Estas son las 3 películas que Tarantino obligó a ver a Uma Thurman antes de ‘Kill Bill’

Los buenos artistas copian, los genios roban. Esta frase de Pablo Picasso bien serviría para describir el cine de Quentin Tarantino. El cineasta, uno de los más laureados de nuestro tiempo, es conocido por la cantidad de “homenajes” (guiño guiño) que hace a otros grandes del séptimo arte. Él mismo reconoce que “roba de cada película” que se ha hecho en la historia del cine y por eso siempre es tan interesante cuando admite su influencias.

En el caso de ‘Kill Bill’, por ejemplo, Tarantino no tiene problemas en admitir que la Novia (Uma Thurman) no habría ido de amarillo de no ser por Bruce Lee y su traje en ‘Game of Death’. O que le pidió al mismísimo Ennio Morricone usar la música de ‘El Bueno, el Feo y el Malo’ cuando ésta salía de la iglesia. E incluso que parte de la historia y de la caracterización del personaje de Daryl Hannah (Elle Driver) está directamente extraída de ‘Desenlace mortal’.

Pero atentos porque hoy os vamos a contar las tres películas que Tarantino le obligó a ver a Uma Thurman antes del rodaje, para que entendiera la rabia interna de la novia y pudiera darle vida tal y como él se la imaginaba. Antes, unas recomendaciones:

1. ‘Coffy’ (1973)

Esta película de Jack Hill, ejemplo ilustre del género blaxpoitation, nos cuenta la historia de una enfermera llamada Flower Child Coffin (Coffy para los amigos) que emprende una cruzada personal contra los narcotraficantes de su ciudad, quienes han provocado la sobredosis que ha llevado a su hermana a la muerte. Así pues, estamos ante una historia de venganza como la que emprende la Novia en ‘Kill Bill’, y al igual que aquella, Coffy es obscenamente violenta.

Coffy va seduciendo a toda clase de cerdos a los que pone en su lugar a base de escopeta y acumula una pelea tras otra en espacios interiores y mundanos como la cocina, donde sin ir más lejos, la Novia ajusticiaba a Vernita. Además, la historia de Coffy es de lo más desalentadora, pues no deja de recibir malas noticias y de ser traicionada por sus más allegados, como su novio, a quien acabará disparando en la entrepierna. Una muerte de lo más simbólica y que hoy definiríamos como “made in Tarantino”, porque así es como el director finiquitaría después a sus villanos, a lo grande.

2. ‘Lady Snowblood’ (1973)

Otra historia de venganza, en este caso la que inspiró al personaje de O-Ren Ishii, la china-japonesa-estadounidense más famosa del Escuadrón Asesino Víbora Letal. ‘Lady Snowblood’ cuenta la historia de una joven nacida en una prisión de mujeres, hija de una reclusa y un vigilante... con v de violador. Aunque la madre muere en el parto, la niña es criada en base a la última voluntad de ésta, que no es otra que convertir a su hija en una asesina que ajuste cuentas en su nombre.

Convierten a la niña en la reencarnación de la venganza, tal y como se muestra en una escena donde uno de sus objetivos se ahorca para hacerle frente y ella acaba con la cara desencajada por el odio y la rabia de no haberlo podido matar con sus propias manos. Aunque la historia de O-Ren Ishii en ‘Kill Bill’ se narraría a través de una secuencia de animación inspirada en el anime ‘Kite’, su furia desatada y su pasado están inspirados en los de Lady Snowblood. De hecho, quien crea que es casualidad su muerte en un jardín nevado y llovido por la sangre, como su nombre, simplemente no conoce a Tarantino.

3. ‘The Killer’ (El asesino) 1989

Y el último encargo que Tarantino le hizo a Thurman fue algo más mainstream. El director se encomendó a John Woo y la historia de un asesino con valores. Dos hombres en lados opuestos de la ley que forman una bonita amistad, con cambios y “giritos” de los que te destrozan por dentro. Pero si algo heredó Quentin de ella, esa es la orgía de sangre que se llevó hasta la gran batalla.

Con ella terminamos este fascinante repaso a las influencias de Quentin en sus películas.