La última petición cumplida de Itagaki a Koei Tecmo que agradeció antes de morir
Itagaki dejó claro a uno de sus viejos amigos en la empresa qué quería mantener en el futuro.


La inesperada muerte de Tomonobu Itagaki a los 58 años ha sido una sorpresa de la que todavía la industria del videojuego no se ha recuperado. Tampoco sus más cercanos. El 27 de noviembre se celebró en Tokio su memorial, donde muchos de sus amigos y fans se acercaron para rendir homenaje al padre de Ninja Gaiden (saga que recientemente ha publicado su cuarta entrega principal). Ahora bien, el punto emotivo lo puso el vicepresidente de Koei Tecmo, que desveló su última petición antes de dejar la empresa y cuáles fueron las palabras que le dirigió en su última conversación.
I came to Mr. Itagaki’s memorial service.
— Katsuhiro Harada (@Harada_TEKKEN) November 27, 2025
A lot of people have gathered here today.
I will be delivering the eulogy for him today. pic.twitter.com/uapsBEopyf
La emotiva petición de Itagaki a Koei Tecmo que la empresa cumplió
“Me hablaste antes de dejarnos”, comparte Yosuke Hayashi, vicepresidente ejecutivo de Koei Tecmo. “’No cambiéis el logo’, fue todo lo que dijo. Ninguna palabra innecesaria fue intercambiada. Eras tan puro y guay...”.
早矢仕洋介氏弔辞
— 勝田 晴美 (@katsuta_harumi) November 28, 2025
(コーエーテクモゲームス代表取締役社長執行役員CEO・コーエーテクモホールディングス取締役副社長)
『板垣伴信をヴァルハラに送る会』にて#itagaki https://t.co/HPmFpDXixg pic.twitter.com/az4Y2lTve0
Años después, Itagaki le volvió a escribir, y en su última conversación juntos dejó claro su reconocimiento por haber mantenido la palabra. “Todavía tengo el último mensaje que me mandaste por aquel tiempo. Permíteme que lo publique. ‘Gracias por recordar nuestra promesa de entonces [de no cambiar el logo]. Los tiempos han cambiado últimamente, y vender un millón de copias no te permite lograr mucho reconocimiento del mundo. Esa es la era en la que hemos entrado. Por favor, seguid haciendo geniales productos de aquí en adelante”, concluye.
La relación entre Hayashi e Itagaki se remonta al 2001, cuando el primero entró a la empresa bajo la supervisión del maestro. Su relación se fortaleció entre el 2003 y 2004, en pleno desarrollo de la entrega de Ninja Gaiden para Xbox: “El equipo de desarrollo estaba hecho un caos, y parecía que nunca ibamos a completar el juego [risas]. Pero tú eras el único que no se rindió. Los dos pasamos 12 horas cada noche chequeando cada ajuste del juego. Esos seis meses están guardados con mucho cariño en mi carrera como desarrollador de videojuegos”.
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