Descubre el zoo que exhibió al Yeti. ¡Sólo en Nintendo DS!

La accesibilidad que da la pantalla táctil de Nintendo DS la hace especialmente apta para juegos de gestión y estrategia, pudiendo controlar con un click directo -a modo de ratón- las diferentes acciones que ofrecen estos simuladores. Tras un primer tropezón con Zoo Tycoon DS, lanzado en 2005 y que era realmente malo, esta secuela llega con la intención de hacer borrón y cuenta nueva y mantener la calidad de las entregas originales de PC.

Desarrollado por Altron, encargados de ports tan dignos como el de Virtua Tennis a GBA, Zoo Tycoon 2 DS cumple su función de ser una digna conversión del clásico de compatibles para Nintendo DS. Pero sólo de forma superficial, sin ahondar en aspectos demasiado complejos para hacerla accesible a todo el mundo.

Monta tu propio zoo
La idea de la saga Tycoon y por tanto de Zoo Tycoon es ofrecer la posibilidad de crear y gestionar un zoológico a todos los niveles posibles. Desde la apertura de puertas, hasta la creación de edificios, crianza de animales o elementos económicos. Todo esto se realiza de forma ágil y sencilla usando la zona táctil de forma continuada, algo que en este aspecto está muy bien implementado.

Así, partimos de un terreno vacío y tenemos que crearnos nuestro propio submundo animal. Podemos crear jaulas de diferentes tipos y dentro introducir varios animales de los que hay disponibles, crear un hábitat acorde a sus necesidades para que estén contentos e incluso tengan descendencia, etcétera. Los visitantes del zoo agradecerán esta estabilidad emocional de los animales dando donativos y volviendo al zoo si así fuese oportuno.

 La gestión del zoo es el eje del juego de Altron. Además de lo fácil -crear las instalaciones-, tenemos la obligación de tenerlo todo al día. Y cuando decimos todo, es todo. El dinero que genera el zoo va actualizándose en tiempo real en la zona superior y tendremos que tenerlo en cuenta a la hora de invertir en un tipo de cosas u otras: por ejemplo, si vamos ajustados de dinero y para superar una misión sólo tenemos que crear dos animales, sería una locura comprar uno de los caros y arriesgarnos a quedarnos sin blanca.

El dinero se usa para todo: abrir puestos de comida rápida implica una inversión inicial que luego puede ser rentable o no, algo que podemos ver desde la pantalla de estadísticas. Del mismo modo, para rentabilizar todo esto, podemos subir los precios de cada alimento o atracción, de forma que todo queda de nuestra mano a la hora de darle un trato al público.

Evidentemente también está el hecho de que para tener a los visitantes contentos debemos cubrir unas necesidades mínimas que van más allá de crear baños, tiendas de regalos y demás. Para ello están diferentes NPCs que se encargan de limpiar, dar información a la gente o simplemente cuidar de los animales, principales protagonistas del juego.

En total encontramos casi una veintena, entre los que se incluyen tanto acuáticos, como aéreos o terrestres: flamencos, leones, delfines, cocodrilos, cebras o jirafas son sólo algunos de los disponibles, e incluso hay pequeñas sorpresas como la posibilidad de crear un Yeti. Si, de verdad. Del mismo modo, no todos están inicialmente disponibles, sino que iremos desbloqueándolos tras superar misiones en el modo principal e ir logrando hitos dentro del mismo, como comentaremos a posteriori.

Lo más llamativo de Zoo Tycoon 2 DS y lo que le hace ser bastante superior a su predecesor es lo bien implementado que está todo lo relacionado con los animales. Haciendo un simple click sobre ellos podemos observar su estado dividido en varias opciones, también venderlos, consultar su hábitat más adecuado, etcétera.

Si pulsamos una segunda vez sobre el icono de la criatura se nos abre una pantalla donde vemos una representación en 3D del mismo. Aquí podemos realizar una serie de minijuegos que van desde limpiarle, darle de comer,  acariciarle… todo de forma rápida y sencilla. Como veis la pantalla táctil está bien implementada en el juego, ofreciendo un buen número de acciones a realizar.

Toda esta maraña de opciones es bastante sencilla de entender, lo cual le da bastante accesibilidad. Aún así su dificultad no es especialmente alta y en algunas ocasiones se hace algo aburrido de jugar. Por suerte hay una variedad de modos de juego bastante 'amplia' como para que podamos alternar entre ellas para hacerlo más llevadero. Al obvio multijugador, se les unen un modo libre donde podemos configurar toda la partida o el más interesante, un modo campaña que nos va exigiendo retos continuamente.