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When Vikings Attacks

When Vikings Attacks

When Vikings Attack

¡Los Vikingos invaden Inglaterra… algo así como un milenio después de lo habitual, pero más vale tarde que nunca, ¿no? Los noveles de Clever Beans nos retan a una odisea en la unión hace la fuerza. Cojamos el pad de PlayStation 3, carguemos la PS Vita y dispongámonos a la guerra, porque harán falta manos para restar semejante invasión virtual.

Inglaterra. Siglo XX
Dispuesta a apoyar su gran política Cross-Buy tras ejemplos anteriores como Sound Shapes, Sony lanza en formato descargable When Vikings Attack, un simpático arcade de acción frenético y un punto caótico en el que feroces vikingos irán a por nosotros con escudos de madera, cascos con cuernos puestos en todas las direcciones posibles y pecho al descubierto. Dotado no solo con Compra Cruzada, por lo que al adquirir la versión de PlayStation 3 obtenemos gratis la versión de PS Vita y viceversa, WVA cuenta además con Juego Cruzado que incluye incluso chat de voz en tiempo real. Todas las características posibles para una sencilla propuesta cuya excusa argumental es simplemente que los vikingos invaden Inglaterra, y punto. Más de un milenio después, en pleno pasado siglo XX, los pobres ciudadanos británicos –que se asemejan a una versión humanizada de los Rabbids de Rayman- ven como hordas vikingas por las que los siglos literalmente no han pasado –incluso maldicen y gritan en su propia lengua- arrasan con sus granjas, ciudades, fábricas de tuberías y museos. Sí, vikingos en un museo contemporáneo –ver a uno de ellos correr hacia ti cargando con una tele en las manos es hilarante hasta decir basta. Sin armas con las que atacarnos, los invasores se ven obligados a lanzarnos todo lo que pillan, ya sea un tractor, un pez gigantesco de un anuncio de restaurante o la caseta de tiro al blanco de una feria local. ¿Cómo podemos defendernos de tal armamento? Sencillo, devolviéndoselo ojo por ojo, diente por diente y ambulancia por ambulancia al más puro estilo pelea de taberna pero a gran escala.

Y lo haremos llevando a médicos, a granjeros, a oficinistas, a niños, a una señora con su medidor cardíaco que hacía footing, a un levantador de pesas de los años 20. Cualquiera de los más de 60 ciudadanos a desbloquear nos servirá para contrarrestar la amenaza de los bigotudos hombres del Norte. La jugabilidad de WVA no puede ser más sencilla: Usando el joystiq izquierdo manejaremos a nuestro personaje, que rápidamente deberá buscar aliados entre las NPCs inglesas que corren despavoridas por el escenario. Estos se añaden al grupo, que será lo que controlemos, respondiendo estos tal y como un banco de peces. El número de ciudadanos que conforme nuestro grupo dictaminará el tamaño de los objetos que podemos coger y lanzar, por lo que llevando a tres solamente tiraremos papeleras y fardos de heno, pero con más de seis ya cargaremos con coches y bebederos de madera para los animales. La acción de coger los objetos se realiza automáticamente al tocarlos. Para lanzarlos tenemos que señalar hacia dónde queremos que el grupo mire y darle a Círculo o Cuadrado. Con los Gatillos L y R en Vita y L1 y R1 en PlayStation 3 rotaremos el objeto que hayamos cargado, algo ideal para las distintas situaciones. Si los vikingos van en línea, podemos rotar las piedras de un monumento Stonehenge que encontremos y ponerlas en pico para que vayan rectas. Pero si el grupo ataca en masa, giramos la piedra para lanzarla de costado y alcance a todo el grupo a lo largo, multiplicando los puntos recibidos. Esta habilidad de rotar objetos se torna en ocasiones necesaria para poder avanzar, como comprobamos por ejemplo en la genial cuarta fase, que no sólo nos retará a pequeños puzles para avanzar, sino que además su enemigo final se convierte en uno de los puzles más exigentes del todo el juego.

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Irreductibles Bretones
El botón Triángulo servirá para reaparecer cuando el juego nos lo permita. Y X nos servirá para que el grupo acelere de repente por un instante, ideal para esquivar un objeto que puede apiolar a nuestro contingente y dejarnos solamente con un pequeño niño contra un ejército vikingo. Pero X, pulsado en el momento justo servirá también para robarle el objeto que los vikingos porten y tirárselo en un movimiento Counter ideal para contraataques rápidos e inesperados. La interfaz del juego no muestra barra de vida alguna, sino que esta se mide por el número de compatriotas que perdemos. Perdemos miembros cada vez que nos alcanza. Un gran ataque –recibir un golpe con una ambulancia lanzada de través por ejemplo- puede aniquilarnos y que comencemos de nuevos, por lo que el buscar aliados cada vez que perdemos a alguien se torna necesario. Siempre que estemos bajos de personal, más ciudadanos comenzarán a llegar al escenario. Algunos de estos poseen habilidades especiales, como fuerza, velocidad o potencia, pero a medida que aumente el número de integrantes, nos iremos moviendo más y más despacio. Una vez superados los primeros compases del juego,  las oleadas enemigas dejarán de formar un solo grupo, dividiéndose en varios y provocando que la única manera de diferenciarnos entre tanto caos sea mirar los círculos, rojo para nosotros y blancos para ellos. Existe un arma del juego que es un misil plateado que contiene una poción que, si conseguimos que alcance a algún vikingo, este se volverá de nuestro lado. Pero el problema es que ellos también pueden usarla y lograr que los ingleses se pasen a las filas enemigas, por lo que en ocasiones manejaremos un bando entero de vikingos contra otro de ingleses. Y cuando ambos estén tan mezclados que no podamos guiarnos visualmente por ellos, de nuevo los círculos serán la única manera de distinguir a quién demonios estamos apuntando con la rueda del coche.

Este problema de visibilidad se agudiza en espacios cerrados como salas pequeñas o pasillos industriales, máxime en Vita, ya que en PS3 podemos verlo en una pantalla más grande y distinguirlo mejor. Pero lo que puede ser un hándicap en forma de caos visual para un solo usuario, en el multijugador online se convierte en toda una gozada cuando hay hasta cuatro usuarios simultáneos enfrentándose a los vikingos. Al igual que en el reciente Silent Hill: Book of Memories, la campaña para un solo usuario puede tornarse redundante a pesar de añadidos en los escenarios y mecánicas como nuevas armas o elementos, pero jugando en online y con el chat de voz puesto, la experiencia gana muchos enteros en cuanto a diversión, ya que encima podemos darle a nuestros compañeros si apuntamos mal. El gameplay –que si hubiera incorporado algún tipo de golpe de meleé cuando estamos al lado del enemigo hubiera sido muy agradecido- consiste básicamente en atravesar distintas fases como una granja, un museo, una feria o una fábrica avanzando de zona en zona –no suele haber más de 3 ó 4 por nivel- y aguantando varias oleadas de enemigos que una vez superados, la IA del juego nos muestra una flecha a pesar de lo claro que está señalado el camino para la siguiente zona. En cada fase tenemos un Jefe Final, cuyo enfrentamiento se deviene uno de los mejores instantes del juego, ya que cada uno tiene un punto débil y una forma de vencerlo que debemos localizar. A uno lo mataremos a pura fuerza bruta, en cambio a otro tendremos que usar las farolas como postes de rebote. Y si en vez de uno son dos, la cosa se dificulta considerablemente. En Multiplayer además, los Final Bosses modifican sus patrones para que los jugadores tengan que colaborar. Cada fase del total de 15 que When Vikings Attack tiene no nos llevará más de 10-15 minutos superarla, por lo que en un par de horas habremos terminado el modo Historia.

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God Save the Queen
Junto al modo Campaña - amenizado con videos gubernamentales sobre la mejor forma de pelear a los enemigos que nos explicarán también cada nueva arma disponible- que puede ser jugado tanto offline como online con 2,3 ó 4 usuarios, tenemos un modo Versus multijugador con tres desafíos distintos.  En Last Man Standing nos encontramos con el clásico todos contra todos en el que solamente uno puede quedar en pie- En Vikingos Vs Vigilantes estableceremos distintos equipos y pelearemos dos contra dos.  Y el último, Goldrush, se trata de nuevo de un clásico deathmatch como Last Man Standing, solamente que esta vez hay objetivos que cumplir y ganará el jugador que primero los consiga y obtenga todas las medallas, aparte de machacar a fondo a nuestros amigos con saña vikinga y sin piedad. La funcionalidad de Juego Cruzado y de Cross-Save (guardar una partida en Vita y transferirla a PS3 para continuarla) está activa en PS3 y en la portátil para todos los modos de juego, tanto de Historia como el Versus multijugador. El Cross-save funcionará de la siguiente manera: Cuando estemos jugando y a la vez conectados a internet, en el mismo momento en que salvemos la partida los datos del juego quedarán registrados. Una vez  online, los archivos guardados quedarán incorporados, y tan pronto como iniciemos el juego en otra plataforma pero con la misma cuenta de PSN estos datos se descargarán automáticamente y se incorporarán de nuevo, lo que solamente requerirá de que iniciemos la sesión en ese nuevo dispositivo para disponer de nuestra partida almacenada del juego.

Visualmente estamos ante un arcade de texturas sencillas, de estilo cartoonesco y que se apoya en una variedad visual constante de escenarios y elementos en estos bien diferenciados visualmente. Si bien en PlayStation 3 no hemos registrado bajón alguno, en Vita sí que hemos visto alguno que otro cuando la pantalla está llena de enemigos, objetos que caen y explosiones, aunque han sido muy puntuales y no estropean para nada la experiencia del juego. La misma fluidez hemos notado en el multijugador cruzado entre PS3 y la portátil, sin tirones de ningún tipo. Lo mejor estriba en la cantidad de objetos y elementos de cada escenario, y la destructibilidad de algunos. Los coches por ejemplo irán perdiendo piezas, como las ruedas o los ejes; los carteles de anuncios o letreros en restaurantes u hospitales, o los propios cuadros del museo, serán susceptibles de ser destrozados con cada impacto, rompiéndose y permitiéndonos atacar con lo que quede de ellos. La gran parte de lo que veamos en pantalla podrá ser recogido y lanzado, conformando un simpático y cumplidor apartado visual tanto en sobremesa como en portátil. El juego se encuentra con textos traducidos al español, aunque la voz del narrador permanece en inglés. La música de cariz y samplers electrónicos, oscila entre un tema heroico y divertido a otros adecuados para cada nivel, caso del inesperado tema Trance del Final Boss en la cuarta fase, cumpliendo junto a los divertidos efectos de sonido –las voces vikingas son lo mejor- pero sin destacar en exceso.

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7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.