The Ward (PC)
The Ward es una aventura gráfica espacial de corte clásico. Es el primer juego de la compañía Fragile Bits. Inspirándose en los grandes títulos del género, The Ward nos pone en la piel del joven astronouta David Walker, perdido en el espacio.
Ward: persona, generalmente un menor, que ha sido legalmente situado bajo el cuidado de un guardián o un tribunal. Muesca de metal en una cerradura que hace que sólo una llave pueda abrirla.
De acuerdo con varios análisis de mitología, el héroe de un mito siempre era una persona elegida por una fuerza superior para cumplir una tarea muy especial. El héroe estaba protegido de una manera que le mantenía a salvo de innecesarios enfrentamientos. El resultado final siempre dependía de la libre elección del héroe. Aceptando el desafío, el héroe hace de su victoria un regalo de amor para aquellos que le han guiado.
No hay duda de que gracias a The Longest Journey, el género de la aventura gráfica ha conocido un nuevo boom en España. Aunque el juego de Funcom haya llegado un poco más tarde que al resto de países, el magnífico trabajo de localización de FX Interactive ha hecho que la espera haya merecido la pena. El problema es que ahora tenemos muchas ganas de aventuras gráficas, pero no de las últimas de Lucas, sino de las de toda la vida de "point'n'click", manejadas íntegramente con el ratón. Y ése es el género al que pertenece The Ward, el primer juego de la compañía Fragile Bits que ya está disponible fuera de España y al que están buscando distribuidora para este país.
El argumento de The Ward nos sitúa a bordo del Apolo XIX en su vuelo hacia la luna, para investigar inesperados movimientos sísmicos detectados sobre su superficie. En la piel de David Walker descubriremos que lo que debería haber sido una misión de rutina, puede convertirse en una pesadilla. Algo mata a tus compañeros de tripulación, sin aviso y sin demasiado esfuerzo. Ahora ese algo, viene a por ti. Durante el curso de la aventura, aprenderás que tu verdadera misión te ha sido asignada por fuerzas antiguas, lejos de tu imaginación. Descubrirás que tu misión y tu identidad están codificadas dentro de tu ser: tu oculto ADN despierta y comienza tu viaje hacia el destino que tienes reservado. Si triunfas, darás el paso final de la historia de la Humanidad y del futuro. En otro caso, tu civilización está condenada.
Durante nuestro recorrido, nos veremos inmersos en una sociedad híbrida de alienígenas y sus esclavos humanos, en un conflicto interestelar que no comprendemos y sentiremos la traición, el dolor y el triunfo al llegar a un sorprendente final en el que descubriremos quién nos estaba guiando.
Sin ninguna duda, la mejor manera de preparar un avance es jugar a la demo y eso hemos hecho. En dicha demo, apareceremos a bordo de una nave alienígena, sin saber lo que ha pasado, aunque parece que un accidente ha tenido lugar y ha afectado a los tripulantes de la nave. Vemos paneles en un extraño lenguaje, cuerpos mutilados de humanos y alienígenas y montones de artefactos de tecnología desconocida. Basta pulsar el botón del ratón para llegar al sitio que queramos, y al examinar los objetos, una ventana se abrirá mostrando una imagen más cercana. Esta ventana se puede situar donde queramos para que no tape elementos del decorado que queremos tener a la vista. El inventario se despliega en la parte inferior de la pantalla, con unos gráficos grandes para poder apreciar cada objeto que llevamos. Todos los enigmas del juego se pueden resolver usando la lógica y la paciencia (eso dicen los creadores), pero por si acaso, se incluyen pistas y un modo de juego simplificado. En el juego no hay diálogos hablados, ya que la cantidad de información es demasiado grande para narrarla toda, así que las descripciones son textos que aparecen junto a nuestro personaje.
En definitiva, una aventura gráfica de las de antes, de las que nos gustan: sin cursores, sin tener que esquivar objetos y con puzzles lógicos que desafíen nuestra inteligencia.
Para los gráficos se han usado las dos dimensiones: personajes y decorados prerrenderizados en 640x480x16 bits, como los juegos de antaño. Quizá parezcan un poco fuera de lugar a día de hoy, pero seguro que lo intrincado de la aventura nos mantiene demasiado ocupados para pensar en ello. La música está digitalizada a 22 KHz y 16 bits y cambiará de acuerdo con lo que pase en la pantalla. También estará presente en las animaciones que podremos contemplar en el transcurso de nuestra aventura, de una calidad sobresaliente.
Lo mejor de todo es que el juego sólo necesita un Pentium 133 (recomendado 200) con 32 MB de RAM (cuanto más mejor) y 130 MB de disco duro (rec 250), además de lector de CD de 8X y Windows 95/98. Esperemos que Gathering of Developers, la distribuidora de The Ward en el extranjero, se decida a hacer llegar esta aventura a España y los países hispanoparlantes, porque queremos más aventuras clásicas.
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