El flujo del tiempo se ha visto alterado.

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Link se despertó un día y se encontró en un extraño bosque. Cuando empezó a caminar por el lugar, escuchó unos gritos de auxilio que venían de delante. Entonces, Link corrió hacia la voz y encontró a un grupo de monstruos rodeando a la mujer que estaba gritando. Los monstruos salieron corriendo al verle. La mujer era nada menos que Impa, la niñera de la Princesa Zelda de Hyrule, que estaba buscando a una cantante llamada Nayru. Impa le pidió a Link que le ayudara y, como no podía ser de otra manera, nuestro héroe se prestó encantado. Cuando se dirigían a buscar a Nayru, en su camino se encontraron una roca que les tapaba el paso con un triángulo inscrito en ella. Entonces, Link pudo mover la roca gracias al símbolo que tenía en su mano, que era igual que el de la roca. Cuando encontraron a la cantante Nayru, ésta estaba rodeada de un corro de animales que escuchaban su dulce canto. Pero de repente, Impa empezó a reírse malévolamente. Ella no era Impa realmente. Se trataba de Veran, la Hechicera de las Sombras que había poseído el cuerpo de Impa. ¡Y ahora se ha apoderado de Nayru! Había utilizado a Link para que le ayudara a mover la roca que ella ni siquiera podía tocar. «¡Ahora el poder del Oráculo de los Tiempos es mío!» - exclamó Veran. Y entonces desapareció junto con Nayru.

Nayru era el Oráculo de los Tiempos que controlaba el paso del tiempo en la tierra de Labrynna. Ahora que Nayru ha sido secuestrada, la malvada Veran puede cambiar el tiempo a su antojo. Se ha dirigido hacia el pasado para cambiarlo y así hacer que cambie el presente. ¡No hay tiempo que perder! ¡Debemos viajar al pasado para detener a la malvada hechicera!

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La misión de Link a partir de ahora es restaurar el orden del tiempo viajando a través de unos túneles del tiempo con la ayuda de un Arpa mágica. Una vez que consiga las ocho Esencias del Tiempo repartidas por las mazmorras, conseguirá que el árbol Maku recupere su poder para lograr que todo vuelva a la normalidad.

Con esta tremenda historia comienza la secuela del juego Link's Awakening del que muchos ya ni se acordarían si no fuera por la reedición para Game Boy Color. Dicha versión se hizo coloreando todo el apartado gráfico y añadiendo pequeñas mejoras como una nueva mazmorra, aunque sin que se tradujera. Pero ahora es distinto, ya que contamos (por fin) con el primer juego de Zelda para Game Boy que se ha traducido al castellano, aparte de a otros muchos idiomas, como podemos ver en la lista de lenguas a elegir que se nos muestra al principio del juego. Pero esta no es la única novedad interesante, hay mucho más.

Cada vez que viajemos del presente al pasado y viceversa, el escenario se verá sustancialmente alterado, mostrando un aspecto más desolador. Según vayas dominando nuevas melodías con el arpa conseguirás acceder a nuevas zonas del mapa.

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Así, con la búsqueda de los anillos, el juego adquiere un importante componente de coleccionismo. Por supuesto, necesitarás la ayuda de una amigo y su Game Boy para poder coleccionarlos todos.

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La posibilidad de conexión a través del cable Link te permitirá también desbloquear tres monstruos finales extra al final del juego, teniendo la posibilidad de ver a las brujas Twinrova y al mismísimo Ganon. Gracias a esto podrás encontrarte con la Princesa Zelda, de otra manera imposible de ver sin la conexión con el cable Link.

Como siempre, empezaremos nuestra aventura literalmente sin nada. Primero conseguiremos nuestra espada con la que podremos conseguir rupias (rompiendo hierbas y acabando con los enemigos) para así poder comprarnos el escudo de madera. Otros muchos objetos que nos iremos encontrando son la pala para abrirnos paso rompiendo los montículos de tierra, el gancho para retirar las piedras o la pluma para saltar. Pero aparte de estos objetos que ya vimos en Link's Awakening, también hay objetos nuevos como el traje de sirena o el bastón de Somaria. Mención aparte merecen las semillas místicas, de las que existen hasta cinco variantes diferentes la cuales pueden ser utilizadas para diversos menesteres tales como lanzárselas a los enemigos, quemar pequeños árboles para acceder a nuevas zonas o iluminar lugares oscuros.

También se han añadido minijuegos al estilo de los que aparecieron en los juegos para Nintendo 64, por ejemplo, el tiro al blanco.

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Cuando consigas acabarte este juego, se te dará un password que debes introducir en el juego Oracle of Seasons. Gracias a este password se desbloquearán algunas sorpresas y eventos y conseguirás a su vez otros passwords para introducir en este Oracle of Ages que ya te hubieras acabado. Esto tiene cuerda para rato, no te preocupes...

Este no es un juego aislado con respecto al resto de la serie, ni mucho menos. Existe una estrecha relación entre este juego y todos los demás del universo de Zelda, incluyendo los de Nintendo 64. Nos encontramos en este juego con elementos que, o bien ya nos encontramos en otros juegos o, por lo menos, nos recuerdan mucho a ellos. Por ejemplo el caballo Epona en la intro; el árbol que habla, como ocurría en el Ocarina of Time; los personajes como Impa, Nayru, los Zoras, los Goron, el hombre colgado del globo, el fantasma Poe o el cartero; los niños jugando a la pelota, que ya aparecieran en el Link's Awakening (en este caso un niño y su padre); las semillas que hay que plantarlas en suelo blando; los minijuegos... En fin, una serie de guiños a otros juegos de Zelda aparte de los típicos elementos indispensables en todo juego de Zelda que se precie como son los corazones, las rupias, las mazmorras o personajes como las hadas o la propia Zelda que no faltan en ninguno de los títulos. Todo "huele" a Zelda, sin duda.

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El sentido del humor tampoco va a faltar en esta entrega, como se demuestra con el chiste que nos cuenta un lugareño o la proposición "indecente" que le hace el árbol Maku a Link... No es como para partirse de risa pero por lo menos añade variedad y frescura a la historia.

Link no va a estar solo en esta larga aventura. Le van a acompañar sus amigos los animales. Ellos son el oso azul Moosh, el canguro Ricky y el lagarto Dimitri que le otorgarán habilidades de todo tipo, como poder levitar un corto espacio de tiempo y así saltar los hoyos que no pueden ser saltados sólo con la Pluma de Roc. Sin embargo, sólo nos podremos encontrar a estos ayudantes en momentos puntuales para ayudarnos en cosas concretas.

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También son un gran aliciente las ilustraciones a pantalla completa que salen tanto en la pantalla de presentación como en los momentos culminantes del juego para ilustrar la historia. Aunque sean imágenes fijas, son más grandes que la pantalla y se van mostrando con un scroll, que por lo menos le dan un aspecto menos estático.

Los cambios del pasado al presente se ven reflejados perfectamente con cambios del color del escenario así como otros cambios más sustanciales. De hecho, son dos mapas distintos (el del pasado y el del presente) que tendremos que ir recorriendo alternativamente mediante el arpa que nos da Nayru para activar los portales del tiempo.

  m  ú  s  i  c  a

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  s  o  n  i  d  o   f  x

Prácticamente son los mismos que en Link's Awakening. Sonidos que llaman poco la atención pero que se adecuan perfectamente a la acción. Desde las explosiones de las bombas, los espadazos... Todo está correcto. No podemos pedirle más a la Game Boy Color.

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  j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d

Sencillísimo de manejar, como siempre. Tras escribir nuestro nombre al principio y "vivir" el comienzo de la historia, el juego se abre ante nosotros dándonos la posibilidad de movernos a nuestro antojo por los dos mapeados (el del pasado y el del presente). Mientras, iremos encontrando los objetos que nos van haciendo falta para avanzar, hablando con los distintos personajes y entrando en las mazmorras en busca de las preciadas llaves que nos permitan abrir esa puerta que se nos resiste. Así continuaremos hasta llegar a un monstruo hacia la mitad de la mazmorra y después a otro más complicadillo al final de la misma. Los acertijos y puzzles siguen siendo el plato fuerte del juego, como siempre, con una dificultad ajustada.

Mientras que en las mazmorras nos estrujaremos el cerebro pensando cuál debe ser nuestro siguiente movimiento, en el exterior de estas nos espera una mayor variedad de acciones y eventos en los que participar e iremos conociendo el transcurso de la interesante e intrincada historia. Los objetos intercambiables, pos supuesto, son otro interesante aliciente del juego. Podremos intercambiar algunos items con otros personajes en misiones paralelas a la historia central, obteniendo como resultado una mejora de tu espada de madera.

Los items podremos guardarlo en nuestro inventario que se encuentra dividido en tres partes para poder ordenarlos mejor.

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  c  o  n  c  l  u  s  i  ó  n

Es una nueva aventura de Zelda con todos los elementos típicos de toda la saga pero con un aire fresco y nuevo propiciado por los nuevos escenarios, personajes, posibilidades de conexión con otra Game Boy, objetos, historia, música y demás, que nos sitúan en un auténtico mundo fantástico en el que nosotros somos el héroe de una apasionante historia que debemos resolver. Todo un juegazo, señoras y señores. Pero perfecto no es, que conste. Los que hayáis jugado al Link's Awakening (o incluso a cualquier otro juego de Zelda), quizás os empiece a empachar un poco el tema. Sobre todo porque el sistema de juego sigue siendo el mismo (aunque con las mencionadas variantes) que en el anterior juego de Game Boy. Ahí está lo malo. Las mazmorras son parecidas a las de su precuela, debido a la repetición de enemigos, tipos de puzzles y el aspecto gráfico. Pero aparte de eso, el juego tiene suficientes novedades como para sorprendernos en todo momento, lo que hace que su compra esté indicada tanto para los Zelda-adictos como para los iniciados. Otro tema es decidirte entre éste y el Oracle of Seasons... Lo que sí que es cierto es que las 30 horas de juego que proporciona este The Legend of Zelda: Oracle of Ages merecen la pena. Lo dicho: un pedazo de juego como pocos.

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