El momento más divertido y gamberro de Kingdom Come: Deliverance fue el tutorial de combate

Hace ya seis años que Kingdom Come: Deliverance llegó para ofrecernos un RPG de corte occidental que, alejado de la fantasía y la épica de sagas más populares como The Elder Scrolls o Dragon Age, mostrara una visión más cotidiana de la vida en el Medievo. Por supuesto, Warhorse Studios nos contó una historia de venganza, la de Henry, tras ver su pueblo arrasado por completo, pero antes de que eso ocurriera, el estudio checho nos mostró algunas escenas del día a día de los habitantes de Bohemia. Qué mejor que celebrar el anuncio de Kingdom Come: Deliverance 2 recordando la más divertida de todas ellas.

Esta sucede practicamente a las dos horas de juego, probablemente incluso menos, y el escenario es, cómo no, la taberna de la villa. En una de las mesas exteriores, uno de los habitantes del pueblo, de nombre Tudesco, está criticando duramente al rey Wenceslao junto a dos de sus compañeros, algo de lo que Henry y sus amigos son testigos. Henry, que ya va caliente tras haber dado lo suyo a Kunesh, se muestra contrariado, y el grupo prepara una gamberrada para dar una lección a Tudesco.

Una estrambótica gamberrada que da lugar al primer combate de Kingdom Come: Deliverance

“Tudesco escupe mierda, lo que me ha hecho recordar una gran pila de estiércol. Ya sabéis, la que está justo al lado de su casa recién encalada”, dice uno de los amigos de Henry, a quien de repente le entra el ansia responsable, asegurando que antes debe cumplir unos recados de su padre. Sin embargo, el juego nos da la opción de “redecorar” la casa de Tudesco o rechazar el plan de nuestros amigos, y cómo no, seguiremos adelante con la gamberrada.

Tras comenzar el baño de boñigas, en el que por desgracia no tenemos el control, somos sorprendidos por los hijos de Tudesco, lo que hace que la acción se pare y se nos muestren los controles del combate, uno de los puntos fuertes de Kingdom Come: Deliverance. El juego de Warhorse presentaba un complejo sistema según el cual atacábamos o bloqueábamos con los gatillos, pudiendo elegir entre estoque o tajo, mientras que con el stick direccional elegíamos desde la dirección del ataque o el bloqueo. Bien es cierto que durante este combate inicial solo asestábamos puñetazos, pero qué duda cabe que los checos no podrían haber elegido una manera más divertida de mostrarnos las bondades de este sistema.