Impresiones Yo-kai Watch 2 Fantasqueletos/Carnánimas

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Impresiones Yo-kai Watch 2 Fantasqueletos/Carnánimas

Cuando Yo-kai Watch llegó a las tiendas en verano de 2013 no muchos pensaron que fuese a pasar lo que terminó pasando en Japón. Nintendo 3DS volvió a subir en ventas como la espuma, y alguien en las oficinas de Game Freak empezó a alarmarse: ¿era esta nueva franquicia el relevo generacional de Pokémon? El tiempo ha dado su respuesta, y lo cierto es que han logrado coexistir sin que uno de los dos se coma al otro. Y esto es positivo. Lo es porque ambas franquicias han aprendido la una de la otra y eso ha dado pie a que el concepto de “hazte con todos” así como el del combate por turnos desenfadado pero profundo y el intercambio de monstruos sea ya algo imperecedero.

Yo-kai Watch no es una copia de Pokémon, y su segunda parte responde por fin con firmeza a esa afirmación. El primer juego de la saga, que pudimos disfrutar el año pasado en 3DS con una acogida monumental en España gracias a su apoyo televisivo, hizo que Jibanyan y compañía asomasen la patita; mientras que la segunda parte consolida todos los cimientos del original y le da una vuelta a esas ideas que quería transmitirnos el equipo de Level-5 con Akihiro Hino a la cabeza.

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Seamos claros: Yo-Kai Watch 2 no innova en prácticamente nada. Es una reinterpretación del primer título. Los cambios de verdad vienen con Yo-kai Watch 3. Ahora bien, ¿es esto malo? No necesariamente. Lo que hemos probado nos gusta, porque mantiene lo mejor del inicio de esta máquina imparable de merchandising y da pequeños pasos en frente a la hora de contar la historia, interpretar su jugabilidad o dar a entender que estamos en un mundo realmente vivo, a su manera.

No engaña a nadie porque sigue enfocándose principalmente al público joven, que no infantil. Adopta varias lecturas y se adapta a todo tipo de jugadores, y si no podemos mirar la edad media de este tipo de juegos (en Pokémon es de más de veinte años). La trama no tiene demasiada complejidad, aunque de eso hablaremos en su momento en el análisis; pero hay que tener claro que tenemos que traer de vuelta la paz al mundo del juego. A Nathan, el protagonista, se le ha olvidado todo lo que ha vivido con los Yo-kai, estos espíritus tan curiosos e idiosincrásicos en algunos casos (carentes de personalidad en otros pocos). El propio juego deja leer entrelíneas que es una especie de reboot encubierto, y la verdad es que las primeras dos horas en Floridablanca son un poco repetitivas.

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Hay motivos para creer: la ciudad es más grande, con más zonas que la primera entrega y con más facilidades gracias a la implantación del tren, lo cual agiliza sobremanera el desplazamiento entre las diferentes zonas de la ciudad. El sistema de combate, que es en nuestra opinión el pilar base sobre el que se sustenta o debería sustentar este licencia, es ligeramente distinto. Sigue siendo un sistema semiautomático en el que los Yo-kai ejecutan movimientos con cierta autonomía, mientras que nosotros intervenimos más con un papel de alineador gracias a la ruleta de selección de los Yo-kai en pantalla (3 activos, 3 inactivos). Aunque hay más minijuegos, es bastante continuista a este respecto.

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Lo que sí nos ha gustado y tenemos ganas de seguir conociendo más a fondo son los viajes en el tiempo. Yo-kai Watch 2 pone también más énfasis en las decisiones del jugador, con preguntas y respuestas en algunas misiones secundarias. Y sí, tal como todos estábamos esperando: hay combates online. Quizá sea por eso que el título vendió más de cinco millones de copias en Japón. Todavía nos quedan unos dos tercios del juego por completar, y tenemos la esperanza de que nos sorprenda un poco más que ahora. Pero queremos insistir en eso: es más que el primer juego, tanto en contenido como en calidad gráfica, pensando algo más en agilizar el gameplay, pero arrastra los defectos del original. La magia, no obstante sigue intacta. Podemos estar tranquilos.