Gaming Club
Regístrate
españaESPAÑAméxicoMÉXICOusaUSA

Actualidad

Lo que sucede en Final Fantasy XVI antes del desenlace demuestra que la gestión de las misiones secundarias es mejorable

El juego de Square Enix se comercializó el año pasado en exclusiva para PS5, pero los desarrolladores trabajan en una versión para PC, todavía sin fecha confirmada.

Final Fantasy XVI

En el universo fantástico de Final Fantasy XVI, el mundo depende de los Cristales, el combustible del que se nutre la magia. Los elegidos invocan el poder de los Eikon, por lo que las naciones han terminado forjando una relación de dependencia con estos armatostes cristalinos. Les permiten mantener su propio poder y su hegemonía, el equilibrio entre las distintas regiones de Valisthea. Clive Rosfield, heredero de la Casa de Rosaria, vive la traición en sus entrañas, el asesinato de su familia, el juego de tronos inmisericorde. Y en ese contexto, las tierras estigias avanzan y la vida se deteriora progresivamente. Tanto las misiones principales como las secundarias van coloreando el contexto de los personajes y del mundo, pero el estudio liderado por el productor Naoki Yoshida falla a la hora de distribuir las tareas.

Final Fantasy XVI
Ampliar

No es el diseño de las misiones en sí, es cómo se desbloquean al final

El concepto de disonancia ludonarrativa ha sido objeto de mofa, más por la pomposidad de las palabras que por el significado de las mismas. En un momento argumental crítico es difícil justificar el desvío de la historia hacia objetivos secundarios, que en ocasiones aportan poco al trasfondo. Sin embargo, no es este el mayor problema de Final Fantasy XVI —que sí, está la cacareada misión de recoger ajos, pero como en otros tantos RPGs—. En el caso del videojuego de Square Enix, el estudio ha tomado algunas decisiones cuestionables en lo que se refiere a los encargos, si bien la queja tiene más que ver con el momento elegido para desbloquear la última tanda de recados.

La decimosexta entrega está repleta de misiones secundarias, que se van desbloqueando a medida que avanza la trama principal. Clive, Joshua, Jill, Torgal y compañía se preparan para la batalla final, pero justo antes, los desarrolladores activan no una ni dos, sino más de una docena de tareas adicionales al mismo tiempo. Es cierto que cada uno puede decidir si hacerlas o no, por supuesto que sí. Y no obstante, la decisión de habilitar tantas misiones simultáneamente se antoja algo torpe, pues podían haberse distribuido de forma más regular. Tal vez, el efecto habría sido diferente si la cantidad se hubiera reducido al menos a la mitad. Al mismo tiempo, el desarrollo jugable se desgasta con las horas y contribuye a deteriorar la experiencia.

Final Fantasy XVI (análisis de MeriStation) salió a la venta para PS5, pero también está confirmado para PC. El 18 de abril se comercializará el segundo y último contenido adicional, la expansión The Rising Tide. Al igual que el atracón final de misiones secundarias, estos nuevos arcos argumentales transcurren antes del colofón.

Normas