War Leaders: Clash of Nations

Un juego al estilo Total War pero llegando donde esta saga no ha alcanzado aún, la Segunda Guerra Mundial. Visitamos las oficinas del estudio español Enigma para ver el estado de desarrollo actual del juego y conocer de primera mano algunas de sus características.

La saga Total War ha visitado Japón en su época feudal, el tiempo del Imperio Romano, el medievo y próximamente los siglos de los grandes imperios coloniales, pero aún no ha visitado unos años de crucial importancia para la historia moderna: la Segunda Guerra Mundial.

Enigma no oculta el parecido de su War Leaders con los juegos de Creative Assembly, de hecho, lo indican para explicar el sistema de juego, pero su título cuenta con una ambientación y unas características que consiguen hacerlo único y que esperamos explicar a lo largo de este avance.

Hace algunos días pudimos visitar sus oficinas para que nos mostraran el juego en directo sobre una prebeta. El juego se encuentra en una fase bastante avanzada y entrarán en beta en breve, faltando sólo pulir posibles errores y optimizar el motor gráfico.

La guerra de los líderes

Tanto el nombre del juego como las imágenes promocionales que lo acompañan son muy descriptivos respecto a un elemento muy importante del mismo, los líderes mundiales son fundamentales en el desarrollo de las partidas. Una vez escojamos una facción, nuestra relación con el resto de naciones se verá reflejada a través de las expresiones de sus máximos mandatarios. Estarán los más importantes, como Churchill, Roosevelt o Stalin, salvo en Alemania, donde Hitler será sustituido por un falso personaje con un gran parecido debido a que en aquel país está prohibido reproducirlo.

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Pero no serán los únicos personajes históricos representados, ya que, algunos generales importantes o consejeros cercanos también harán acto de presencia, los primeros en el campo de batalla y los segundos en escenas cinemáticas, al igual que los líderes. Y aún más, también habrá héroes famosos y espías que se han convertido en mitos.

Podremos elegir controlar a Alemania, Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos, URSS, Japón e Italia, habiendo tres niveles de fidelidad histórica. En el primero de ellos, cada nación empieza en el mismo momento que entró en guerra y no antes de esa fecha. Es decir, Francia, Gran Bretaña o Alemania estarían desde el 39 con la invasión de Polonia, pero Estados Unidos y Japón no llegarían hasta finales de 1941 con el ataque a Pearl Harbor. Además, las alianzas con las principales potencias serían fijas según como se produjeron en realidad.

El trabajo de ambientación que ha tenido el juego ha sido sencillamente increíble. Mientras estuvimos en las oficinas de Enigma podíamos ver por las mesas libros con información sobre armamento de la Segunda Guerra Mundial y además nos comentaron que habían contratado a un historiador para que les asesorara al respecto.

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Hay nada menos que 252 unidades recreadas al máximo detalle, desde el blindaje de los tanques hasta cualquier símbolo que apareciera en la ropa de los soldados. Se cuentan 114 clases de vehículos, 72 tipos de infantería, 43 modelos de aviones diferentes, 6 naves de guerra, etc. Se han hecho varias divisiones (unas 24) para identificar mejor las tropas, separándolas en tanques, anti-tanques, artillería, cazas, ingenieros...

Absolutamente todo aparecerá como fue en la realidad. Por lo tanto, todo lo que encontremos en el juego realmente participó en la guerra, salvo alguna curiosidad que se ha querido incluir, como son algunos prototipos, quizá calificables como raros, que no llegaron finalmente a entrar en combate pero que sí se diseñaron.

La inmersión del jugador también se potenciará con la inclusión de escenas cinemáticas e imágenes basadas en vídeos y fotografías reales pero con ciertas modificaciones según los sucesos. Es decir, en una determinada reunión entre líderes puede que cambien los participantes o el izado de una bandera en un territorio conquistado puede que no sea la que pasó a la historia.

Esto tendrá una importancia más allá de lo estético, ya que se pueden cambiar hechos importantísimos como el descubrimiento y uso de la bomba atómica, determinadas declaraciones de guerra, el resultado de algunas batallas, etc., con lo que podemos crear numerosos finales para un mismo comienzo.

Los líderes mundiales mostrarán su relación con nosotros según una serie de animaciones en las que se verá como pasan de estar muy felices a sentirse iracundos si no les gusta lo que estamos haciendo. Es un modo gráfico de conocer la situación entren nuestro país y los otros, siendo además gracioso por la recreación caricaturesca de rostros conocidos.

En War Leaders se representa la Segunda Guerra Mundial en toda su amplitud, es decir, se podrá luchar en cualquier parte del planeta, repesentado con texturas en alta resolución que en realidad son fotos de satélite. De este modo, el movimiento por el mapa en la parte de gestión es sumamente sencillo. En total, hay 175 territorios terrestres en un mapa a lo Risk, aunque únicamente 41 entornos en los que enfrentarse, pero esta no correspondencia entre ambas cifras tiene su explicación.

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Cada nivel está recreado con un alto nivel de detalle, pero más allá de eso, son realmente inmensos. Podemos ver un horizonte de un centenar de kilómetros cuadrádos, aunque luego el área donde se combate sea mucho menor (hasta 4 km cuadrados), así que hay que realizar un gran trabajo para crear un escenario y no era posible realizar 175 diferentes.

Esto se debe a que también hay batallas aéreas y éstas no se pueden reducir al mapa que utilizan las unidades terrestres. Pero tampoco será un gran inconveniente, pues hay variedad suficiente para que no se note en demasía la repetición de terrenos para territorios diferentes. Además, también habrá un número similar de territorios en el mar, aunque la cantidad definitiva aún no ha sido especificada.

Hay varias ambientaciones, como desierto, nevado, ciudad o las costas del Pacífico y el aspecto de las edificaciones además de su distribución varía en consecuencia. En el desierto habrá grandes explanadas al lado de pequeños pueblos mientras que en ciudades los enfrentamientos serán en callejuelas y casi luchando por cada edificio.

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También hay que tener en cuenta que cada territorio contará con una población que podría declararse neutral o a favor de alguno de los bandos, pudiendo tomar parte en el conflicto. No se expandirán como sí harán las naciones principales pero sí se defenderán en caso de invasión si no se trata de un aliado.

Como ya hemos comentado al inicio, War Leaders inspira claramente su jugabilidad en los Total War, lo que implica tener dos partes bien diferenciadas, un mapa donde gestionar los movimientos de las tropas y diversas cuestiones económicas y displomáticas y, por otro lado, las batallas en tiempo real, las cuales se pueden simular o participar en ellas activamente y sólo tienen lugar al finalizar cada turno.

Indicar dónde queremos llevar cada escuadrón es muy sencillo, tan sólo con arrastrarlo de una región a otra, mostrándose además de manera muy visual mediante un código de colores si estamos invadiendo un territorio, avanzando por el nuestro propio o si llegar al destino supone más de un turno. Cada agrupación de unidades está representada por el miembro más significativo de cada una de ellas y es posible realizar acciones como introducir infantería u otras tropas en aviones o barcos para ser transportados.

Se puede ver el contenido en cuanto a unidades de un escuadrón y separar un determinado tipo del grupo si queremos. Para atacar, basta con llevar tropas a un territorio enemigo ocupado. Si se hace solamente con bombarderos no habrá enfrentamiento en tiempo real, pero si este movimiento se acompaña de ejército terrestre entonces se produce una batalla con apoyo aéreo.

La unidad más importante es el líder, la cual hay que proteger del enemigo porque si es destruida, se acaba el juego. Pero también podemos manejar espías para sabotear, animar a la insurrección o conseguir información acerca de la situación del enemigo, como por ejemplo con qué unidades cuenta en una determinada región que no podemos ver. Existirá, por tanto, la niebla de guerra, aunque en la versión que pudimos probar aún no estaba implementada.

Tan importante como el dinero lo es el petróleo y, de hecho, son los dos datos que salen destacados en la esquina superior derecha de la vista del mundo, junto a la fecha. Por lo tanto, hemos de procurar que no escasee para poder llevar a cabo nuestras acciones, pero no será la única materia prima y también habrá que conseguir otros como acero o materiales radioactivos para la bomba atómica. También será posible realizar intercambios con los aliados, pero esto tampoco estaba aún incluido en el juego.

Dentro del apartado del Ministerio de Ciencia podemos ver el árbol de investigaciones, en el que gestionamos qué inversión dedicamos a desarrollar los diferentes nodos y cuáles de ellos elegimos en cada momento. A priori, por lo que pudimos ver, todos los árboles son idénticos para todas las naciones así que todas pueden conseguir lo mismo.

Los combates reproducidos en War Leaders son menos masivos que los vistos en Total War y podrían asemejarse más a un juego que acaba de salir, World in Conflict, ya que el número total de unidades en pantalla es mucho menor. Antes de empezar el enfrentamiento, se realiza una proporción para reducir el número de participantes dependiendo de la cifra real con la que se cuenta en la parte de gestión.

Cada vez que finaliza un turno, una serie de iconos en la parte inferior derecha dan acceso a unos pequeños pero útiles resúmenes de los acontecimientos acaecidos en el mismo, como pueden ser las expansiones realizadas, las invasiones sufridas o algunas estadísticas económicas.

Como ya hemos comentado, no es imprescindible llevar a cabo los enfrentamientos, aunque es una parte interesante y el juego se quedaría incompleto sin ellos, sobre todo por la gran dedicación que se ha tenido en este apartado. De todos modos, si elegimos no tomar parte nosotros mismos, el juego nos muestra el resultado final en función de las tropas de cada bando y determina el ganador y las bajas.

Por otro lado, si lo que se quiere es únicamente es dirigir a las unidades en enfrentamientos en tiempo real y olvidarse de toda la parte de gestión, también existe esa opción aunque fuera de la campaña, mediante escaramuzas. También será posible competir hasta cuatro jugadores por internet en multijugador en tres modos diferentes, a muerte, cooperativo y capturar la bandera.

Una vez entramos en una batalla, se nos presenta una interfaz con diversos iconos para acceder a las unidades según su tipo, un minimapa, un cuadro con información de las tropas seleccionadas y más iconos para indicar formaciones y otras acciones en el combate. La cámara se puede mover con las flechas o con el ratón con total libertad y acercarla o alejarla según queramos. Además, también se puede colocar en cualquier unidad para que la siga y ver la batalla desde esta perspectiva subjetiva o colocarla fija en un punto del escenario y observarla como si estuviéramos en ese lugar con unos prismáticos.

Se pueden automatizar ciertas tareas, como por ejemplo, que los médicos curen automáticamente unidades dentro de su rango o que los ingenieros hagan lo propio reparando los vehículos. También se pueden asignar unidades a un general, si éste se encuentra en el campo de batalla, para que funcione de manera autónoma mientras nosotros le indicamos directrices genéricas o, por ejemplo, solicitamos un ataque aéreo. Además, existe la posibilidad de poner en modo agresivo tanto a unidades individuales como a formaciones para que ataquen a un enemigo a su alcance o no hacerlo.

El juego, por sí sólo, realiza las formaciones más adecuadas con los escuadrones que seleccionemos. El general siempre estará cubierto o, por ejemplo, los soldados con mortero estarán protegidos por otros con fusiles mientras los primeros disparan, o los tanques siempre irán delante, o muchas opciones más. Podemos activar según nos interese las habilidades especiales de determinadas unidades como los francotiradores o los héroes para que las utilicen o no durante la batalla.

Hay tres tipos de formaciones, marcha, simplemente para avanzar, defensa, donde las unidades se quedarán paradas y parapetadas tras pequeñas barricadas o ataque, donde se adoptará una posición para ser más incisivo en la línea enemiga una vez sea alcanzada.

Las batallas pueden ser muy rápidas en mapas pequeños, de no más de 10 minutos, pero pueden necesitar más de una hora en muchos escenarios, así que hay una gran variedad de estrategias a utilizar, también teniendo en cuenta con qué tipo de unidades contamos o con qué refuerzos aéreos o marítimos.

Por los mapas podrá haber puntos de refuerzo, donde es posible reparar los vehículos o curar a la infantería y los cuales suelen estar tomados por alguna de las facciones que se enfrentan. Para arrebatárselos al enemigo, hay que destruir todas sus tropas en el interior del mismo y permanecer en él durante varios segundos, tras los cuales nuestra bandera lucirá en su mástil.

Dentro del realismo histórico del juego, éste se plasma también en la recreación de las batallas, tanto en la escala de las tropas, fiel a como realmente eran comparándolas entre sí, como en las capacidades de cada unidad y su rango de ataque, cosa que pocos juegos han plasmado de este modo.

Hemos querido dejar para el final un apartado en el que no queríamos entrar sin haber pasado por las batallas en tiempo real, ya que los gráficos están puestos al servicio del juego y no al revés, como parece la moda en algunos géneros como los FPS, donde tiene más importancia el impacto visual.

Sin embargo, en War Leaders también se ha trabajado mucho en este aspecto, incorporando al motor gráfico efectos de última generación, como HDR para la iluminación dinámica, Normal y Specular Mapping, nubes volumétricas o el uso de Pixel Shaders 2.0.

Como ya hemos mencionado, el escenario se puede destruir completamente, incluso deformándose el terreno tras una gran explosión y el escenario es un factor clave en el desarrollo de las batallas. Otro factor que puede influir en las mismas son los efectos climáticos como nieve, niebla o lluvia.

Los modelados y la nitidez de las texturas son de gran calidad, pero además, varían dinámicamente según la distancia de visión para reducir la carga. Se han utilizado muchos trucos basados en texturas para dotar al juego de un aspecto mucho mejor, aunque en cuanto a número de polígonos tampoco se queda corto, con hasta 3500 para recrear cada unidad.

El despliegue técnico es elevado, aunque los requisitos, a día de hoy, no lo son tanto. Para conseguir el máximo será necesario una GeForce 7600 o una ATI X1600 con 256 MB de memoria, 1 GB de RAM y un PIV a 3 Ghz, aunque también funcionará en equipos muy inferior con una tarjeta de tan sólo 128 MB de RAM con soporte de T&L, 512 MB de RAM y 2.4 GHz de velocidad de procesador.

Se pueden desactivar, además mientras se juega, diversos efectos para mejorar el rendimiento del juego, como las sombras, los reflejos del agua, las texturas de alta resolución del suelo, la vegetación, elementos del entorno, etc., según de lo que queramos prescindir para poder ver War Leaders funcionar fluidamente.

Aunque en un primer momento estaba previsto para 2007, War Leaders saldrá finalmente a principios del año que viene, así que próximamente os traeremos más datos sobre el juego.