Análisis de "Yomawari: Midnight Shadows"

El juego transcurre a través de varios episodios en los que primeramente el control será en el papel de Yui de forma breve pasando posteriormente a controlar a Haru. Haru deberá explorar las calles de la ciudad hasta acceder a la zona donde es posible localizar a Yui, bien sea por pistas que vaya encontrando o siguiendo a Chaco, el perro de la niña desaparecida. La linterna seguirá cobrando especial importancia para iluminar el trayecto y poder ver a los espíritus y objetos que no son visibles a simple vista. Con una pulsación del botón sensor del Dualshock 4 se puede encender y apagar la linterna si es necesario, puesto que algunos espíritus pueden seguir a Haru o en su defecto esta puede apagarse repentinamente en ciertos momentos. Con el stick derecho se podrá variar la dirección de la luz para apuntar a diferentes lugares sin varias la dirección del personaje.

Al igual que en el título anterior, no existen armas ofensivas en el juego. Haru sólo podrá esquivarlos a los espíritus y entes corriendo, aunque gastando resistencia en el proceso y teniendo en esos momentos el pulso cardíaco hará que vaya descendiendo con mayor rapidez, o en su defecto utilizando escondites para poder pasar desapercibido hasta que la presencia desaparezca, o aprovechando el momento oportuno para poder escapar. Por otro lado, los objetos comunes como piedras o monedas vuelven a estar presentes. Los primeros servirán para distraer la atención de los espectros que sean sensibles al sonido y los segundos para guardar la partida en las estatuas de Jizou, las cuales también servirán para transportarse a diferentes zonas además de servir como puntos de reinicio si el personaje muere, y también a través de teléfonos en algunas localizaciones. Como novedad se han incluido dos objetos nuevos en esta entrega: el avión de papel y la sal. El primero tiene un propósito similar a las piedras sólo que en el caso de los aviones la distancia de lanzamiento es mayor y la sala, la cual puede conseguirse en ciertos puntos del juego, permite destruir a ciertos espíritus con ella.

En ciertos momentos habrá que hacer frente a poderosos espíritus que actuarán como jefes que, a diferencia del juego anterior, no requerirán de encontrar objetos con el objetivo de exorcizarlos sino esquivar sus ataques hasta poder encontrar un objeto que sirva para terminar el enfrentamiento, avanzar hasta una ubicación específica o en su defecto hablar con el espíritu. Cabe decir que estos jefes seguirán contando con rutinas de ataque que requerirán de cierta pericia para salir airosos de estos encuentros. Los enemigos comunes, por su parte, tendrán diferentes patrones de ataque. Algunos se sentirán atraidos por la luz mientras que otros les repelerá, otros acudirán por el sonido y otros tendrán una ruta específica de movimiento que los hará predecibles.

Además de poder localizar objetos comúnes y otros varios con información, o puzzles, se podrán encontrar objetos simbólicos que servirán de amuletos a lo largo del juego y con diferentes cualidades, como por ejemplo poder correr un poco más rápido o encontrar más piedras o monedas. Estos se irán encontrando en diferentes localizaciones a través de cada episodio o en zonas concretas pero para poder equiparlos habrá que esperar al termino del capítulo para regresar a la casa de Haru y poder acceder a la mesa de su habitación, donde estará disponible la opción.