¿Qué película descubro hoy?
‘Saltburn’: Barry Keoghan se mueve con maestría entre el esnobismo y el exceso
La directora Emerald Fennell disecciona el esnobismo británico con un estilo tan peculiar que roza la obra maestra. Sin llegar al nivel de ‘Una joven prometedora’, la cineasta deja unas secuencias únicas.
Que vaya por delante que ‘Saltburn’ no estuvo en los Oscar y eso que es una película hecha para eso. Creada, dirigida y magníficamente fotografiada para optar a estar entre las diez candidatas, pero la calidad de ‘Anatomía de una caída’ o ‘Zona de interés’ barrió a muchas aspirantes. Pese a ello, ‘Saltburn’ merece, por muchas razones, que se la vea.
El segundo trabajo de la directora, actriz y guionista Emerald Fennell es un fiel reflejo de que su cine es especial. Con sus seguidores y sus detractores. ¡No cambies nunca!. Tras deslumbrar en su ópera prima con ‘Una joven prometedora’, Emerald Fennell, Camilla Parker Bowles en dos temporadas de ‘The Crown’, sigue en ‘Saltburn’ su línea de cine fresco, provocador, cautivador, perverso, british, histriónico... que también le funcionó en su primer trabajo, nominado a cinco Premios Oscar en 2020 y por el que ganó el de mejor guion original.
‘Saltburn’ sigue ofreciendo innumerables escenas que muy dificilmente se podrán olvidar. Esos momentos de brillantez, de surrealismo, de imaginación desbordada bien valen ver la película. El problema es que la directora y guionista no encuentra la mejor manera de entrelazarlos sin pasarse de frenada. Por si mismos son una oda al cine. Es complicadísimo elegir uno ya que hay más de una decena que bien merecen los elogios. Para reforzar su belleza visual, el trabajo fotográfico del sueco Linus Sandgren (ganador de un Oscar por ‘La la Land’ bien merece una mención aparte).
‘Saltburn’ tiene dos partes. La primera en la que Oliver, el protagonista, llega a Oxford y todo huele, sabe a cerveza vieja, a pub, a hormonas de universidad de pago británica. Y otra parte, en la que el esnobismo, la aristocracia y el exceso dejan imágenes de una potencia al alcance de pocos directores. Todo es misterio, todo es seducción... sentiras lástima, intriga y odio a partes iguales. Parafraseando a la propia película es muy fácil perderse en ‘Saltburn’.
Por no hablar de un insuperable reparto en el que brilla un aterrador Barry Keoghan. El irlandés está en estado de gracia y es ya una de las estrellas más prometedores del cine internacional. Es irlandés, no británico, pero es un firme candidato a ser un gran James Bond en el futuro. No sólo Barry Keoghan está absorbente. Todos l@s interpretes consiguen, gracias a la directora, tener su momento de lucidez y tod@s lo aprovechan a la perfección. Pero lo de Keoghan está a otro nivel. Hasta improvisó de tal calibre que dejó una de las escenas más brillantes que se han filmado en los últimos años.
No una película tan sólida como ‘Una joven prometedora’, pero es el mejor ejemplo de que el cine de Fennell, y las aventuras que se imagina, muy pronto darán el pelotazo definitivo. Y más si sigue esa línea de provocación, de inventiva, de fascinación... Al tiempo.
¿Por qué ver ‘Saltburn’?
- Pocas películas que se hayan estrenado en los últimos meses arriesgan tanto como esta en su puesta en escena. Te puede encantar o la detestarás. Lo seguro es que hay tantos asombrosos e intencionados planos que te dejarán indiferente. No sobra nada.
- Las interpretaciones son de diez, principalmente porque a cada personaje no le paran de brotar capas y capas. En un casting brillante.
- Basta con decir que el guion es tan retorcido que no te da descanso.
¿Dónde puedo ver ‘Saltburn’?
- La películas británica está dentro de la oferta de Amazon Video, ya que fue una de sus apuestas de la temporada de premios.
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