio que no sirve sólo para ahorrar, sino para empujarte a probar algo que, quizá, llevas años rozando desde la periferia de tu biblioteca.

No hablamos de una recomendación a la ligera ni de un viejo conocido que se compra por completismo. En Metacritic, la Enhanced Edition marca un 94 en PC, un termómetro bastante claro de que aquí hay un RPG con poso, de muchísimos quilates y una gran cantidad de contenido.

Lo que ya dijimos en MeriStation (y sigue siendo verdad)

Cuando en MeriStation lo analizamos en 2014 (con un 9,3), lo enmarcamos sin rodeos: Larian estaba inspirada por el espíritu de Ultima VII y, apoyada por un crowdfunding dedicado exclusivamente a mejorar el juego, había completado su mejor juego y un juego de rol superlativo que nos devolvía a una época perdida del género. Esa frase no envejece y apunta a la clave. Divinity: Original Sin es una declaración de principios sobre cómo se construye un mundo cuando confías, de verdad, en la inteligencia del jugador.

En el cuerpo de aquel análisis también lo formulamos claramente: tras un tutorial breve, el juego te arroja en medio del mar y te pide nadar. Traducido a la experiencia real: aquí no vienes a que te lleven de la mano, vienes a mirar, deducir, experimentar y, a veces, equivocarte con estilo. Es un RPG que premia la curiosidad de forma constante y que, precisamente por eso, termina siendo tan adictivo.

Un combate que no se “resuelve”, se diseña

El combate por turnos de Divinity no es un paréntesis entre diálogos: es el lenguaje principal del juego. Superficies, estados, alturas, control del espacio, sinergias, improvisación (y sí, también caos). La Enhanced Edition, además, llega con un paquete de mejoras tan amplio que el propio estudio evitaba llamarlo parche o simple actualización: han cambiado tantas cosas que ya no se trató de parche. Es un juego nuevo, refinando uno ya excelente.

Esa filosofía se nota en el ritmo. En cómo una pelea aparentemente menor puede convertirse en un problema serio si la abordas con rutina, y en cómo el mismo encuentro puede resolverse de manera radicalmente distinta si te permites pensar dos pasos por delante. Es, literalmente, un RPG táctico que te enseña a leer el tablero como si fuese una conversación: cada decisión responde a otra, y el mundo siempre contesta.

El empujón de la comunidad

Hay un dato que ayuda a entender la personalidad del juego. Divinity: Original Sin se financió en Kickstarter con 19.541 mecenas y 944.282 dólares (unos 805.770 euros al cambio de referencia del BCE del 18 de diciembre de 2025). No es sólo una cifra: es el recordatorio de que, desde su origen, este proyecto se construyó con una comunidad mirando, opinando y empujando.

Y esa idea aparece, además, verbalizada por Swen Vincke en una entrevista de 2015: con el primer Original Sin, “fue la comunidad la que lo convirtió de un buen RPG en un RPG realmente, realmente bueno”. Es una frase que encaja con lo que se siente al jugar: Divinity no se limita a ofrecer sistemas, los ofrece para que el jugador los rompa, los combine, los fuerce, los convierta en historia propia.

En paralelo, también resulta revelador cómo lo planteó David Walgrave, productor del juego, en una entrevista de 2012: “La historia principal y sus protagonistas podían explicarse en una o dos páginas, y el esfuerzo estaba en que las misiones secundarias y tramas laterales aportasen coherencia y credibilidad al conjunto”. Esa sencillez del núcleo, paradójicamente, es lo que permite que el resto (las decisiones, las consecuencias, los desvíos) se vuelva tan rico.

Al final, la recomendación es casi fácil: si te apetece un RPG que te trate con respeto, que te recompense por pensar y que convierta cada combate en una pequeña obra de ingeniería creativa, Divinity: Original Sin - Enhanced Edition sigue siendo una puerta magnífica. Y a 3,99€, más que una compra, parece un trato: el de recuperar esa sensación rarísima de estar jugando algo que no te está explicando el mundo, sino invitándote a que lo entiendas, y a que lo domines.

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