Si te apuntan con el dedo cada vez que inundas tu salita de estar deja de preocuparte porque tu locura tiene una cura rápida. Wave Race: Blue Sorm, la continuación del emblemático juego de carreras con motos acuáticas de Nintendo, se convertirá en la mejor receta para dejar de empapar a tu familia..
Si te apuntan con el dedo cada vez que inundas tu salita de estar deja de preocuparte porque tu locura tiene una cura rápida. Wave Race: Blue Sorm, la continuación del emblemático juego de carreras con motos acuáticas de Nintendo, se convertirá en tu mejor receta para dejar de empapar a tu familia...
Luego llegaron los rumores acerca de Dolphin, posteriormente conocida como GameCube. Sonaban muchos nombres para la presentación de la 128 bits de Nintendo en el Spaceworld de 2000. La ansiada vuelta de Samus en Metroid, Zelda, Mario y Luigi, o precisamente este Wave Race, y, afortunadamente, Nintendo no defraudó, con apenas 10 segundos de video pre-renderizado se dejaba entrever que podríamos disfrutar por fin de una nueva entrega, espectacular, más realista y con unos gráficos que quitarían el hipo. Al final la espera ha sido larga cuando miramos a la lejanía de 1997, pero Wave Race: Blue Storm, como se ha bautizado a esta entrega, llegó a manos de los afortunados japoneses el pasado Septiembre y aterrizará en las tiendas americanas en poco más de un par de semanas. Nosotros ya pudimos probarlo y te podemos asegurar que la espera ha merecido la pena y que Blue Storm no defraudará, ni a neófitos ni a jugadores experimentados...
Siguiendo la estela de su precuela (si una fórmula funcionaba para que cambiarla), Blue Storm nos propone 8 circuitos ambientados en diferentes escenarios y muy distintos entre sí, en los que vencer a 7 contrincantes en disputadas carreras para alzarnos con el triunfo. Así, por ejemplo, en City Harbor, podremos desfilar a través de una carrera nocturna en una brillante ciudad, teniendo especial cuidado con los enormes barcos que atracan en el puerto, o con los sinuosos canales que discurren a lo largo del entramado de la ciudad. Quizás te recuerde algo a Twilight City, su homónima en la versión de Nintendo 64, pero lo cierto es que el parecido acaba simplemente en que atravesamos una ciudad por la noche, el resto es historia y las comparaciones inútiles.. También visitaremos el helado océano en Cool Ocean, uno de los trazados más divertidos y largos de los que han dotado al juego. En esta ocasión tendremos que "luchar" con un frio de mil demonios, sortear trozos de hielo que flotan o sobresalen minimamente sobre el agua, y prestar especial atención al deshielo que produce los rayos del sol sobre los glaciares, provocando que se despedacen aleatoriamente, y produciendo en su caída grandes olas y peligrosas situaciones al chocar con los icebergs que dejan a su paso. Este aumento de la interactividad con los entornos es mucho más acusada en Blue Storm y termina en ocasiones por determinar el devenir de las carreras. Las enormes boyas en Ethnic Lagoon por ejemplo, no tienen nada que ver con las que tienes que sortear en Dolphin Park. En el escenario inspirado en China son mucho más grandes y se sitúan en lugares más estratégicos, por lo que chocar con ellas será mucho más sencillo. En City Harbor caerán incesantemente enormes cajas desde los mercantes sobre los lugares más insospechados, justo delante de nuestras narices, y que nos obligarán a tener reflejos felinos, mucha sangre fría y a calcular bien nuestros adelantamientos. Hay otras sorpresas en cada uno de los circuitos pero tampoco queremos "chafártelas" hasta que por lo menos tengas la oportunidad de probarlo por ti mismo...
Con todo Wave Race: Blue Storm se nos antoja uno de los mejores juegos de salida para GameCube. Con sus pros y sus contras, lógicos por ser primerizo en la nueva consola. Con la ausencia de un mayor número de circuitos o de opciones, y un modo multijugador justo pero muy bien realizado, no defraudará con casi total seguridad a los seguidores de la primera parte y atraerá a propios y extraños por su calidad técnica, su velocidad, la posibilidad de crear efectos climáticos y el exquisito manejo de las motos.
Quizás en 4 o 5 meses volverás a tener la excusa perfecta para poner tu casa totalmente chorreando, aunque esta vez nadie se atreverá a señalarte con el dedo...