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Maximo: Ghosts to Glory, el excelso salto a las 3D de la legendaria saga Ghosts’n Goblins
Toda la magia de Capcom en un juego inolvidable.
Maximo: Ghosts to Glory es un ejemplo de tantos de una época en el que grandes compañías de la industria se empeñaban en que sus licencias clásicas diesen el salto a las 3D. Una tendencia arrastrada desde la generación de los 32/64 bits, pero que fue a más en los 128 bits, y Capcom es una de tantas empresas que lo intentó con varios de sus juegos. Por ejemplo, un clásico del beat’em up como Final Fight tuvo en Streetwise un salto nada brillante a las 3D en PS2, pero el caso de Maximo y el paso a las 3D de la saga Ghosts’n Goblins (Makaimura) no pudo ser más acertado, con un brillante plataformas de acción que captaba el espíritu arcade de la obra original y al mismo tiempo tenía una brillante personalidad propia.
En Maximo nos encontramos un plataformas de acción tan desafiante como adictivo, sin Sir Arthur, pero con un Maximo capaz de trasladar todas las virtudes del protagonista habitual de forma magistral a las 3D. El diseño artístico del juego es brillante, con un estilo cartoon desenfadado que casa a la perfección con el espíritu Ghosts’n Goblins, y un diseño de niveles muy habitual en los plataformas 3D que funciona a la perfección con lo que el juego pone sobre la mesa. Tendremos que ser muy precisos a la hora de realizar los avances necesarios a lo largo de plataformas de todo tipo: escenarios con agua, lava, veneno, desprendimientos... Los peligros son constantes en Maximo, en un progreso relativamente lineal en el que como buen plataformas en 3D, también hay espacio para la exploración.
Armaduras, habilidades, armas y quedarnos en calzoncillos cuando somos golpeados. Las características clásicas de la saga están en Maximo, con enemigos de todo tipo entre los que destacan los esqueletos y la variedad de jefes finales. Una vez superemos el primer nivel, podremos escoger a donde ir de entre todos los mundos disponibles en un juego que tanto por su jugabilidad, arte como banda sonora, os hará disfrutar enormemente. Además, cabe señalar un habitual de la época como son los problemas de cámara, y aunque te puede dejar vendida en muchas ocasiones, podemos enfocarla con un toque de botón (R1) y tener la mejor visión posible antes de un salto arriesgado.
Los recuerdos son una parte importante de nuestras vidas, y Maximo es una de mis mejores memorias como jugador. Fue el juego con el que estrené mi PlayStation 2 hace ya más de dos décadas, un título que me cautivó antes siquiera de tener mi propia máquina y que tenía claro sería el videojuego con el que estrenaría mi PS2. La elección no pudo ser más acertada, y es que en una época en la que decenas de de obras sobresalientes bombardeaban nuestra cabeza en la máquina de 128 bits de Sony, Maximo era un distinto, un homenaje al pasado con vistas al presente y futuro en una Capcom siempre dispuesta a innovar y que nos hizo disfrutar enormemente con dos grandes entregas de las aventuras del heredero del inmortal Sir Arthur.
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- Acción