‘Star Wars’ y la otra caída de Coruscant: cuando los Sith conquistaron la capital de la Antigua República

Varias generaciones después de la época de Revan, el protagonista del videojuego Star Wars: Caballeros de la Antigua República, su descendiente Satele Shan era una Jedi de la Antigua República. El Imperio Sith, que se creía largamente extinguido, se había mantenido confinado hasta que el emperador inmortal Tenebrae (originalmente conocido como Darth Vitiate) decidió emerger de las Regiones Desconocidas y atacar al Gobierno de la galaxia. Como resultado de ello, Coruscant fue controlada por los Sith durante un breve período de tiempo, tal y como se relata en la novela ‘Star Wars The Old Republic: Deceived’ (y se ve en el tráiler cinemático de The Old Republic bajo estas líneas).

En aquellos años oscuros, la Orden Jedi se vio sobrepasada por el poder del Imperio. Poco a poco fue perdiendo terreno ante la virulencia del enemigo, que se nutría de las pasiones y de sentimientos como la ira y el odio para reforzar su poder. Mientras delegaciones de Jedi y Sith participaban en negociaciones de paz, el Imperio aprovechó la situación de aparente tregua y realizó una maniobra inesperada y perfectamente orquestada.

El mandaloriano Shae Vizla desactivó las defensas de Coruscant justo antes de que Darth Malgus y un grupo de varias decenas de Sith irrumpieran en el Templo Jedi. El maestro Ven Zallow encendió su sable láser y se dispuso a defender el ancentral edificio de los Caballeros. Pronto, otros maestros y Padawans se unieron la lucha, pero Malgus sabía que iba a resultar triunfante. Mató a Zallow y se hizo con el control del Templo Jedi... pero fue más lejos que eso.

El final del Templo Jedi y el sitio de Coruscant

Darth Malgus dispuso los explosivos y pulsó el detonador. Los cimientos del Templo Jedi colapsaron, las estatuas de antiguos maestros cayeron y el lugar comenzó a derrumbarse entre ruidos y estruendo. A los pocos minutos ya solo quedaban las ruinas. Los posibles supervivientes quedaron aplastados entre los cascotes o encerrados bajo los escombros.

La segunda parte del plan se puso en marcha acto seguido. A pesar de la resistencia de los Jedi y de las Fuerzas Especiales de la República, Lord Darth Angral y sus soldados bombardearon Coruscant y conquistaron la capital de la República. El propio Canciller Supremo sucumbió durante el asalto, por lo que el Imperio Sith se impuso y puso contra las cuerdas al Gobierno.

El emperador utilizó esta circunstancia para obligar a la República a firmar un tratado poco ventajoso para ellos. A cambio, Coruscant fue devuelta, una decisión que no gustó a Darth Malgus: la Gran Guerra Galáctica había concluido para dar paso a una Guerra Fría en la que la Antigua República partió con desventaja.