Love, amor por los plataformas
Un plataformas exquisito, puro y sin adornos, perfecto para los amantes del género y los que busquen algo relajante pero interesante.
Hay veces que necesitamos un tipo de juego de cierta pureza, uno que recupere las raíces. Independientemente de nuestro género favorito, en ocasiones es bueno ignorar décadas de evolución y avances para abrazar un concepto más inocente, para recordar qué es lo que hay en el fondo de eso que tanto nos gusta. Ese sería el caso de Love si te gustan los plataformas. Lanzado en Steam en 2014 a cargo de un solo desarrollador: Fred Wood, Love es un plataformas de corte clásico, muy clásico. Mapas 2D de tres colores, un protagonista reducido a su mínima expresión y a un sólo movimiento: saltar.
Nada de objetos de mejora o de saltos por la pared, ni saltos más largos usando aceleración, ni doble salto. Ni siquiera hay enemigos. Sólo moverse a izquierda o derecha, y saltar. Nada más. Eso sí, el escenario propone toda clase de diseños clásicos del género: plataformas que desaparecen, saltadores, plataforma móviles, suelos que se caen... pero el núcleo de nuestra acción está reducido a su más mínima expresión: moverse y saltar. Tampoco tiene melodramas narrativos, ni historia, ni mensajes ocultos. Sólo nosotros y nuestros reflejos, puestos a prueba en un juego que no es fácil pero tampoco se regodea en su dificultad como VVVVVV.
Saltar, y nada más
Su minimalismo, lejos de resultar aburrido, resulta liberador. No hay que estar pendiente de intrincadas combinaciones de movimientos ni de una variedad de botones, podemos concrentrarnos en lo fundamental. Y como lo fundamental está muy bien hecho, con un gran diseño de niveles y un sentido impecable del movimiento y el salto, la experiencia resulta estimulante. Si a eso le añadimos una maravillosa banda sonora a cargo de James Bennett, nos encontramos ante un título que nos deja a caballo entre la relajación y la concentración, un juego que no es que sea “para desconectar” pero tampoco es que nos mantenga pegados al borde del asiento. Es muy fácil coger un mando y entrar en “la zona” para evadirnos del mundo y disfrutar de su propuesta.
La estética de Love es radicalmente retro, hasta el punto de que hay juegos de Atari 2600 con mejores gráficos, pero no está inspirado en ningún juego en particular ni parece obedecer a una intencionalidad histórica. Su scroll y sentido del movimiento no concuerdan esta clase de gráficos, por lo que es más estética que otra cosa. Su idea se centra en la pureza de sus mecánicas y a raíz de eso construye todo lo demás. Cuenta con 16 niveles, más 7 remixes y un editor de fácil uso y diversos modos de juego, desde un modo fácil a un modo hardcore con una sola vida, pasando por un contrarreloj para aspirantes a speedrunners. Además cuenta con un agradecido sistema para fijar nuestro punto de partida en cualquier punto en el que personaje esté sólidamente en el suelo, de modo que es fácil avanzar, o dejar la partida a mitad y recuperarla luego sin problemas (es por ello un juego perfecto para Steam Deck o Switch).
¿Por qué jugarlo?
- Un plataformas reducido a sus fundamentos
- Con un punto de dificultad pero apto para todo el mundo
- Una gran banda sonora que complementa a la perfección la experiencia
- Si te gusta este, tienes dos entregas más disponibles, también de gran calidad
Love está disponible en PC para diferentes tiendas como Itchi.o o Steam, y también para Switch y móviles. En el momento de publicación de este texto, está rebajado un 80% dejándolo en apenas 0,46€ que no lamentarás gastar. Su secuela, Love 2 Kuso, también está rebajada un 80%, dejándolo en 0,99€ y también resulta recomendable (aunque es un juego más difícil).