IlloJuan y Alexelcapo estallan contra los juegos en formato físico, pero se equivocan por completo de enemigo

La eterna batalla entre formato físico y formato digital en el terreno de los videojuegos es el cuento de nunca acabar. En el capítulo más reciente, protagonizado por los streamers IlloJuan y Alexelcapo, se ha puesto de manifiesto uno de las grandes problemas de los juegos físicos actuales: pese a que cuestan lo mismo e incluso más que hace varios años, cada vez traen menos contenido, hasta que muchos de ellos quedan reducidos a la mínima expresión, trayendo únicamente el disco o tarjeta de juego en su caja, sin manuales ni folletos promocionales.

IlloJuan y Alexelcapo se quejan de que los juegos físicos cada vez traen menos contenido, pero la “solución” no es apostar al 100% por el formato digital

El pasado 28 de julio se viralizó un clip de un directo reciente en el que participaron los influencers IlloJuan y Alexelcapo. El tema de conversación era cómo antes los videojuegos físicos traían consigo todo tipo de ítems adicionales en sus cajas más allá de los juegos en disco o cartucho en sí: manuales, garantías, folletos con advertencias e incluso flyers y demás extras que daban la impresión de que lo que comprabas tenía un precio justificado. En cambio, con el paso de los años, la tendencia se ha invertido: hoy día es una absoluta rareza que un juego físico venga con manual, y lo más común es que las cajas vengan vacías, tal y como sucede con la mayoría de títulos actuales.

“El otro día me enviaron el Hogwarts Legacy para la Switch 2, y la caja venía vacía”, comentaba IlloJuan. “Yo me compré el Donkey Kong Bananza, y por 70 pavos de juego, viene el cartucho, y ya está”, replicaba Alexelcapo. “Si siguen así, ¿qué sentido tiene el formato físico?“, replicaba IlloJuan. Estas críticas, aun teniendo fundamento, no han afinado por completo el tiro. Vayamos por partes.

En primer lugar, es perfectamente lícito quejarse de que en la actualidad obtengamos menos pagando lo mismo o incluso más que antes por nuestros juegos en formato físico. A este respecto, tenemos varias alternativas: dar visibilidad al problema y quejarnos públicamente a las compañías pertinentes, así como apoyar comprando de salida a los títulos que siguen apostando por ofrecer este tipo de extras que antes se daban por sentado.

Por otra parte, estos influencers yerran su conclusión al obviar el valor intrínseco del formato físico. En una época en la que los cierres de servidores, servicios y tiendas digitales como el bazar Xbox 360 y las eShop de Wii U y Nintendo 3DS están al día, el físico tiene más valor que nunca. Aunque técnicamente los juegos físicos no te dan una propiedad plena sobre el software, sino que se te concede una licencia de uso con soporte físico, este formato es el que más derechos y ventajas ofrece a los consumidores.

Nunca está de más recordar que los juegos en formato físico son un objeto tangible y, como tal, puedes prestarlos a familiares o amigos o venderlos si no quieres volver a utilizarlos, lo que te permite recuperar parte de tu inversión. En cambio, mientras que el formato digital tiene como principal beneficio la inmediatez —puedes comprar y descargar juegos simplemente con tener acceso a la red—, en última instancia son las compañías quienes controlan estas licencias digitales de uso. No son pocos los casos en los que se retiran títulos de tiendas, impidiendo su futura adquisición, o instancias en las que las empresas deciden retirar las licencias de las bibliotecas de los jugadores aunque hayan pagado por ellas.

Resumiendo: tanto IlloJuan como Alexelcapo aciertan comentando que hemos perdido mucho por el camino en el campo de los juegos físicos, ya que antes traían más contenido en forma de manuales o incluso obsequios como pines, postales y pegatinas. El problema está, precisamente, en la actitud de resignación y de no denuncia. Es decir, en lugar de plantarse y verse abocados únicamente a las compras digitales, lo ideal sería utilizar sus enormes altavoces —ambos cuentan con millones de seguidores— para denunciar la mala praxis de muchas compañías a este respecto, y a la vez recomendar a los últimos e irreductibles galos que sí siguen creyendo en ofrecer productos completos y experiencias como las de antaño.

Las compañías de videojuegos buscan el máximo beneficio, y este es el principal motivo por el que, aproximadamente a comienzos de la década de 2010, muchas decidieron recortar gastos que consideraban inútiles, como los manuales. Por esta razón, en la actualidad es muy inusual ver novedades que incluyan ya no solo un manual completo, sino incluso un triste folleto de un par de páginas. En definitiva: en los videojuegos, como en muchos otros ámbitos, se vota con la cartera. La solución nunca será resignarse a meterse voluntariamente en el redil del futuro full digital por el que apuestan muchas compañías, sino primero contrastar datos, y luego tomar decisiones informadas que miren por nuestro bolsillo.