The Dreamland Chronicles: Freedom Ridge (PC)
Gollop presenta The Dreamland Chronicles: Freedom Ridge, el "sucesor" de X-COM, con el que Mythos espera sacudir de nuevo el mundo de la estrategia por turnos.
Corría el año 94 cuando Mythos Games y Microprose lanzaron al mercado uno de los títulos más revolucionarios de todos los tiempos: X-COM: Enemy Unknown. Escogido por los especialistas como uno de los mejores diez juegos de la historia, sentó las bases para uno de los géneros más populares de videojuegos. Ahora la empresa de los hermanos Gollop presenta The Dreamland Chronicles: Freedom Ridge, el "sucesor" de X-COM, con el que Mythos espera sacudir de nuevo el mundo de la estrategia por turnos.
Dreamland comienza el 7 de Marzo de 2003, cuando una gran flota de naves extraterrestres se aproxima a la atmósfera de la Tierra y los alienígenas piden a los gobernantes del planeta una emisión a nivel mundial para revelar a los terrícolas sus intenciones. Los Saurans, como se denominan a sí mismos, exigen la inmediata rendición de los humanos y el gobierno del planeta para sus ocultos planes. La humanidad será recluida en reservas, y el planeta modificado para acomodarlo a sus nuevos ocupantes. Ante esta expectativa, los líderes mundiales no ven otra solución que la lucha.
El 13 de Abril toda esperanza se ha perdido. La firma de la rendición conlleva la reclusión de los restos de la humanidad en nueve reservas, y con la retirada de los últimos hombres los Saurans toman posesión del planeta, comenzando su transformación. A pesar de todo, algunos grupos continúan la lucha, comenzado una guerra de guerrillas contra los invasores. El 4 de Mayo unos de estos grupos, autodenominado Ejercito de Liberación de la Tierra' (TLA), hace un increíble descubrimiento que podría dar un giro radical a la contienda: un artefacto extraterrestre guardado en una base secreta del gobierno de Estados Unidos en Nevada, conocida como Dreamland (la famosa Area 51). El artefacto es trasladado a la base del TLA, Freedom Ridge (Canto a la Libertad), y tras un minucioso estudio se descubre que no pertenece a los Saurans; aún así, presenta la propiedad única de desestabilizar los sistemas de propulsión de las naves extraterrestres. Con este arma, la balanza podría inclinarse del lado terrícola.
En Dreamland tomamos el papel del comandante del TLA, en su despiadada lucha contra los alienígenas. Deberemos construir bases, crear un reducido ejercito y con él librar al planeta de la tiranía.
Retomando la filosofía de X-COM, el juego se desarrolla en tres entornos diferenciados pero íntimamente ligados. Primero, una vista táctica del planeta, donde podremos hacer zoom y rotar en cualquier dirección, que muestra el territorio dominado por los Saurans y el TLA, las detecciones de aparatos enemigos, nuestras bases, ciudades, depósitos de armas y otras áreas de interés. Segundo, un entorno para la gestión de nuestras bases y recursos, investigaciones, entrenamiento, desarrollo de nuevas armas y naves, etc. Y por último, la parte estratégica del juego, las diferentes misiones en las que enfrentamos a nuestro equipo de agentes al enemigo, representadas mediante una visión isométrica en tres dimensiones.
Mythos Games ha diseñado un nuevo motor de representación 3D que simula las propiedades de los objetos y las leyes físicas, de tal forma que las acciones que llevan a cabo ambos bandos interactuan con el entorno. Así, una granada lanzada contra un edificio puede hacer que el techo de este se derrumbe, mientras los ladrillos salen despedidos y golpean otros objetos. Esta capacidad abre un gigantesco abanico de posibilidades al juego: ya no es necesario rodear un muro para intentar hacer fuego sobre enemigo que está detrás; basta con abrir un agujero y disparar a través de él. En palabras de Julian Gollop, presidente de Mythos: "Hemos invertido mucho trabajo en integrar los sistemas físicos en el juego. Esto nos permitirá simular explosiones, destrucción del terreno, y colisiones de cualquier tipo en el entorno. El próximo paso es aplicar estos sistemas a los personajes, de tal forma que, por ejemplo, un enemigo salga volando al ser disparado con una escopeta, etc.". Mythos ha publicado un par de videos con una demostración de sus motor 3D, y es absolutamente fantástico.
En un principio, nuestros hombres estarán equipados con equipo de lucha convencional, pero a lo largo del juego podremos investigar y desarrollar nuevas tecnologías sobre la base de los objetos alienígenas que recuperemos. Así mismo, el examen de los cuerpos extraterrestres y la interrogación de prisioneros nos permitirán hacernos una idea más clara de las intenciones, planes y debilidades de los invasores. En cuanto a nuestros efectivos, la vieja fórmula del reclutamiento ha desaparecido. Para contar con nuevos hombres será necesario liberarlos de las ciudades donde esta recluida la humanidad. La moneda como forma de pago también ha desaparecido (junto con la economía mundial), así que la única forma de hacernos con material es obtenerlo de depósitos (terrícolas o alienígenas) o desarrollar las armas en nuestros propios laboratorios.
Una vez creado y equipado nuestro escuadrón, podremos atacar las bases enemigas, defender las ciudades de incursiones alienígenas o proceder a la recuperación de naves Sauran derribadas por nuestros cazas. El juego estratégico se desarrolla por turnos, e incluye una gran cantidad de elementos que alejan a Dreamland de todo lo visto hasta ahora: nuestros hombres pueden andar, correr, agacharse, reptar, manejar vehículos y efectuar diferentes maniobras de disparo. Durante las misiones, la cámara cambiará automáticamente desde el punto de vista de tercera persona al de primera en el momento de efectuar los disparos, de tal forma que veremos a través de los ojos del agente toda la acción. Y si el arma disparada es un misil, la cámara pasara a la punta del mismo, de tal modo que veamos la aproximación al objetivo. Mythos ha introducido un elemento que ha sido bastante ignorado en otras producciones, y es la posibilidad de incluir vehículos armados en la acción. En Dreamland nuestros agentes podrán conducir varios tipos de vehículos (tanto terrestres como alienígenas) y utilizarlos en las diferentes misiones. A lo largo de su carrera en el TLA, cada agente irá ganando puntos de experiencia, que podremos utilizar para mejorar características tales como su valentía, liderazgo, habilidad, reacciones, puntería y así hasta ocho posibles categorías.
Según vayamos avanzando en el juego, y por medio de la investigación, iremos desentrañando el secreto de los Saurans. Mythos ha desarrollado un excelente argumento para Dreamland, que en ciertos momentos puede recordar a los Expedientes X: diplomacia, espionaje, sabotaje y misterio se funden en una magnifica trama argumental que no esta exenta de sorpresas. Así, en un guiño de humor, veremos hacer una aparición a los Men in Black (que ya intentaron introducirse en el X-COM original, pero fueron eliminados durante el desarrollo) y a una raza extraterrestre de intenciones más desconocidas aún que la de los Saurans.
Aunque los gráficos y el motor 3D del juego son realmente magníficos, el hecho de que la acción sea llevada a cabo por turnos va a permitir a los desarrolladores que Dreamland corra en máquinas menos potentes de lo que requeriría un juego de este tipo en tiempo real. Los requerimientos estimados incluyen una tarjeta aceleradora y un procesador de 400 MHz aproximadamente.
The Dreamland Chronicles: Freedom Ridge
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