Así fue el momento en el que un niño de 13 años se pasa el Tetris por primera vez en la historia

Willis Gibson, conocido como Blue Scuti, ha hecho historia en el mundo del videojuego con tan solo 13 años de edad. El joven originario de Oklahoma se ha convertido en la primera persona de la que se tiene constancia que ha conseguido ‘pasarse’ el Tetris de NES, la versión del juego sobre la que se realizan la gran mayoría de torneos y eventos del mundo, considerada por muchos como la más pura que existe del legendario videojuego creado por Alekséi Pázhitnov. El juego de por sí no tiene un final, por lo que nadie había mostrado hasta la fecha lo que le ha ocurrido a Blue Scuti, y es que 34 años después de su lanzamiento es el primero que ha conseguido romper el juego, alcanzando el nivel 157 del mismo hasta que este se quedó congelado.

Una partida que duró 38:55 minutos, y que hasta ahora nadie ha conseguido hacer ni replicar, aunque no serán pocos los que intentarán ver si les ocurre lo mismo que al joven Scuti en caso de llegar a ese nivel. En el momento que logra lo imposible, no tarda en darse cuenta de lo logrado, claramente emocionado y casi aturdido por lo que acaba de ocurrir: se ha pasado Tetris, ha roto el juego y lo ha superado por fallo del código. Un momento enormemente emocional en el que el joven de Oklahoma le dedica la partida a su padre, Adam Gibson, que falleció el pasado mes de diciembre.

Tetris, uno de los videojuegos más importantes y perfectos de la historia

La creación de Pázhitnov fue lanzado en la Unión Soviética en un ya lejano 6 de junio de 1984. El juego no llegaría a la NES, la consola de 8 bits de Nintendo (conocida como Famicom en Japón) hasta diciembre de 1988 en Japón, noviembre de 1989 en Norteamérica y febrero de 1990 en Europa. Un juego que ha marcado a toda una generación y sigue destacando entre muchas personas, algunos de ellos tan jóvenes como Blue Scuti, logrando hazañas que a buen seguro llamarán la atención de muchas personas y jugadores que querrán acercarse a un fenómeno que no tiene fecha de caducidad y del que se ha logrado algo que parecía imposible más de tres décadas después de su lanzamiento.