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Blizzard Entertainment, creadora de Warcraft 2, Diablo y el inminente Starcraft, irrumpe en el género de la aventura gráfica con Warcraft Adventures: Lord of the Clans. Un género que ha tenido sin duda sus altibajos. Desde aquella gloriosa época en que historia e interacción constituían la espina dorsal de toda aventura que se preciara como tal y palabras como full motion video y renderizados 3D no habían llegado a nuestros oídos, ha llovido bastante. Juegos como Secret of Monkey Island o Day of the Tentacle combinaban colorido y la novedad de sus gráficos estilo dibujo animado con una estudiada jugabilidad e interacción, resultando grandes éxitos de ventas y crítica. Más recientemente, el género ha caído en una dinámica en que surgen juegos cada vez más sorprendentes para los sentidos, pero que al mismo tiempo proporcionan experiencias lúdicas cada vez más cercanas al pasivo visionado de una película, debido a la baja libertad e interacción que proporcionan al jugador. Todo ello resulta en que legiones de juegos similares al Myst invaden el mercado. Sin lugar a dudas muchos ofrecen una realización técnica impecable pero, salvo contadísimas excepciones aún no aparecidas en el mercado como Curse of Monkey Island, ninguno intenta retornar a aquellos añejos pero certeros senderos para hacernos revivir aquel idílico pasado. Warcraft Adventures es el próximo y novedoso capítulo de la saga épica Warcraft. Esta aventura gráfica con ambiente fantástico prosigue la historia del universo Warcraft y establece el entorno para futuros títulos.
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Argumento. El jugador vuelve a la tierra de Azeroth como Thrall, un fuerte y joven Orco despojado de su herencia y linaje tras ser hecho prisionero por los humanos. Ahora bajo la tutela de un soldado humano y tratado por éste como un esclavo, parece abocado a servir a los humanos de por vida a menos que haga algo para evitarlo. Thrall decide liberarse de esa humillación rebelándose contra la tiranía de su tutor. Como recompensa por su legítima rebeldía recibe un penoso encarcelamiento y una condena a muerte a manos de una depravada bestia. En esa situación se inicia el juego. La historia arranca donde Warcraft II Beyond the Dark Portal, pack de expansión aparecido para la secuela del éxito de Blizzard, finalizaba y desarrolla algunos de los populares personajes y localizaciones aparecidas en los anteriores títulos de estrategia en tiempo real. Multitud de orcos están atrapados en Azaroth, dominio humano. Destinado a unir y liderar los desperdigados clanes Orcos, Thrall asume como su objetivo vital lograr que la Horda resurja de sus cenizas.
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Características técnicas. Los diseñadores de Warcraft 2 Adventures apuestan por un tradicional (pero al mismo tiempo original hoy día) look con fondos en 2D dibujados a mano y mantienen, incluso en las cutscenes, ese ya mencionado estilo dibujos animados (cartoon), que ha acabado revelándose más eficaz frente a otras opciones más realistas y sofisticadas. La animación, que no desmerece por su calidad a la de cualquier film de Disney, consta de más de 40.000 frames y es producida por un equipo formado por unos 50 artistas rusos con experiencia anterior en títulos educacionales en Davidson Associates, una filial de Blizzard. En el aspecto sonoro, el juego goza de la cooperación de talentos de Hollywood como Clancy Brown ("Highlander", "Starship Troopers", y "The Shawshank Redemption") que presta su voz al personaje principal, Thrall; Peter Cullen (Optimus Prime en la popular serie animada "Tranformers") y Tony Jay ("El jorobado de Notre Dame" versión Disney). Y no se echan de menos, por supuesto, excelentes músicas de fondo fieles al estilo Warcraft..
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Entremos en materia. Nos encontramos con la habitual perspectiva en tercera persona, típica de la saga King Quest o las archiconocidas series de aventuras gráficas surgidas del buen hacer de LucasArts. El juego desprende un aire de aventura clásica centrada en el desarrollo de la trama. A través del ratón, el jugador se puede mover por un total de más de 60 asombrosas localizaciones, repartidas por las siete regiones de Azeroth. En el transcurso del juego se encontrará con unos 70 personajes animados, de todos los tamaños y formas, desde orcos y humanos hasta enanos o elfos, incluyendo a la mayoría de nuestros viejos conocidos de los anteriores títulos. Blizzard asegura que conseguirá una jugabilidad cuidada e intensa gracias a los puzzles y a que, aunque siempre teniendo en cuenta la prioridad de la narración de la historia que cimenta el juego y la coherencia con la misma, se tratará de lograr una interacción entre los personajes lo más fuerte posible. El sistema de diálogos, una vez más, recuerda a viejas glorias en especial de la factoría LucasArts, ya que se basa en árboles de conversación, cada vez que se establece un diálogo con otro personaje, una serie de preguntas y respuestas se despliega por el área de juego. Una conseguida interface también contribuye a ampliar el disfrute de una aventura y la simplista pero efectiva interface, basada en iconos, de Warcraft Adventures parece pensada para evitar atascos inútiles. El manejo del ratón es muy similar al de Full Throttle, título de LucasArts de ambiente motero, no muy lejana factura y escaso éxito. El jugador selecciona un objeto e inmediatamente se abre una ventana conteniendo tres iconos en forma de ojo, boca y mano respectivamente. Para examinar un objeto, tan sólo hay que pulsar el icono del ojo, para hablar con alguien el de la boca y para coger ese objeto en cuestión, el de la mano. El inventario, en forma de hueso, reside en la esquina inferior izquierda de la pantalla. En el peor de los casos, el jugador puede necesitar acarrear 13 objetos simultáneamente (normalmente bastantes menos bastan), por lo que navegar por los diversos niveles del inventario no se hace pesado ni lento en ningún momento. Un punto nada anecdótico, ya que en nuestro perfecto conocimiento de lo que llevamos con nosotros en cada momento y en nuestra habilidad usando, e incluso combinando, las cualidades de los objetos que contenga el citado inventario, reside la clave de la resolución de no pocos puzzles.
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Elucubraciones ¿cuándo saldrá? Que Blizzard es experta en el género de la estrategia en tiempo real y commocionó el género con el Warcraft original, es algo más que sabido en el mundo de los juegos PC. Pero... ¿que sucederá en su irrupción en un género virgen para ellos como el que nos ocupa? ¿Atraerá este juego a los jugones de las dos primeras partes a pesar del cambio radical de estilo?. Resulta evidente que decidir realizar una aventura gráfica a partir de una serie ya consagrada en otro género, en lugar de partiendo desde cero, no tiene nada de casual. Habría que preguntarse que porcentaje de aficionados a los juegos de estrategia, en su versión más light, con más acción o como se le quiera llamar, lo son a su vez de las aventuras gráficas. Y también si los fans de las dos primeras partes lo son tanto como para decidirse a adquirir un juego de un género desconocido o poco atrayente para ellos, sólo por estar ambientado en el mismo universo y compartir parte del título. Cuestiones que, sin duda, habrán estudiado los señores de Blizzard, antes de embarcarse en este audaz proyecto. Por el momento parece ser que el estilo, tan reminiscente como añorado, y la cómoda interface y mimada jugabilidad (o al menos eso se promete) de Lord of the Clans hacen pensar que puede ser, por méritos propios, el inicio de una longeva y paralela bifurcación hacia este género de la ya consagrada saga de estrategia. La salida de la versión completa se espera para Navidades de este mismo año.