De entre el aluvión de nuevos títulos para Nintendo DS, hay un selecto grupo de destacados, entre los que se encuentra Yoshi's Island 2. Por sorpresa, como a Nintendo le gusta hacer las cosas, sacaron de la chistera una de las secuelas más esperadas de los últimos años. Y ya estaba jugable ayer en su stand del E3.
Hace más de 10 años salió para Super Nintendo Yoshi's Island, presentándose como la segunda parte del fabuloso Super Mario World. La gran novedad era que Mario pasaba a un segundo plano, dejando el protagonismo a Yoshi. El juego pronto se erigió como un gran plataformas, el preferido de muchos.
La secuela mostrada en el show de este año es muy fiel a su predecesor. Manejamos a Yoshi, con Baby Mario a su lomo. Cada vez que Yoshi recibe un golpe, el bebé sale flotando en una burbuja, llorando insoportablemente, y un temporizador empieza a descontarse hasta que recuperamos al bebé. Si el contador llega a cero, perdemos una vida. Yoshi puede engullir enemigos y convertirlos en huevos que usa como proyectiles disparándolos mediante un cruceta móvil a modo de visor. Otra de las habilidades de Yoshi es mantenerse en el aire durante breves instantes tras haber saltado, gracias a sus conocidas pataletas. Desde el aire también puede hacer una culada, útil para clavar estacas o activar interruptores.
Todo ello se encontraba ya en el original, y se ha mantenido junto con el estilo de juego, un plataformas 2-D de los clásicos, con los habituales laberintos, puzzles, ítems que recoger -cada nivel sigue escondiendo monedas rojas y flores, puntuándote en función de cuántas hayas encontrado-, y línea de meta. Pero evidentemente, viene con novedades. La principal es la introducción de Baby Princess Peach y Baby Donkey Kong como "jinetes" de Yoshi. Se podrán intercambiar los bebés en los puntos-cigueña dispuestos por los niveles. Yoshi adquirirá diferentes habilidades en función del bebé que esté transportando. Peach, por ejemplo, le permitirá elevarse en corrientes de aire mediante su paraguas.
Gráficamente el juego ha mejorado, conservando el look de dibujos hechos a mano, con un aspecto fantástico. Las posibilidades adicionales que ofrece Nintendo DS parece que no han sido exprimidas, pues la pantalla táctil no tiene efecto en la jugabilidad, y la segunda pantalla (la superior) funciona simplemente como extensión de la primera. Nintendo ha sido fiel a la premisa de si algo no está roto, no hace falta cambiarlo, y nos ha brindado este plataformas que, junto a New Super Mario Bros., nos permitirá volver a disfrutar de títulos de calidad dentro de este género, últimamente un poco olvidado.