Este verano, las vacaciones en la playa.

Ahora que por fin ha llegado el verano, es el momento de buscar juegos apropiados para la situación, que recreen lugares o situaciones soleadas y refrescantes. Virtual Skipper 3 lo tiene todo para llevar el mar y toda su diversión hasta cualquier PC. Adelante, marineros de agua dulce.

El mundo de los simuladores puros en PC está plagado sobre todo de títulos de aviación, donde controlar hasta el más mínimo y realista detalle es imprescindible para casi cualquier maniobra. Los títulos de carreras también tienen sus representantes, aunque en general tienen una vertiente más arcade.

El mundo de la competición náutica también ha sido explorado, aunque por ser un tema no tan popular, quizás cuenta con un menor número de seguidores. Aunque como se puede ver por el título, la saga Virtual Skipper llega por fin a su tercera entrega, y no es el único punto de referencia para el género.

Pero en definitiva, Virtual Skipper 3 es un simulador de barcos de vela, con el que principalmente se pueden realizar regatas, compitiendo con otros barcos. El hecho de que digamos que es un simulador no es gratuito; ya que habrá que controlar absolutamente todo para cada acción que queramos llevar a cabo.

Por supuesto que para los principiantes se han incluido algunas opciones para simplificarles algo la vida, pero tampoco demasiadas. Sí es cierto que cualquiera puede jugar con este título, incluso los más novatos, pero serán los aficionados a la vela, o quienes tengan conocimientos previos sobre este mundo los que le sacarán mayor partido.

El motivo de esto radica en que sus programadores se han esmerado en plasmar el tema con un realismo casi enfermizo, representando cada elemento, tales como el viento o las corrientes marinas de la misma forma que en la realidad, con todos los problemas que generan.

Esto no sería un problema si el juego tuviera algún tipo de tutorial o modo para aprender a manejar la embarcación, pero no hay nada de eso. Tan sólo una pequeña referencia en el manual, y nada más: a jugar. Y claro, ponerse a los mandos de una embarcación de vela, de entrada con el viento en contra, provoca en el jugador inexperto que se quede embobado mirando para los impresionantes gráficos, pero sin saber que hacer.

Y si la dificultad para los novatos es el punto débil del juego, la calidad gráfica es el fuerte. Todo simulador que se precie, no es tal sin unos gráficos igualmente realistas, y en este caso se ha tirado la casa por la ventana para realizar el mejor efecto de agua y de mar que jamás se haya llevado a ningún soporte.

Pero mejor será ir viendo punto por punto donde está lo bueno y lo malo, y como se le puede sacar, a pesar de todo, un gran partido a este juego.

Gráficos y Sonido

Como ya se mencionó, el entorno gráfico es lo mejor del juego. Absolutamente todo está creado con una perfección y un detallismo que roza lo inimaginable. Desde el agua, que en este juego es lo que más tiempo pasaremos viendo, hasta los efectos de iluminación, reflejos, animaciones, los barcos… todo.

Por supuesto, en un juego de barcos, el agua es lo más importante, y hacer que fuera lo más realista posible era totalmente obligatorio. Pero es que en esta tarea se han pasado, por el lado positivo, que claro está, no va a hacer que nos quejemos. El mar está creado de tal manera, que la primera vez que se observa parece tan real, que uno llega a pensar que se trata de un vídeo.

Pero no es así, tras rotar la cámara, alejarla y acercarla vemos que el agua está creada en tiempo real, y de todas las maneras y ángulos posibles es igual de real. Podemos alejar la cámara hasta más de 1 kilómetro de la embarcación y el mar se ve totalmente real. Podemos acercarla hasta ver las patillas del capitán, y el mar sigue siendo totalmente real. Impresionante.

Para confirmar esto sólo hay que ver las imágenes, pero éstas no lo dicen todo. La animación del agua es tan real como su aspecto, con olas más o menos grandes que se mueven de una forma totalmente magistral, y que casi nos incitan a darnos un chapuzón dentro de la pantalla.

Así mismo, según el oleaje, el calado de cada zona y el tipo de agua donde estemos navegando veremos que el agua adopta un color u otro, e incluso en ciertos lugares podremos ver el fondo del mar, siempre que éste no esté muy profundo y el agua sea muy cristalina.

Otro de los efectos que sorprenden es la iluminación, principalmente por el efecto que tiene sobre el propio mar. El sol incide directamente sobre el agua creando reflejos en tiempo real que resultan muy bien acabados. Si rotamos la cámara, podemos ver como esos reflejos cambian, dependiendo del ángulo desde donde veamos la imagen.

Del mismo modo, la luz también crea sombras si pasamos cerca de algunas zonas elevadas, como acantilados, islas o construcciones. Estas sombras son igualmente generadas en tiempo real, y cambian según la posición de sol, posición que por supuesto será diferente según la hora del día en que naveguemos. Si navegamos de noche, cosa también posible, los reflejos vendrán de la luna, de los faros, o de las posibles luces que haya en boyas, en la costa o en las embarcaciones.

Los diferentes tipos de embarcaciones están muy bien modelados, y parecen totalmente reales. Asimismo, su comportamiento y animación sobre el agua se ajusta perfectamente a las reglas de la física, y se produce de manera muy suave y creible.

Quizás lo peor parado sea la animación de los marineros, que en caso de acercar mucho la cámara, se puede apreciar un movimiento exageradamente robótico, aunque para nada molesto. La animación de las velas también podría haberse mejorado, tanto cuando las repliegan o cuando las extienden, pero a fin de cuentas estos sólo son pequeños detalles sin demasiada importancia.

Lo que sí puede jugar en su contra de manera más evidente, es el hecho de que el mar puede volverse repetitivo con el tiempo. Es fácil deducir, aunque se aclarará en el apartado pertinente, que estamos ante un juego de desarrollo lento, y la mayoría de las veces lo único que se ve es el mar. Por muy bien hecho que esté, puede llegar a cansar. Por supuesto no a los aficionados al tema, pero sí a los jugadores novatos, o más casuales.

También conviene añadir que para disfrutar de todo este realismo gráfico es necesario un buen PC, puesto al día con un micro por encima de 2 Gh, un tarjeta gráfica casi de última generación y 512 MB de RAM. El juego funciona bien en un PC muy inferior, pero en entonces habrá que renunciar a esta calidad gráfica.

El sonido es casi tan bueno como el apartado gráfico. En un juego de barcos de vela, el viento es el factor más importante, y su recreación sonora está a la altura de todo lo demás. Según la colocación de la cámara oiremos las rachas de aire de una forma o de otra, con total realismo en cuanto a su reproducción.

El mar no se queda atrás, ya que las olas, y nuestro navío rompiendo en ellas tiene también su recreación pertinente, y muy bien realizada. Después el resto de los efectos de sonido son más casuales, y tampoco abunda mucho. Están el despliegue y recogida de velas, y los choques contra las boyas, pero poco más.

En cuanto a la música, tan sólo hay unas pocas melodías para acompañar los menús, ya que durante la partida sólo se escucharán los efectos de sonido. De todos modos, las melodías que hay son de corte tranquilo y ameno, pero algo repetitivas.

Jugabilidad

Virtual Skipper 3 es un juego realista en todos sus sentidos, aunque sus creadores han intentado que pueda ser disfrutado por todos los públicos, tanto si son veteranos en el mundo náutico como si no. Para ello se ha optado por incluir dos tipo de controles, aunque muy parecidos.

El control para expertos nos obligará a manejar manualmente todos los elementos de la embarcación, mientras que el control para novatos controlará por nosotros algunos de los elementos más complicados, como la orientación de las velas.

En ambos casos, el objetivo del jugador es dominar el barco mediante unas pocas teclas, y unos cuantos botones que hay en pantalla que se pulsan con el ratón. Con el teclado básicamente se controla la cámara y el timón, aunque se puede controlar todo lo demás mediante los conocidos atajos. Con el ratón lo principal es controlar el velamen.

¿Y la velocidad?... pues bien, como todos podrán imaginar, al controlar un barco de vela, no hay motor, y por supuesto, la velocidad dependerá del viento. Y navegar contra el viento no es nada fácil. Para aprovechar mejor el viento en cada situación, hay 4 maneras diferentes de desplegar las velas, y por supuesto se pueden colocar de la manera que se quiera con los controles complejos, mientras que con los controles simples se orientarán de forma automática.

Para ver el viento, ya que sentirlo es imposible, se ha colocado una flecha imaginaria cerca de la embarcación a modo de referencia. Esta flecha señala la dirección del viento, mientras que en el marcador que hay en la zona inferior de la pantalla se puede ver la velocidad que tiene. Además, la flecha cambia de color según aprovechamos su impulso pasando de rojo a azul, aunque lo ideal es que se mantenga en verde para un aprovechamiento óptimo.

En principio el juego se hace divertido, sobre todo mientras vemos como aprendemos a sacar partido de las diferentes dificultades que el viento nos va imponiendo. El problema (y muy grave), viene cuando el jugador inexperto es incapaz de solucionar un problema y ve como una y otra vez falla la prueba que está intentando superar.

Y es que al no incluir ningún modo de tutorial o escuela donde ir aprendiendo los diferentes trucos que nos permitirían superar los obstáculos, se limita la diversión para muchos jugadores potenciales.

Pero la falta de un modo tutorial no es la única carencia. El juego sólo tiene dos modos principales de juego. El modo prueba y el modo regata. El primero son pruebas cortas, aunque todas son iguales: ir de un punto a otro sin sobrepasar un tiempo concreto. A veces hay que sortear boyas, pero nada más.

El modo regata es lo mismo que el modo prueba, sólo que con distancias más largas, y compitiendo con otros navíos en lugar de contra el cronómetro. También hay un modo para jugar en red (por Internet o en red local) y otro modo para crear nuestras propias regatas estableciendo los puntos de salida, llegada, y las boyas intermedias.

Si lo comparamos con navegar de verdad, evidentemente es más divertido y emocionante navegar, aunque a nivel gráfico hay pocas diferencias. Claro que no todo el mundo puede permitirse los requisitos necesarios: vivir cerca del mar, y el desembolso económico. Si no se disponen, este juego puede ser una buena alternativa.

Se podría comparar también con la saga Flight Simulator, pues a fin de cuentas ésta es la versión marina del juego de aviones de Microsoft. Gráficos impresionantes, control preciso y realismo de los elementos son las claves, aunque como todo el mundo sabrá, manejar un avión es mucho (pero muchísimo) más complicado que manejar un barco. De todos modos, Flight Simulator incluye muchas más opciones de juego, así como un manual mucho más completo que puede ayudar a los más inexpertos.

En cuanto al mundo de los simuladores de barcos de vela no hay muchas alternativas, aunque están las dos entregas anteriores de Virtual Skipper, que no son ni tan realistas, ni tan impresionantes gráficamente como esta tercera. El resto difícilmente llegarán al nivel gráfico aquí exhibido, aunque fácilmente lo superarán en cuanto a modos de juego.

Estrategia y trucos

Evidentemente, la mejor estrategia es intentar navegar en la misma dirección que el viento con el velamen al máximo. Como esto no siempre es posible, hay que saber abrir la vela adecuada en cada momento, según la fuerza y dirección en la que sople el viento. Si además sabemos un poco del tema, conviene que coloquemos nosotros mismos la orientación de la vela, para sacar más partido al viento.

También es importante, aunque algo más difícil, controlar las corrientes marinas. Un elemento importante que nos puede dar una buena ventaja si tenemos el viento en contra. Por supuesto lo más difícil es aprender, por ello lo mejor para los no iniciados es comenzar por el modo pruebas, donde a pesar de que no nos enseña nada, progresivamente iremos pasando por pruebas cada vez más difíciles, y aprendiendo nosotros mismos.

Lo  que está bien

Lo que no está tan bien